11-La fiesta

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Cuando voy a bajar a avisarle a papá, suena mi celular.

Mensaje de Scott: "Hola Steph, perdón por no haberte respondido antes, es que mi celular se rompió, yo también empecé las clases, por suerte no estoy tan solo como creí, conocí a una chica en el colegio y nos llevamos muy bien, y tu ya te hiciste algún amigo?"

Me alegra leer eso, me gustaría mandarle "cuidado no te enamores de ella como de mi" pero sería muy cruel. Se que cuando pregunta si me hice algún amigo no es en general, quiere saber si conocí algún chico, claro que no le contaré lo de Clay, es muy raro, ni yo entiendo que paso entre él y yo, menos lo va a entender un tercero. No se que contestarle y no tengo mucho tiempo para pensarlo, así que bloqueo él celular y voy a abajo.

Papá está en la computadora como siempre.

-¿Te quedaras hasta tarde ahí?- le pregunto. Él no contesta, esta muy concentrado -¡Papa!- le grito. Él se asusta y se da vuelta en la silla.
-Ah, ¿que hija? perdón.
-Hoy tengo un cumpleaños- le digo.
-¿Hoy? ¿A que hora?
-A las 12 me pasan a buscar.
-¿A las 12 un cumpleaños?- me mira dudando.
-Si papá, no es un cumpleaños de niños, iré con unos amigos del instituto.
-Bueno hija ve- me sonríe- me alegra que estés haciendo amigos.

Le doy un abrazo y un beso y subo arriba. Mientras espero que Leila venga me delineo lo ojos de negro y me paso rímel en las pestañas, me pongo un poco de rubor y me pongo brillo en los labios.

12:00 pm.
Tocan timbre y bajo casi corriendo. Papá ya esta acostado y Ellie también. Le abro la puerta a Leila y la hago pasar a mi cuarto, ella esta con una mini negra apretada y un top negro, se puso unas plataformas también negras que la hacen quedar alta.

-Estas muy linda Leila, y veo que te encanta él negro- le digo.
-Gracias y si, es mi color favorito, tu también vas a quedar linda ya veras- me dice.

 Al final me convence de ponerme la pollera de cuero negra con la blusa roja. Busca en mi armario y encuentra unas plataformas parecidas a las de ella.

-Amm..no -le digo- me van a hacer quedar muy alta.
-Mejor, además esa ropa no combina con zapatos, no hagas él ridículo- me sienta en la cama, me agarra los pies y me pone las plataformas. Me paro y ella me dice que estamos de la misma altura. Las dos somos medianas, ni muy altas ni muy bajas y tenemos la misma talla. 

Me mira los labios y frunce él ceño.

-No iras con ese brillo ¿verdad?- me dice.
-¿Porque? A mi me gusta.
-Si pero es para ir a un casamiento no a una casa de Fraternidad- dice y le tapo la boca.
-Shhh- susurro- le dije a mi padre que tengo un cumpleaños.

Ella ríe y saca de su bolso un pinta de labios rojo. Me lo pasa por los labios y luego me lleva hasta él espejo grande para verme.

-¿Ves? Hasta estas mas linda que yo, que envidia- me dice.
-Wow, nunca me había visto así, tan...
-¿Puta?- termina por mí.
-No iba a decir eso pero si ser puta es bueno, hoy soy una gran puta- digo y las dos largamos una carcajada.

Bajamos del porche de afuera y un chico que esta del lado del acompañante chifla. Leila me abre la puerta del auto y subo al asiento de atrás, ella hace lo mismo. Él conductor me mira por él espejo retrovisor, es Reino. 

-Te dije que vendríamos Stephi, yo no miento- me dice con una sonrisa.
-Si no fuera por Leila no estaría aquí- le digo. Él sube la musica del auto a todo lo que da. Veo que cada tanto me mira por él espejo retrovisor y me pone algo incomoda. 

Llegamos a una casa de dos pisos bastante grande, parece una mansión.

-Aquí es- dice Leila, abre la puerta del auto y sale. Yo también salgo y miro la casa sorprendida.
-Bienvenidos a mi casa- dice Reino.
-¿Que qué? ¿tu vives aquí?-le digo sorprendida.
-Así es, con un par de chicos más.
-No me digas que tu también vives aquí- le digo a Leila.
-No- ríe con cara de sufrimiento al mismo tiempo- pero quisiera, él año que viene, cuando cumpla los 18 me mudaré aquí, o eso espero, vamos- dice agarrándome del brazo y llevándome a la puerta.

El primer y ultimo amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora