capítulo 14.

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Vuelvo a casa, no se que hacer, no tengo nada para hacer, menudo desastre...

Me meto dentro de la sábana, y hago lo único que se me ocurre: dormir.

***

Despierto por el ruido de un cristal cayendose, seguido escucho un "mierda" en el salón.

Miro el reloj, ¡las ocho y media! Hace media hora que debería de haber entrado al instituto.

Me visto deprisa: unos pantalones ajustados negros, con un roto en la rodilla, una camiseta negra de Nirvana y unas vans negras. Suelo vestir siempre con la misma ropa.

Salgo sin comer nada, ya he perdido demasiado tiempo lavandome los dientes y meando. Corro por las calles sin esperar a penas que el semáforo se ponga verde. Me paro en la puerta principal, y pienso que clase me toca ahora: naturales.

Entro y ignoro el saludo del conserje. Sigo mi paso, firme y decidido hasta el laboratorio. Entro sin llamar antes, me dirigo a mi sitio. Voy con toda la dignidad del mundo, estoy quedando de puta madre, ¿o no?

Sonrío para no quedar mal, aunque es obvio que toda mi dignidad, mi orgullo, mi autoestíma, todo lo que tenga que ver con eso, acaba de caer en picado. Me doy la vuelta y me acerco al profesor, bajo la atenta mirada de todos los que se encuentran ahí. Una risa es escapada de a boca de alguien: Edward, tu boca esta a punto de ser rebentada. Me giro y lo miro desafiante, se calla.

-Oye, ¿dónde mierdas me siento yo?

Al menos, con esa frase estoy quedando mejor. Voy subiendo poco a poco, y eso me hace sonreír por adentro, no suelo sonreir mucho, eso le dejo a otros pardillos.

-Cálma Lea, que encima que llegas tarde vas con esos humos...-bufó.-Ya que en el otro trabajo todo salió mal-hago una mueca.-y los sitios de antes, todos hablaban, los he cambiado.-asiento, no me importa, dime de una puta vez donde me siento.-tu sitio es con Louis.

¿Qué? What? Mierda, no me sé mas idiomas, menos mal que estoy hablando conmigo misma y no he vuelto ha quedar mal. Pego una patada a la mesa y me siento al lado de Tomlinson.

-Así te puedo vigilar mejor, que bien...-se frota las manos. Se esta vengando, y no me gusta.

Me levanto de golpe y me quedo cara a cara con Louis, mirandole desafiante. Nuestras respiraciones se chocan. Esto ya lo he vivido antes... en la casa de Louis. Me pongo un poco nerviosa, pero eso no es escusa para no mostrarme pasota.

-Escuchame bien Tomlinson.-le cojo de la barbilla y le hago que me mire, sin soltarle aún suelto:- tú y tus estúpudos juegos os podéis largar. No me importan. Me gusta tal y como soy. No necesito ayuda alguna. ¿entendido?

-Lea, me estas avergonzando. Suéltame por favor, cualquiera diría que esas colada por mí.-las risas de los demás inunda toda la sala.

Me separo bruscamente de él, no hay signo de roce. Agarro mi silla y mis cosas y me pongo a la otra punta de la mesa.

Todavía se escuchan algunas risas y susurros. "Lea enamorada, quien lo diría..." se escucha. Intento mantener la calma, necesito calmarme. Joder, puto Louis.

El profesor pide silencio, y todos le obedecen. Comienza ha apuntar unos apuntes en la pizarra, sobre lo que hemos de hacer. Saco mi bolígrafo Bic azul y comienzo a escribir.

-Te dije que podía ser malo.-susurra Louis.

Hago una mueca de mala leche, suelto el Bic sobre el papel y me giro a mirarme.

-¿Y...?-ríe, le hace gracia verme así.-Te felicito si quieres, comprate un pastel y celebralo, tío no me importa. Adiós.

Vuelve a reir. Otra risa de esas y le estampo el microoscópio en la cara.

Angels to fly ❁ L.TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora