Angels to fly ❁ L.T

capítulo 20.

No puedo confiar en él. No puedo. Quiero, pero no puedo. Espera, ¿quiero confiar en Louis? Joder, estoy hecha un lío. No quiero dar pena, ¿y si se asusta de mi mierda vida y huye? No lo sé. Louis esta muy convencido, de verdad quiere que se lo cuente.

-No quiero dar pena.-suspiro-Lo mejor será no decir nada.

Sé que eso le a dolído. Por la forma que me a mirado. Por como se ha alejado de mí. Por como se ha sentado en la silla de al lado de mi cama. Y sobre todo, por como me a ignorado poniendo toda su atención en el móvil.

Muevo mi pie de arriba a bajo, inquieta. Creo que lo mejor será no decirle nada. Una armonía melodiosa rompe el silencio. La canción de The Fray inhunda toda la sala. Look After You. Me encanta esa canción, creo que es mi canción favorita. Sin decir nada y sin mirarme, se levanta y sale de la puerta. Me desanímo, esperaba un "ahora vengo, pequeña" o algo. Necesito escuchar su característica y dulce voz.  Tal vez no la vuelva a oir. Parecía muy molesto.

-¡Toc toc!

Vaya, otra vez el infermero ese. Podía al menos tocar la puerta. Entra con una bandeja. Oh, ya entiendo por qué no podía llamar.

-¿Cómo esta la paciente?-me giro y no contesto.-Ams... te he traído patatas y pollo.

Asiento. Al menos tengo comida. Se sienta a mi lado. ¿Que hace? Me mira fijamente. Sus ojos casi negros penetran los míos.

-He estado pensando y... ¿te gustaría quedar un día conmigo?

LOUIS POV'S

-¿Te gustaría quedar un día conmigo?

Eso es lo primero que escucho al entrar. Me asombra que le diga eso. Pero por otra parte no me extraña. Lea es una chica preciosa. Aunque lleve rastas y piercings. Aun así sigue siendo preciosa. Es como una preciosa muñequita. Una muñequita que quiere ser mayor. Sin saber que por muchas perforaciones, tatuajes y cosas que se haga en el pelo, sigue teniendo cara de niña. Mi niña. Espera... ¿Le he llamado mi niña?

-¿Que dices?

Me he puesto a pensar tanto en Lea que se me a olvidado su respuesta.

Lea sonríe. El piercing de la nariz, como un toro se le mueve. Simplemente adorable. Sus dientes son más blancos que el papel. Lo raro es que no los tenga amarillos y cucados por los porros. Me doy cuenta de un detalle que nunca caí: sus aparatos. Unos bonitos aparatos naranjas adornan sus perfectos y blancos dientes. Sonrío, se ve tan... tan... simplemente, me encanta.

Ambos esperamos su respuesta con ansía. Él a su lado, espera un si. Y yo, en el marco de la puerta intantando no ser descubierto, espero un no. Todo lo contrario. Pero es obvio su respuesta, un sí. Conozco esa sonrísa. Yo ya la viví alguna vez:

-Hola, soy Louis.

-Miriam, encantada.

Mire a la chica de arriba a bajo. Nada mal. Pero eso yo ya lo sabía. Llevaba más de una semana observandola a lo lejos como leía un libro diferente cada semana. Ella nunca se dió cuenta de la forma que le observaba. Es mas, nunca se dió cuenta de mi presencia.  La estuve observando durante veinte dias de cinco a seis. Y hoy por fin, me atreví a hablarle.

-¿Vienes mucho por aquí?-pregunte, era obvio que era un sí.

-Sí, bastante. De hecho, cada día.

-¿Te gustaría quedar conmigo mañana?

Y esa sonrísa.

-Claro.

Lo sabía. Claro, la misma palabra que contesto Miriam.

No quiero escuchar más, me voy de ahí dando un portazo. Que le den. Que le den a todo el mundo.

Lea Hush, no quiero volver a saber nada de tí. Ahora eres mi pasado. Un pasado que me toca olvidar.

Ni siquiera olvidar, es Lea. Solo que... no sé. ¡Bah! Que le den, de todas formas me caía mal... ¿Porque me cuesta tanto admitirlo?

Desde aquél puto trabajo. Desde entonces me llamo la atención. Su carácter, su forma de ser, todo... Y todavía no soy capaz de admitir lo que siento.

No, no y no. A mi me gusta Miriam. Sí, Miriam, eso es. Y ahora me he de centrar para recuperarla. Miriam es mi pasado y mi futuro.

Miriam, Miriam, Miriam, Lea. No puedo, todo me recuerda a ella. ¿Debería pedirle salir? No, claro que no. Primero me he de centrar en ayudarla. Ayudarla, y cuando ya este bien, que pase lo que tenga que pasar.

LEA POV'S:

¿Porque se ha ido Louis? Creí que se quedaría hasta mañana. ¡Que más da!

Si que deve de estar enfadado. Tampoco ha sido para tanto... solo es mi vida. ¿A quién le importo? A nadie.

-Oye, ¿que me paso?-pregunto. Aún no me lo han explicado.

-Verás, te lo tendría que explicar el doctor, pero no se va a morir, ¿no?-sonrío, me cae bien-Lea, has de dejar de beber en esas cantidades. Estabas tan borracha que te desmayaste, con la mala suerte que te golpeaste la cabeza.

Ruedo los ojos. Menuda tontería.

Ni que hubiera hecho los mismo que hizo Louis, eso si que es mala suerte.

¿Que le habra pasado? Se le veía triste. Pero, por mi culpa no creo. ¿O si? Voy a llamarle.

David, el enfermero, se levanta y se va.

El primer pitido suena. Después otro. Así hasta cinco. Mierda. Tiro el móvil hasta un lado de la cama y cierro los ojos para intentar dormir.

No puedo. Llevo bastantes dias durmiendo, no creo que pueda dormir por un mes.

Cojo el mando de la televisión. Cambio el canal, haciendo zapping, hasta encontrar algo entretenido.

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Mrs.Hemmings. x.