Nota:
¡Hola, criaturitas del señor! Okno Escuchen, mejor dicho lean xD, ok, creo que empezaré a subir caps de mis noves los fines de semana, porque sino es muy desorganizado. Y asi aprovecho la semana de clases para estudiar.
Espero que entiendan, ya saben que los amo. Ahora, las dejo con el sensual cap del dia de hoy.
—Listo, ya quedó—avisó Carlos, terminando de coser bien mi herida, pues según él, como yo lo había hecho, no estaba "bien". Eso me ofendió, sin embargo, no dije nada pues ellos me estaban dando hospitalidad. Y no quería que pensaran que era una desagradecida.
—Gracias—dije mientras colocaba un par de vendas alrededor de la herida, e hice una mueca de dolor.
—Por cierto, sé que Ally te ha ayudado a tomar aquéllas cosas. Ella es mucho más inocente que tu—ajá, claro. "Inocente"—no quiero que vuelvas a acercarte a ella. Puedes corromper su mente, y yo no quiero eso—que sobreprotector. Luego de advertirme, salió del comedor en el que me encontraba. Acto seguido, Luke entró en el lugar, sonriendome levemente, y traía un plato de arroz en sus manos.
—Ven, Clementine. Come algo, debes tener hambre—pidió con una amable sonrisa, y sentandose a la mesa. Lo imité, situandome frente a él, y me pasó la comida. Vaya que estaba hambrienta, demasiado. Lo probé, y estaba muy delicioso, o hacía mucho que no comía arroz, o las dos quizás.
—Gracias, Luke. En serio—sonreí, y él también lo hizo. Luego de un par de segundos, decidió dirigirme la palabra.
—Y... ¿cual es tu plan? Digo... ¿que vas a hacer después de esto?—me preguntó con curiosidad. Miré pensativamente la pared unos momentos, y luego volví a mirarlo.
—Tengo que encontrar a mis amigos, y creo que iremos a Wellington. Según ellos, ahí estaremos a salvo, por el frío—expliqué encogiendome de hombros.
—Oh... entiendo, pero si no los encuentras, eres bienvenida aquí, A Ally le caíste bien, y eso no es muy común en ella. Ya viste como se hablaba con Nick allá afuera—comentó negando divertidamente con la cabeza.
—No se llevan muy bien, ¿eh?—pregunté alzando una ceja, y Luke río.
—No, no mucho. Aunque se soportan, pero a Nick le encanta molestarla. Y ya oíste ese dicho, "los que se pelean se aman"—contestó con una sonrisa.
—Pues yo no creo que se amen mucho—comenté riendo. Éste chico era muy simpatico. En ese mismo momento, Nick entró al comedor, y yo lo miré con frialdad. Llamenme rencorosa si quieren, pero aún no superaba que casi me matara por un disparo.
—Oye, Clementine. Siento mucho casi haberte matado. A veces me confundo, y bueno... ya tu sabes.—se disculpó con pesar, y mostrando verdadero arrepentimiento.
—Está bien, todos nos confundimos a veces—respondí sonriendo para tranqulizarlo. Suspiró aliviado, como si se hubiera quitado un peso de encima.
—Gracias, en serio. Ya puedo dormir en paz—comentó despreocupadamente, y luego subió las escaleras que llevaban al segundo piso de la casa.
—Recapitulemos, ¿Nick se disculpó?—preguntó Luke impresionado, unos segundos después. Asentí lentamente—ok, eso si es novedad. Mejor cambiemos de tema. Eh... ¿cuantas personas son en tu grupo?—quizo saber con curiosidad. Suspiré profundamente.
—Solíamos ser un grupo muy numeroso al principio. Pero, luego, fueron... muriendo poco a poco. Hasta que solo quedamos Ross, Max y yo—contesté con nostalgia.
—Lo siento. ¿Quieres hablar de eso?—me preguntó sonriendome.
—Creo que necesito hacerlo. Bien. Cuando todo comenzó, yo estaba con mi niñera, Sandra, y había perdido completamente el contacto con mis padres, ellos se encontraban en Savannah. Un día, un caminante entró en la casa, y ella me pidió que me escondiera. Eso hice, me escondí en la casita del árbol, y más tarde la escuché gritar. Un par de días después, unos adolescentes, llegaron. Tenía miedo, por lo que decidí no salir de mi escondite. Y no podía hacerlo, porque Sandra se encontraba rondando abajo—conté rápidamente, e hice una pausa.