017.

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El aire en la habitación estaba tenso y yo no podía mirar a nada que no fuera el piso. Mis dedos empezaron a temblar encima de mis rodillas y mi corazón no paraba de palpitar. Sabía que esto vendría, pero no lo veía tan de repente, quisiera haberme retenido un poco más.

A pesar de tener mi nerviosa mirada fuera de las tres personas que me acompañaba en la habitación, podía notar dos de éstas observándome fijamente. "Julia" y el director.

Sin embargo, pude ver que Lily no tenía una mirada muy agradable en dirección a la chica y sabía muy bien el por qué.

- Te lo advertí, Taehyung -la voz del hombre resonó en la oficina tan fuerte que me hizo mirarlo por primera vez desde que entré. No era vergüenza lo que sentía, era impotencia-. No quisiera hacer esto...

- Pues no lo haga -resopló la castaña a mí lado y clavé mi mirada en ella sin poder creer la forma en que le estaba hablando-. ¿Qué culpa ha tenido él? ¡He sido yo! -exclamó.

Dejé salir un casi inaudible jadeó ante sus acciones; no decía mentira, pero la culpa la teníamos los dos.

Mas el hombre pareció ignorar su enojo y cuando lo miré me di cuenta que no había apartado la mirada de mí en ningún momento. Se encontraba inexpresivo y sus ojos eran indescriptibles.

Hasta que levantó su mano derecha con desdén hacia mi dirección.
- Estás despedido.

- ¡Debe estar bromeando! -exclamó nuevamente Lily, levantándose de su asiento con los ojos encendidos en furia. Más aún cuando la chica intentó acercarse a ella-. ¡No te atrevas a abrir la boca, maldita zorra!

La imité para tomarla del brazo y suplicarle con la mirada que se detuviera; esperaba que mi eventual despido me doliera y que sintiera que lo estaba perdiendo todo, pero no se sentía así. Lo que me dolía era ver cómo ella se desgargantaba en mi defensa.

Me miró con el ceño bien fruncido, pero su mirada se encontraba suave, nublada entre unas lágrimas que no llegué a entender y decidí optar por creer que era la furia que estaba domando sus cabales.

Pero luego la voz del hombre me confundió.
- Salgan, -ordenó haciéndome mirarlo- hablaré a solas con la señorita James.

Intenté abrir mi boca en busca de explicación, pero por la manera en que el peli-negro me miraba, sabía que reprochar no era una opción. Así que me decidí a obedecerle saliendo junto a Julia, que llevaba una media sonrisa en los labios.

- ¿Por qué lo hiciste? -pregunté una vez cerré la puerta detrás de mí y ella se detuvo de espaldas.

No se giró completamente pero aún así pude ver cómo sonreía encogiéndose de hombros. Me molesté y mi mandíbula se tensó sin darme cuenta.

- Quise mantenerte alejado de ella -murmuró y mi gesto se volvió incrédulo.

Qué patético.

Pero cuando volví a mirarla bien, me di cuenta de un pequeño detalle: ella sí lo había intentado, pero Lily la había detenido.

Bufé.
- ¿Eso era lo que querías decirme con el papelito? -le pregunté. Sé que había notado lo irritado que estaba por el tono de mi voz, el cual la hizo girarse completamente hacia mí. Sin acercarse.

Volvió a encogerse de hombros y rodé los ojos.
- Realmente te quería para mí -admitió, y mi rostro quedó plasmado en desagrado hacia ella-. Pero ella ya te tenía -resopló y pude ver un poco de diversión en sus palabras, aún mezcladas con resentimiento. Me miró con una ceja arqueada y negó con una sonrisa-. Ella siempre obtiene lo que quiere.

Y después de aquel murmuro, que sonó más para sí misma que para mí, giró sobre sus talones y desapareció del pasillo.

Me llevé una mano hacia mi barbilla, restregándola, frustrado. No sólo por las palabras dichas por el director hace unos minutos, sino también porque sentía que aquello no me importaba tanto como debería. Sentía que otra cadena había sido rota.

Pero no fue hasta que miré hacia la puerta de la oficina que me di cuenta que aún seguía parado ahí y que ellos también estaban teniendo una rabiosa conversación. Y aunque podía haberme ido en ese momento, siguiendo a mis modales, no hice más que inclinarme hacia la puerta para intentar escuchar su pelea.

- No puedo creer que hiciste lo mismo otra vez, Liliana -gruñó el hombre.

¿Otra vez?

La joven no respondió aunque esperaba que lo hiciera, solo para aclararme la duda de por qué él había dicho esa palabra clave que me hizo fruncir el ceño.

- ¿A caso no has tenido suficiente? -volvió a reprochar y me acerqué aún más a la madera tratando de escuchar la voz de Lily, pero ésta aún se mantenía en silencio-. Ese hombre...

Hasta que la escuché.
- Lo siento, lo entiendo -susurró, parecía avergonzada, rendida. A diferencia de hace minutos en que estaba hecha una fiera hablando con el mismo hombre.

¿Qué estaba pasando?

Un minuto de silencio ocurrió en la habitación y mi corazón empezó a batir fuertemente contra mis costillas mientras que un mal presentimiento me batía la cabeza.

El hombre dio un suspiro resignado y pude escuchar que ambos se levantaron de sus sillas. Sé que debía de haber retrocedido pero no lo hice.

- Suerte que ya me estoy graduando -la escuché murmurar justo antes de que la puerta se abriera frente a mí y nuestros ojos conectaran.

Ella no se veía bien. Yo no me sentía bien. Y sabía que por la forma en que me miraba, había algo que quería decir. Algo que no me iba a gustar.

Y así fue.










(si no entendieron lo de julia, vuelven al capítulo ocho y entenderán)

faltaaaaaan treeeeees capiiiiituuuuloooossss maaaaaaasss para que se acaaaaaaabeeeeee

NO ME CREO QUE VOY A ACABAR MI SEGUNDA NOVELA FAV

NUNCA HE TERMINADO DOS HISTORIAS EN MI VIDA CREO QUE LLORARÉ

lily le dirá que está embarazada xdxdxd

mentiraaaaaaa xd















o tal vez no.

un beso,
- ema

MOANS | KIM TAE HYUNG.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora