23-La visita

40 0 0
                                    

Grito con las manos arriba mientras el aire choca en mi cara llevando mi cabello hacia atrás. No tengo miedo, me siento libre. Con Clay puedo ver otra perspectiva de la vida y animarme a superar mis temores. No me importa si mañana muero, o si hoy me quiebro una costilla, lo que me importa es vivir el momento y disfrutar cada minuto como si fuera el último. Ahora soy libre, ahora no me importa más nada que yo y el chico que esta manejando la moto delante de mí.

Clay frena frente a su casa y bajo de la moto. Llegó el fin de una gran noche. Sonrío como una tonta y lo quedo mirando. Se saca el casco y se arregla el pelo que tenía algo despeinado. 

-Hora de volver a casa princesa- me dice con una sonrisa.

-Ha sido una noche estupenda, gracias- le digo sin dejar de sonreír, doblando mi cabeza a mi hombro y juntando los brazos.

-Lo sé- se baja de la moto, se acerca a mi y pone su mano en mi mejilla.

 Siento el impulso de besar esos labios otra vez, pero debo contenerme, estamos frente a su casa y al lado de la mía, podrían vernos, aunque sean las 3 de la mañana, nunca se sabe.

-Bueno, adiós- saludo con la mano y me muerdo el labio. Me doy la vuelta para irme pero el me toma del brazo y me tira hacia él para besarme.

A la mierda todos, levántense, abran las ventanas y miren este espectáculo.

Devoro sus labios como si fuera la última vez, nuestras bocas se entienden tan bien. Sus labios parecen estar hechos a la medida de los míos, nuestras bocas parecen estar hechas para encajar como un rompecabezas.

Nos separamos con una sonrisa y cada uno hace su camino.
Abro la puerta con sigilo y entro a casa. Suspiro. Una larga y gran noche. Ni en cien años de mi vida olvidaré esta noche. La noche en que comenzó todo.

Tardo unos 2 minutos en subir las escaleras despacio, intentando no hacer ni un mínimo ruido. 

Ya arriba, abro la puerta de mi cuarto y cuando entro la vuelvo a cerrar. A oscuras, me pongo el pijama y entro a mi cama. Pero cuando la destapo, un intruso acurrucado está en ella. La sacudo para despertarla y ella se despereza.

-¿Que haces aquí Ellie?- susurro. Ella abre los ojos y cuando me ve sonríe. 

-¿Como estuvo la escapada?- ríe sentándose en la cama.

-¿Como sabes que...?-agrando los ojos- dime que no le has dicho a papá por favor.

-Tranquila, vine aquí a encubrirte.

-¿Y como te diste cuenta que me escapé?

-Es que...bueno, quería preguntarte algo y cuando vine me encontré con almohadones debajo de la frazada así que fue fácil deducirlo.

Volteo los ojos- Bueno, ni se te ocurra contarle a papá de esto ¿ok?

-No lo se, últimamente te estoy encubriendo mucho y no recibo nada a cambio, creo que- comienza a subir él tono de voz y le tapo la boca.

-Shh, ¿que quieres?

-Mmm- lo piensa- dormir aquí.

-¿Enserio?- levanto una ceja- que barata eres- me acuesto a su lado.

Ella se queda sentada sin decir nada.

-¿Vas a dormir?- le pregunto.

-Steph...¿tu crees que...mamá este aquí?

-¿Porque lo dices?- me siento de golpe.

-Es que...hace tiempo que no puedo dormir bien, siento que mamá me esta vigilando y eso me da miedo o, no se- baja la cabeza.

El primer y ultimo amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora