Capítulo 8: Debemos irnos

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Carver me miró con una amable sonrisa, mientras que yo me mantuve de manera inexpresiva, para que no se confiara ni nada. Se apoyó en el marco de la puerta, mientras que yo alzaba una ceja de manera interrogante, como preguntando que carajos quería, aunque ya sabía que.

-Hola, niña. Soy su nuevo vecino, ¿como te llamas? -preguntó con curiosidad.

-Clementine. ¿Que haces aquí? ¿Necesitas algo? -quise saber.

-Si, de hecho, estoy buscando a mis compañeros. Seguramente los conoces. Son un chico de 17 años, una niña de tu edad, un viejo que usa carcaj y flechas, un médico español, un chico de 20 años simpático, un hombre de color, casado con una hermosa mujer embarazada. -había descrito de manera simple a las personas que conocía. Definitivamente, era Carver.

-Eh... no los conozco. -contesté intentando disimular mi claro nerviosismo. Él alzó una ceja, dejando ver que no me habia creído nada de nada.

-Eso no es cierto. No intentes engañarme, Clementine, yo puedo ver cuándo la gente me miente, soy consciente de ello. Dime, ¿que haces aquí? -preguntó. Pero, no iba a rendirme sin dar pelea.

-Solo estoy aquí con mi grupo. Nada más. Yo que tu me iría, no quisiera cruzarme con ellos. -mentí. Sin embargo, eso no pareció convencerlo y entró a la casa sin vacilar.

-Deben estar aquí. -murmuró revisando cada lugar de la sala de estar, mientras que yo estaba que me iba a dar un infarto en cualquier momento.

-Oye, creo que deberías irte... -pero él me interrumpió bruscamente.

-Ahorrame tiempo, y dime dónde están. -ordenó, con seriedad. Y aunque me daba algo de miedo, me mantuve firme, eso me habían enseñado.

-No se dónde están. -mentí de manera cortante, frunciendo el entrecejo. Al escuchar eso, subió las escaleras, y yo lo seguí rápidamente, para que no se diera cuenta de la presencia de Ally.

Abrió la puerta de la habitación de mi amiga, y mientras revisaba el baño, pude notar que ella se encontraba bajo la cama, y me susurró que lo sacara de ahí. Al salir, Carver me mostró una foto, en la cual aparecían Ally, su padre y la que debía ser su madre.

-Si ellos no están aquí, entonces, ¿como explicas esto? -preguntó. Me encogí de hombros, intentando parecer despreocupada.

-Oye, mi grupo y yo acabamos de llegar, no tuvimos nada de tiempo para revisar el lugar. -contesté, pero eso no pareció ser suficiente para él ya que salió de la habitación y lo seguí, suspirando irregularmente, ya que los nervios me consumirían en cualquier momento.

Fue revisando habitación por habitación, nada encontraba, lo cuál parecía ponerlo de mal humor cada vez que fallaba en su misión de encontrar a alguno de sus ex-compañeros.

Luego de revisar el piso de arriba, bajó dirigiéndose a la cocina, pero tampoco encontró nada. Luego se volteó hacía mi, parecía enojado, pero no dejé que eso me intimidara.

-Te dije que no había nadie aquí. -le recordé con una sonrisa victoriosa. Él gruñó, molesto.

-Se que de alguna manera estás relacionada. ¿Confías en ellos? -preguntó de pronto, tomándome por sorpresa. Asentí sin dudar. -¿y ellos confían en ti? -preguntó luego.

-No lo sé.

-Entonces, ¿como puedes confiar en ellos si ellos no confían en ti? -razonó alzando una ceja.

-Eso no importa. -dije mientras en mi bolsillo, preparaba el pequeño cutter en caso de emergencia.

-Volveré, niña. -advirtió, y salió de la casa, dónde por fin pude respirar normalmente nuevamente. En ese momento, Ally bajó corriendo las escaleras.

-Joder, que miedo tuve. ¿No te ha hecho nada? -preguntó preocupada. Negué con la cabeza, y me senté en un silla, para luego devolverle su cutter.

-Tengo que decirle esto a mi padre, tiene que saberlo, es importante. -comentó, alterada.

-Carver dijo que volvería. -avisé, y ella asintió energéticamente.

-Por eso mismo debo decirle. - en ese momento, la puerta de la cocina se abrió, revelando a Nick, quién respiraba agitadamente. Me miró y sonrió.

-Clem, hemos encontrado a algunas personas que tu ya conoces. -los demás entraron junto a...

¡Max y Ross!

Estaban vivos.

Lo sabía, nunca me equivoco.

Con una sonrisa de oreja a oreja, me incorporé rápidamente, y los abracé fuertemente, casi sin dejarlos respirar.

-Sabía que estaban bien. -y los solté. Ellos sonreían, estaban felices y aliviados de verme con vida.

-Pensamos que tu... Al parecer pusiste en práctica los consejos que te dimos. -dijo Ross orgulloso. Asentí.

-Papá, no quiero romper el hermoso reencuentro. Pero, tengo malas noticias. -anunció Ally con seriedad. Y hasta mis amigos, quiénes eran ajenos al asunto, le pusieron atención. -Carver ha estado aquí.

-No puede ser. ¿Te ha visto? -preguntó Carlos preocupado. Ella negó con la cabeza.

-Quién ha estado más en peligro ha sido Clementine, a mi no me ha visto el pelo. -respondió.

-Mierda, ¿te ha hecho algo? -quiso saber Luke, frunciendo el entrecejo.

-No me ha hecho nada, estoy bien. Pero, ha dicho que va a volver pronto. -avisé.

-¿Que vamos a hacer? -preguntó Rebecca, quién comenzaba a alterarse.

-Debemos irnos. Él no nos encontrará si no nos sigue la pista. Así que debemos partir. Si vamos a las montañas que están aquí a un par de días de viaje, estaremos bien. -propuso Alvin cruzandose de brazos.

-Es una buena idea, todos preparen sus cosas. Partimos en una horas. -advirtió Luke.

-Clementine también debe venir. -intervino Nick, llamando la atención de todos los presentes.

-¿Por que? -preguntaron Carlos y Max al mismo tiempo frunciendo el ceño.

-Por que Carver la vio, ¿no? Entonces ella tambien debe de estar en peligro, al igual que nosotros. Estaría más segura si viniera. Ustedes también. -agregó Nick señalando con la cabeza a Max y a Ross.

-Eh... creo que Max y yo somos perfectamente capaces de cuidar a Clementine por nuestra cuenta. Ella está bien con nosotros. -contestó Ross, molesto.

-Pues yo no lo creo. Estuvo en peligro de muerte más veces en un día que yo en toda mi vida. Cayó por un río, un perro la mordió y casi la mata, y estuvo a punto de ser atacada por caminantes si yo no los hubiera entretenido. -enumeró Nick, apretando los puños.

-Gracias a nosotros ella ha sobrevivido más de dos años. ¡Dos putos años! Tuvimos compañeros muy valientes y diestros con las armas, y ellos murieron. Sin embargo, Clementine logró sobrevivir hasta ahora con nosotros. Gracias a lo que le enseñamos, joder. -finalizó Max, acercándose amenazadoramente hacía él. Y yo me pusé en medio para evitar que se mataran a puñetazos.

-Ok, ok, suficiente por hoy. Max, Ross, yo creo que deberíamos ir con ellos. Ahora que Carver me vio, no estoy segura, y ustedes tampoco si están a mi lado. Por favor. -pedí. Y ellos dos se lanzaron una mirada, analizando la situación. Luego, asintieron en silencio.

-Genial, ahora que todos estamos de acuerdo. ¡Vámonos! -dijo Luke con una aliviada sonrisa.

The Walking Dead: Season TwoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora