Capítulo 19: Un momento romántico

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Nota:

¡Hola, chicos y chicas! Ok, en éste capítulo, va a narrar nuestra querida y amada Nati, para así demostrar un poco de su romanticismo (aunque sea un asco escribiendolo).

Voten y comenten. Los quiero (tanto como Ross a Nati :')

Punto de vista de Nati.

-Estoy harta de esto-dije a Ross, quién suspiró al oírme. Asintió, demostrando que estaba de acuerdo conmigo.

-Yo también, nena. Yo también.-replicó. Nuestro trabajo era limpiar ventanas. Genial, ¿eh? Y ya teníamos una humillación asegurada.

-Puto Carver, ¿quién se cree que es? Seguro que esto es una estúpida venganza por haberle gritado.-comenté.

-Eso debe de ser, pero no importa el trabajo que tenga, si es contigo.-Ross se sonrojo, y yo también. En serio lo había extrañado durante esos dos años. A él y a Max, y por supuesto a Clementine.

-No entiendo porque tuvo que golpearla. Solo tiene 11 años. No es un animal para disciplinarla.-dije sintiendo la furia recorrerme al recordar ese momento.

-Yo tampoco lo entiendo, ¿porque? Aunque admito que con su madurez, no parece solo una niña, parece más adulto que yo. ¿Recuerdas cuándo teníamos once, y una vez te lancé a tu piscina?-me preguntó. Sonreí al recordar eso.

-Si... y yo me hice la ahogada para engañarte.-agregué.

-No sabes el paro cardíaco que me dio cuándo pensé eso. Fui a buscarte, incluso intenté practicar el RCP.-dijo.

-Si... pero al final te enojaste conmigo.-conté frunciendo el entrecejo, aunque con una sonrisa divertida.

-Te lo merecías: me asustaste, casi me muero.-confesó sonrojandose. Por dios, cada vez que se sonroja parece un tomatito, es muy tierno.

-Eres demasiado tierno, más que un conejito.-comenté sonriendo enternecida.

-¿Me llamaste conejo?-quiso saber alzando una ceja. Me encogí de hombros.

-Si. ¿Que vas a hacer al respecto?-pregunté. Él lo pensó unos segundos, y luego me besó. Hermosamente hermoso, tierno y romántico me salió el Lynch. Al separarnos, me miró a los ojos.

-¿Quieres... ser mi novia?-me preguntó. Y yo casi muero de un ataque al corazón.

-Podríamos intentarlo.-contesté con una sonrisa. Volvió a besarme, y después continuó con su trabajo de limpiar las ventanas. Detrás de ellas, había como una especie de barrera, y detrás de ella, se escuchaban los gemidos de los caminantes. Y no parecían ser pocos.

-Oye, novia. Tenemos que pensar una manera de escapar de aquí.

-Bueno, novio. Tienes razón. -iba a decir algo más, pero en ese momento, Clementine llegó corriendo agitadamente a mi lado.-¿que pasa, pequeña?-Ross, al verla, dejó su tarea de limpiavidrios, y la miró con preocupación.

-Carver... mató a Reggie.-me contó con los ojos bien abiertos.

-Mierda. ¿Como? ¿Que fue lo que pasó?-preguntó Ross. Pero, yo no estaba sorprendida, desde que ese hijo de puta mató a Walter y a Max, sabía que era un puto psicópata.

-Estábamos Ally, Reggie y yo en el invernadero tres, cortando ramas muertas de las plantas. Yo seguía en shock, por... ya saben-señaló su mejilla-y no podía hacer bien mi trabajo. Entonces, Carver entró, vio que no había hecho mi trabajo, y le recriminó eso a Reggie. Dije que había sido mi culpa, y que él no tenía nada que ver con eso. Carver nos indicó a Ally y a mi que salieramos. Antes de que ella lograra preguntarme si estaba bien, Carver sacó a los empujones a Reggie.

-¿Y entonces?-pregunté.

-Entonces, como nos encontrábamos en una azotea, Carver empujó a Reggie por ella. -finalizó.

-A la jodida mierda. Alejate de él, no te acerques. Podría lastimarte-agregó Ross preocupado. Ella alzó una ceja, y señaló nuevamente su mejilla.

-Ya me han lastimado demasiado. Así que no te preocupes por eso.-yo iba a contestar algo, pero los caminantes lograron traspasar la barrera, y por consiguiente rompieron la ventana, entrando en el lugar.

-Oh vamos, ¿no puedo tener un puto día en paz?-dije molesta y tomando un martillo que había en el suelo. Rápidamente, aunque con cuidado y precisión, fui matando a los caminantes más cercanos.

De un momento a otro, noté que la pequeña había sido acorralada por uno, quién estaba sobre ella. Forcejeaban, el infectado iba ganando la batalla, y fue cuando intervine, atravesando su cabeza con el martillo.

Entonces, llegó Troy. Demasiado tarde, pensé. Con una escopeta en manos.

-No jodan, los dejo haciendo una jodida tarea, y no pueden ni con eso. -nos dijo a Ross y a mi. Rodé los ojos.

-Oh vamos, amigo. Los caminantes traspasaron solos la barrera, no los dejamos pasar nosotros. Así que no jodas.-replicó Ross. Troy gruñó.

-Tu, niña, ve adentro. Seguramente tienen una jodida tarea para que realices.-ordenó Troy a Clementine. Ella se dio la vuelta, y se fue por donde había venido.

-Oye, no le hables así. No tienes derecho.-comenté entrecerrando los ojos peligrosamente.

-Amiga, digamos que tu no puedes decir nada. Yo tengo estoy armado y tu no, yo tengo una escopeta y tu no, yo puedo matarte y tu no a mi, yo puedo apretar el gatillo y fugazmente morirías, yo podría dejarte ahí afuera a merced de los caminantes.-replicó.-ahora, sigan con su puta tarea.-y se fue.

-Estúpido tipo.-dije por lo bajo. Ross pasó uno de sus brazos por mis hombros.

-Ya, tranquila. Pronto nos iremos de aquí. -aseguró en mi oído. Asentí, aunque eso no era lo que me preocupaba.

Sabía que saldríamos de ahí, lo que realmente me preocupaba, era si saldríamos todos con vida.

The Walking Dead: Season TwoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora