Capítulo 7: Carver

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Nota:

¡Hola! Tengo una pregunta que ya me está desesperando, en cualquier momento me agarra un paro cardíaco. ¿Alguien sabe, por casualidad, cuándo sale el próximo episodio de The Walking Dead, el juego? Si saben, por favor diganmelo. Gracias.

Ya las dejo con el cap, ¡voten y comenten!

Nick y yo escapabamos de los caminantes que nos seguían, pero aparecían más, por lo que él, tuvo que empezar a liquidarlos a los tiros. Y yo quise darle una cachetada. ¿Acaso no sabe que el ruido atrae a los infectados? ¿Acaso no sabe que ellos tienen un oído muy desarrollado? Pues, si sobrevivió todo éste tiempo a esas cosas debería estar infromado de eso. 

Igualmente no podía decirle absolutamente nada. El pobre había perdido a su tío, la única familia que le quedaba. Y su expresión de dolor al verlo morir, me recordaba un poco a mi cuándo descubrí a mis padres convertidos en caminantes. Ese día fue terrible. Aquel día, había perdido a tres muy buenos amigos. De todas maneras, eso ya no importaba, recordarlos no los traería de vuelta conmigo. Lo que si importaba, era salir de ese bosque con vida.

Logramos llegar a una extraña autocaravana, en la cual entramos y nos encerramos. Pasados unos segundos, comenzamos a escuchar los gemidos de esas criaturas. Me senté en el suelo, intentando normalizar mi respiración, pues estaba demasiado agitada. Nick se sentó en frente de mi, y se tapó la cara con las manos. Él estaba mal, triste, y con ganas de mandarlo todo a la mierda, yo lo sabía. Sabía exactamente como se sentía. Fisica y mentalmente agotado, seguramente.

—Nick, ¿estás bien?.—le pregunté lenta y cuidadosamente, aunque sabía perfectamente como se sentía. Como si le desgarraran el alma, y como si le hubieran roto el corazón. Eso pasa cuando te encariñas con alguien y finalmente lo pierdes. Pero, es inevitable no querer a una persona.

 —No, y no creo que vuelva a estarlo. Perdí a la única persona que me quedaba de mi familia, Clementine. Ya no tengo a nadie. ¿Sabías que también vi morir a mi madre? Justo enfrente de mi, y yo... tuve que matarla. Tuve que tomar una maldita escopeta, y dispararle—me contó con la voz quebrada. Suspiré profundamente.

—Te entiendo, Nick, te entiendo. Yo fui perdiendo a cada uno de mis compañeros, pero logré salir adelante, no hay que mantenerse enganchado en un solo recuerdo. Hay que seguir adelante y ayudar a las personas que te importan. Y no estás solo. Luke, Rebecca, Alvin, Carlos y Ally están contigo. Y yo también.—agregué. Y él se limpió una lágrima rebelde que se le había escapado, y esbozó una forzada sonrisa.

—Gracias. Lamento que no hayamos encontrado a tus amigos, pero te aseguro que los hayarás.—prometió con sinceridad. Yo no estaba tan segura de ello. Es más, ni sabía si seguían vivos. Pero, algo dentro de mi, me decía que ellos estaban perfectamente bien y habían logrado escapar de las garras de los caminantes sin sufrir ningún rasguño.

—Gracias, Nick. ¿Cuando podremos salir de aquí?—pregunté cambiando de tema rápidamente. Él suspiró, mirando la pequeña puerta, desde la cual aún podían oírse los golpes y gemidos de los caminantes, los cuales estaban desesperados por entrar y devorarnos.

—Quizás en la tarde, pero debemos esperar, Clem. Si no lo hacemos bien, podríamos morir, y ya no me quedan balas—agregó, apoyando la cabeza en la pared, y cerrando los ojos, como si fuera a dormir. Y me quedé callada, esperando a que las horas pasaran rápido para poder volver a la casa y estar por fin a salvo.

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Al llegar la tarde, Nick y yo dejamos de oír cerca los caracteristicos ruidos de los caminantes, aunque aún se escuchaban a la distancia. Él tomó una botella de vidrio que había en el suelo, dispuesto a defenderse con ella si hacía falta. Al abrir la puerta, nos encontramos con que los infectados, los cuales ahora eran solo 4, rondaban por ahí. Nick golpeó a uno de ellos con tanta fuerza, que hizo ruido, lo cual atrajo a los demás

—¡Corre, Clementine! Yo estaré bien, lo juro. Pero, debes correr. Busca a los demás—me ordenó en un grito, por lo que los caminantes avanzaban con pasos lentos y torpes hacía él. Yo no pude hacer otra cosa que obedecer y correr. Por suerte no oí los gritos, por lo que pensé que quizás podría haberse salvado.

Al llegar a la casa, Luke, Alvin, Rebecca, Carlos y Ally, me recibieron preocupados por la ausencia de Nick y Pete. 

—¿Dónde están? —preguntó Luke, algo alterado y realmente preocupado.

—Nick está bien, me pidió que los llamara. Pero, Pete... —no continué, pues por sus expresiones comprendí que habían entendido lo que había pasado.

—Joder. Él está muerto por tu culpa. —me acusó Rebecca, y yo rodé los ojos.

—Rebecca, no fue su culpa, no fue culpa de nadie. Solo hay que ir a buscar a Nick. Dime que está bien. —pidió Ally con tristeza.

—Está bien, nos habíamos escondido en una autocaravana. Pero, está bien. —contesté y ella suspiró de alivio.

—Pues... vamos a buscar a ese chico. —avisó Carlos tomando su escopeta. Luke lo imitó, al igual que Alvin y Rebecca. —ya sabes las reglas, Ally, no le abran la puerta a nadie. Podríamos encontrarnos con Carver, y no queremos eso. —advirtió, y junto a los demás se fue, antes de que pudiera preguntar quién era aquel tipo.

—¿Quién es Carver? —quise saber, mirando a Ally, quién desvió la mirada, algo nerviosa. —dime. —exigí. Ella suspiró incomodamente.

—Cuándo todo esto inició, nosotros eramos un grupo mucho más numeroso, y Carver era uno de nuestros compañeros. Pero, el abuso de poder lo llevó a cometer acciones que no voy a mencionar. También se acostó con Rebecca. Por eso ella me confesó que piensa que el bebé es de él. Alvin... lo consideró una traición y digamos que nos separamos de ese grupo. Ahora está buscandonos. Y mi padre hace lo imposible para protegernos, pero algún día ese tipo va a encontrarnos.—finalizó.

—Pero... no sabe dónde estamos. —afirmé, y ella se encogió de hombros, algo insegura.

—Eso no lo sé. Pero... —de pronto desvió la mirada a la ventana, y su rostro perdió todo el color que conservaba. —es él.—susurró. Me volteé y pegué mi rostro a la ventana, viendo a un hombre de unos cuarenta años, aproximarse a la puerta. Dio unos cuántos golpes, y miré a Ally, quién todavía procesaba la información.

—Debo esconderme, o amenazará a mi padre poniéndome en peligro. Debes abrirle, pero cuándo esté escondid. Por favor, ayúdame. —suplicó ella, con algo de desesperación.

—Vale, ve arriba. —indiqué. Ella me pasó un pequeño cutter, con el que podría defenderme si algo se me iba de las manos.

—Por las dudas. Nunca se sabe. —y corrió escaleras arriba. Yo con el corazón latiendo a mil, me aproximé a la puerta, y abrí, encontrandome con el hombre de nombre "Carver".

The Walking Dead: Season TwoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora