8-Mi nuevo instituto

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Faltaba una hora para la hora de la cena cuando llegué. Subí a mi cuarto y me acosté en mi cama. Estaba muy cansada como para reparar en lo que había pasado este día. Nos conocimos hace solo un día y el ya me beso, creo que fue algo apresurado, pero no me quejo, si a decir verdad, lo necesitaba.

Antes de cerrar mis ojos me acorde de Scott, su mensaje.
Me sentí mal por no haberle respondido, creo que no debería haberme enojado con el por la carta, el solo dijo lo que le estaba ahogando hace mucho. Me parece un poco injusto que venga a decirme esto ahora que no nos veremos más y ni siquiera me lo diga en persona (y sobrio), si no en una carta. Pero también nunca se imaginó que me iba a mudar de un día para el otro, se sorprendió tanto como yo. Quizá habrá pensado que ya habría tiempo para decírmelo, pero no fue así, y por eso tomo esa decisión.

"Hola Scott, yo también te extraño, claro que iré a visitarte pero no será ahora, quizá en un tiempo. Mañana empiezo las clases ¿Y tu?" «Send»

Los dos nos hacemos los desentendidos. La carta nunca existió. El no esta enamorado de mi. Cierro los ojos y entro en un sueño profundo.

-Steph, no quiero seguir mintiendo que quiero ser tu amigo, no quiero seguir con esta mentira, te deseo Steph, quiero que seas mía, ¡mia! ¡mia!- Scott aprieta sus labios contra los mios fuertemente. Yo trato de alejarlo, pero no puedo, mis músculos no responden, no me puedo mover.
-¡Sueltala!- grita una voz familiar. Es clay.
-¡¿Tu quien diablos eres?!- grita Scott.
-¡Ella me ama a mi!- grita Clay.
Scott saca un arma de su bolsillo y apunta a Clay, se siente un disparo y todo queda en negro.

-¡Ah!- doy un brinco en mi cama. 

¿Que ha sido eso? Que sueño tan raro y tan bizarro. Me incorporo con el corazón a mil. Me río de lo bizarro del sueño ¿Scott diciendo que me desea, y sacando un arma? ¿Que yo amo a Clay? -largo una carcajada- Veo la hora de mi celular: 8:00 am. Dormí desde las 7 de la tarde hasta las 8 de la mañana, y lo peor, no cene. Me parece raro que papá no me haya despertado para cenar. En fin, en 1 hora entro al colegio y tengo que bañarme, aprontarme, desayunar y salir.
Voy al cuarto de papá que esta tirado boca abajo en su cama durmiendo como una marmota.
-¡Oye! ¡Ya es hora de levantarse! ¡Es lunes!- le grito aplaudiendo.
-Ahh, ¿que?- el mira su reloj- mierda, es tarde- dice.
-Suerte que me desperté, si no ustedes dos dormirían como unas marmotas y nos perderíamos el primer día de clases.
-Lo siento hija, es que ayer no he podido dormirme- se levanta- ve a bañarte que yo prepararé el desayuno, ¡ah! Y despierta a Ellie.

Voy al cuarto de Ellie y le tiro un almohadón en la cara, prendo su radio con rock pesado y me voy a bañar.

Papá deja a Ellie en su escuela. Por suerte, todavía esta en primaria y mi instituto es solo secundaria. Luego me deja a mi frente al instituto, le doy un beso y bajo del auto. Al parecer es una escuela moderna, con paredes color beige y un cartel gigante que dice "Liberty High School".
Dentro, los pasillos están abarrotados de gente apurada yendo a sus clases.
Mi clase es la b-6 pero no tengo idea donde es, el instituto es muy grande y me pierdo. Una chica de pelo negro esta en la puerta de una clase y le pregunto si esta es la "b-6".

-Es la indicada- dice ella con una sonrisa. Hoyuelos se forman en sus mejillas y me hace acordar a Clay.

-¿Eres nueva?- me pregunta.

-Si, así es- asiento.

-¿Sabes algo? cuando aquí hay una nueva chica, y es linda como tu, el instituto se alborota, se renueva, mejor dicho.

-¿Y eso es bueno o malo?- digo con cara de preocupación.

-No lo se, todo depende de ti- me sonríe y me indica que me siente en el asiento que esta al lado de ella.

Me preocupa lo que acaba de decir, espero no sea como ella dice.

 El profesor de literatura entra y nos da los buenos días. Ni bien deja sus cosas en el escritorio ya empieza a copiar en el pizarron.

-Profesor ¿ya empezará a escribir? - dice ella- Que aburrido- murmura.
- Señorita Farrel, ¿quiere pasar y escribir usted?- dice el profesor.
- No, paso- dice recostada en el respaldo de la silla con los brazos cruzados. Yo la miro y me río en voz baja.
-Soy Leila- me susurra ella.
-Soy Stephanie- le susurro.
-¿De donde vienes?- me pregunta.
-De Seattle, me mude aquí hace unos días.
-¿Señorita? ¿Primer día aquí y ya esta charlando?- interrumpe el profesor.
-Lo siento profesor, solo me estaba presentando.
-Bueno entonces supongo que no le molestara presentarse frente a toda la clase.

Quedo mirando a todos lados sin decir nada. 

-Vamos, preséntese señorita.
-Ahh...me llamo Stephanie Walker y...vengo de Seattle, tengo 17 años y...me gusta la literatura- digo sonriendole al profesor. La mitad de la clase ríe. El profesor me mira con una ceja arqueada.
- Mmm Stephi- murmura una voz masculina en el fondo. Pero no me atrevo a mirar para atrás.
-Muy bien señorita Walker, ahora puede sacar su cuaderno y copiar- dice el profesor y yo obedezco.

Toca el timbre y suspiro. La mano me ardía de tanto escribir. Los demás chicos salen corriendo de la clase, yo agarro mis cosas tranquilamente mientras Leila me espera.
-¿Siempre les hace copiar tanto?- le pregunto a Leila cuando salimos de la clase.
-Si, la mayoría de la gente no aprueba su materia porque solo nos hace copiar y no explica nada, una vez fuimos a hablar con la directora sobre eso para que lo despidan, pero no funcionó, yo solo copio algunas palabras para que crea que copio todo, con una mano sostengo el lápiz y con la otra sostengo el celular, deberías intentarlo, es bueno y el nunca se da cuenta- me dice y reímos.
-¿Y no te importa recursar la materia?
-¡Claro que si! Seria un bodrio tener que hacerlo, para los exámenes me llevo papelitos con las respuestas y los apruebo, también deberías intentarlo, el nunca se da cuenta.
-Veo que me quieres llevar por mal camino- le digo y reímos.
- Más bien sería un buen camino para ir de fiesta los fines de semana.
-¿Fiesta? ¿Vas todos los fin de semana?
-Si, y también deberías intentarlo- ríe- Aquí cerca hay algo así como una casa de la fraternidad donde hacen fiestas todos los fines de semana, y claro que yo no falto.
-Ah, yo no soy mucho de ir a fiestas.
-Bueno, si te juntas conmigo tendrás que hacerlo, este fin de semana hay una, puedes ir conmigo y unos amigos si quieres y te pasamos a buscar.
-Ahh no lo se...
-No lo pienses mucho, ¡vive la vida, ve de fiesta! ¡Yiuju!- dice moviendo las caderas y se va moviendo el trasero de un lado a otro, las miradas de los chicos se desvían cuando ella camina.
La miro sonriendo y luego dejo mis cosas en el casillero.

Una mano grande se apoya en mi casillero y lo cierra de golpe. Me doy la vuelta. Un chico con grande sonrisa y ojos verdes aparece en frente de mi vista, a solo unos centímetros. Un deleite para mis ojos diría yo.

-Stephi, ¿verdad?- dice sin sacar la sonrisa de su cara.

- Stephanie- digo corrigiéndolo, nunca me han llamado así porque nunca me gusto ese apodo, me parece un nombre de niña débil y mimada, y yo no soy así.

-Soy Reino- me dice.

 Le sonrío y me giro hacia la izquierda para irme pero el apoya la otra mano en los casilleros y me acorrala con los brazos.

-¿Q-que haces?- le digo con el ceño fruncido. El mira al costado y saca los brazos. Me tiende la mano- Es un gusto stephi.

Quedo mirándolo seriamente, le dije bien claro que me llamo Stephanie, pero en fin, trataré de ser amable. Le sonrío falsamente y le sacudo la mano.

- Hay una fiesta este fin de semana, vi que estabas hablando con Leila, ella ira con nosotros, deberías ir.

-Si, ya me lo dijo, pero no se, creo que tengo planes.

- ¿Crees que tienes planes?- ríe- Estate pronta el sábado a las 12, te iremos a buscar en mi auto-se va sin decirme más nada. 

¿Quien se cree que es? ¿Cree que puede llamarme como quiera y decidir por mi en lo que quiera? Este chico desde ya me cae mal, aunque tenga esos ojasos verdes. Me quedo tranquila porque ni siquiera saben mi dirección.

El primer y ultimo amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora