Especial Draco y Harry

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P.o.v. Harry.
Habíamos tenido muchos problemas con los celos.
-Deberían tener una cita.- Comentó
Sáenz -Ustedes eran pareja antes que nos conociéramos. Se lo merecen.- Me alegraba que nos apoyarán.
Aunqueera un niño pequeño hablaba como una persona más adulta.
En la cita...
- ¿Estas tenso, Potter?
-¡Por supuesto que no!
Por supuesto que sí. ¿Por qué será? Tal vez porqué Sáenz y Ivann habían reservados sitios muggles y sabes perfectamente que a cierto veela sumiso no le agradan estos sitios.
-Me comportare, Harry.
Cuando llegamos al primer lugar...
-Esto es tarea para sirvientes.
-No, Draco, solo tienes que coger tu plato sucio y dejarlo en esa caja blanca para después coger otro y servirte más.
Mi móvil empezó a sonar.
-<<¿Cómo va la cita?>>
-No te voy a responder a eso, Ivann.
-<<Bueno... Okey no me digas nada.~>>
-Me alegra escuchar eso.
-<<Ya acabaron de cenar.>>
-Deja de preguntar de una vez.
Colgué rápidamente para después apagarlo.
-¿Quién era?- Preguntó Malfoy.
-Solo Ivann pero eso ya no importa¿Verdad?
-Tienes razón terminemos de cenar para ir a otro lugar.
Dimos un agradable paseo por el muelle.
-Es hermoso el paisaje.- Dije sin pensar.
-Sí que lo es. -Me dijo con una agradable sonrisa. -Soy un Malfoy y se lo que está en mi estatus.
-Por supuesto. -Dije abrazando a mi rubio. -Te amo hurón.
-Y yo también te amo cara rajada.
La puesta de sol dejaba ver unos colores entre lila, amarillo, naranja, blanco y azul oscuro.
Una gama espectacular que daba cierto toque romántico.
Con los ojos vendados Malfoy me guió mas cerca de la orilla.
Escuche como murmuró un poco de maldiciones, todas dirijidas hacía la toalla. Aún sin ver me podía imaginar que tramaba.
Una vez la toalla estaba lista, me sentó. Me quitó la venda de los ojos...
-Potter se que esto es difícil. Y creo que tenemos que dar un paso más allá. -Dijo un poco nervioso. Solo había visto a Malfoy nervioso y no era buena señal. -Harry James Potter Evans ¿Quieres casarte conmigo?
Mi cerebro aún no analizaba esa palabras. Pero como primero actuó y luego pienso, no pasa nada. Y me complace ser así.
-Claro que sí, Dragón.
Después de tan hermosa declaración de matrimonio lo llevé a bailar. Pasamos la noche en un hotel pero al día siguiente no esperamos aquello.

El chico HufflepuffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora