7- El beso

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Ahora, que gran pregunta, ¿Que tipo de chica soy? Creo que ni yo se la respuesta.

 ¿Soy de esas chicas que se acuestan con todo el mundo y no sienten nada por ellos? No.

 ¿Soy de esas chicas tímidas que por miedo a que la rechacen no se acerca a ningún chico? Creo que tampoco.

 Creo que soy una chica...soñadora, autentica, no soy del tipo que odia el amor ni del que le teme, sino del tipo que anhela el amor, porque debe de ser un sentimiento maravilloso.

 Vuelvo a tierra. ¿En que estábamos? Ah, si, Clay me ha preguntado que tipo de chica soy. No le contestare lo que pienso, quizá le sonará ridículo.

-Tendrías que averiguarlo- le sonrío y me levanto- Tengo que irme- le digo.

-Buena respuesta, pero...- hace una pausa- Solo si tu me dejas podre averiguarlo- me mira esperando un sí.

-Bueno, veremos- le digo y pongo la mano en el manojo de la puerta.

-Espera-dice tras de mi- ¿eres nueva verdad? ¿donde vives?

-Si , más cerca de lo que crees- sonrío y señalo a la izquierda.

-Ahh, ¿vives aquí al lado?- dice sorprendido.

-Si- me encojo de hombros.

Quedamos en silencio por unos segundos, el silencio se hace incomodo así que me despido de él y salgo por la puerta. Pero cuando bajo del porche, ¡los folletos! Este chico me hizo quedar tonta y lo olvide, olvide los folletos, olvide que tenia que seguir repartiéndolos, olvide que le prometí a papa que lo haría, ya había pasado casi media hora y solo repartí un folleto. Así que vuelvo y toco el timbre.

-¿Tu de vuelta?- dice cuando abre la puerta.

-Olvide mis folletos.

-Ah si- dice revoleando los ojos, como si supiera que los había olvidado y estaba esperando a que volviera a buscarlos. 

Paso por el living y recojo los folletos que deje en la mesa. Cuando me doy la vuelta, me encuentro con la cara de Clay enfrente mío, a solo unos centímetros de mi, puedo sentir su respiración en mi cara, puedo ver sus ojos miel y grandes más bonitos que nunca.

Lo miro a los ojos, luego su boca, rosa como una rosa. El hace lo mismo. Veo en sus ojos que desea besarme, y mi virtud no falla, veo la verdad en los ojos. El me besa. Pone sus manos en mis mejillas, sosteniendome, pone sus manos en mi cabeza, con los dedos entre mis cabellos y a medida que el beso se va intensificando, sus manos aprietan más mis cabellos. 
Yo solo muevo mi boca, mi lengua, que se va enredando junto a la de el. Esta pasando, estoy besando al chico mas guapo del vecindario, y besa tan bien.

Lo necesitaba, necesitaba sentir esa sensación de unos labios mojados pegados a los mios, ya me había olvidado de como se sentía dar un beso.

Yo agarro los músculos de sus brazos, el pasa sus manos de mi cabeza a mi cuello, a mi espalda, a mi cintura y cuando va a bajar a mi trasero, lo alejo. 

-¿Que pasa?- dice- ¿No te gustó?

-No...digo si, es solo que...- nada sale de mi boca, quiero que este vacío de palabras lo llene con sus labios, pero no lo hace. 

Él va a la puerta y la abre, se hace a un lado para que yo pase y me mira sin decir nada. Paso por la puerta y me doy la vuelta.

-Adios- le digo. El asiente y me voy.

¿Que paso? ¿Me había echado de su casa? Quizá es uno de esos cabrones que no aceptan que los rechacen, o de esos que solo buscan fáciles. Si es uno de esos prefiero olvidarme de el y no verlo más, esos tipos de chicos no me van. Yo quiero a alguien que me quiera para toda la vida, no solo para una noche. Quizá la gente piense que es raro que quiera eso a los 17 años, pero yo lo veo así, lo siento así. Alguien que solo te quiere para una noche no aporta nada a tu vida, y yo en este momento quiero a alguien que si aporte, que me ayude a sacar esta tristeza que llevo dentro, que me alegre la vida.

Cuando termino de pensar estoy subiendo por las escaleras del porche, ¿que hago? Tengo unos 50 folletos en la mano ¿que iba a decirle a papá si me veía con ellos en la mano? Estaba cansada, quería acostarme en mi cama y dormir hasta la hora de la cena, pero no quería explicarle a papá de por que demoré casi media hora en repartir solo un folleto. Mi mente se iluminó, ya se lo que haré. Repartiré folletos por la cuadra y los restantes los tiraré a la basura.

El primer y ultimo amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora