El primer y ultimo amor

12-Una cita y una desilusión

    Me despierto con el ruido del celular, un numero desconocido me llama. 

-¿Hola?- Atiendo con voz de dormida.
-Hola Steph...- conozco esa voz, pero recién despierto y no puedo siquiera pensar en quien es.
-¿Quien eres?- pregunto.
-Soy Clay...-dice y me incorporo en la cama rápidamente, despertándome de golpe.
-¿Clay? ¿Que pasa?
-Nada, solo quería darte las gracias por salvarme ayer- suelta una risita.

 Me la imagino y me estremezco, esa sonrisa, sus dientes grandes y blancos, sus hoyuelos. Sonrío.

-No es nada, estabas mal, alguien tenia que hacerlo.
-Si...lo siento si te dije algo que no debía, no me acuerdo de nada, solo de cuando me agarraste del brazo y me llevaste a un taxi, he pasado la noche despierto tratando de recordar lo que había pasado.
-Tranquilo, no dijiste nada que no sepa- río, porque en realidad si dijo algo que quizá nunca sabría-Oye, ¿no has dormido nada?- le pregunto.
-No, llegue y me bañe, pero no he pegado ojo en toda la noche, estuve pensando en ti- dice y me sonrojo, empiezo a respirar agitadamente y alejo el celular mientras sonrió.
-¿Ah si? ¿En que?
-En como me has ayudado, enserio, si no fuera por ti quizá me hubiera ido en la moto y quien sabe que pasaría, no se como agradecértelo.
-Ya me lo agradeciste, no fue nada.
-Amm...¿podríamos vernos hoy?- mi corazón comienza a latir fuerte ¿que decirle?
-¿Estas ahí?- dice.
-Si, si, es que...no lo se.
-Vamos, no lo pienses mucho.
-Mm, esta bien, ¿a donde iremos?
-Estaba pensando en ir a comer a algún lado, como agradecimiento, claro.
-Bueno, ¿a que hora?
-Pasare a buscarte en la moto a las 8 ¿esta bien?

¡¿Que?! ¿En la moto? Nunca me he subido a una moto, menos iré en la de el, que ni usa casco.

-Aahh ¿porque mejor no vamos en un taxi?- repongo.
-Tranquila, iremos con casco, iré despacio, no nos mataremos- ríe.

Bueno, no será tan malo, siempre hay una primera vez para todo.

-Esta bien, nos vemos a las 8.
-Okey, nos vemos linda.

  Al decirme "linda" veo que no va a ser una cena solo de agradecimiento, quizá quiera avanzar conmigo, no se que hacer, no se si ceder...aunque a veces lo mejor es dejarse llevar y vivir la vida...gran frase ¿no?

Busco en mi armario pero no encuentro la ropa adecuada, me hace falta ir de compras. Decido llamar a Leila, quien se ha convertido en mi modista prácticamente. 

-¿Steph?- atiende.
-Si Leila, ¿estas ocupada?
-No, estoy aburrida, ¿tienes algún plan?
-Si...una cita.
-¿Quieres salir conmigo?- dice y largo una carcajada.
-No Lei, tendré una cita con un chico.
-¡¿Enserio?! ¿Con quien? ¿Con Reino?- cuando lo nombra me hace sentir mal, se que le gusto, y saldré con el chico que odia. Suplicó a dios que no se entere, o mejor le suplico a Leila.
-¡No! Y Reino no lo puede saber ¿si? Ni nadie.
-Bueno pues ¿con quien?
-Se llama Clay, ¿lo conoces?
-¡¿Clay Densin? ¡¿Enserio?!- grita y alejo el teléfono de mi oído.
-Si, bueno no se su apellido, pero ¿por que te sorprendes?
-Es el enemigo de Reino, Clay se acostó con su novia- me paralizo, entonces de quien hablaba Clay anoche era de Reino, y por eso puso esa cara cuando lo vio.
-No lo puedo creer, por eso te pido que Reino no sepa nada, anoche me dijo que me alejara de Clay, que me haría daño, pero no sabía que era por eso.
-Si...sabes, Clay no tiene una muy buena reputación en el barrio, más bien lo tienen como el roba novias y rompe camas- ríe- no dudaría de que haga contigo lo mismo que hace con todas.
-¿Y que hace con todas?
-Ya sabes, las seduce para llevárselas a la cama y luego las olvida. 

Se me hace un nudo en la garganta. Las lágrimas amenazan con salir. ¿Como puede decirme todo esto y acabar con mi ilusión en un segundo?

-¿Hey, estas ahí?- dice pero no contesto, corto la llamada y tiro el celular en la cama.

 Las lágrimas empiezan a salir, el corazón me late fuerte, pero de dolor. Creí que nunca lloraría por nadie más que por mamá, pero mírame, aquí estoy, tirada en la cama derramando lágrimas, mas frágil que una flor. Si no creería en lo que Leila me dijo, no estaría llorando, estaría preparándome para ir a la cita, pero no. La verdad esta en su reputación, en lo que ha logrado que la gente piense de el, si a todas las quiere para acostarse con ellas, ¿por que conmigo iba a ser diferente? Yo no quiero eso, no quiero que se acueste conmigo y al otro día me olvide, no quiero que me lastime más de lo que estoy. No iré a la cita, y tampoco le avisaré, no le contestaré, no quiero verlo mas, no es el tipo de chico que preciso en este momento de mi vida. Agarro el celular y lo apago. Me acostaré a dormir, no quiero que nadie me moleste.