Capítulo 8

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- Por favor Amanda, yo se que tu sabes. La Policía cerró el caso y lo poco que logró investigar sólo lo sabe mi madre, y ella no me lo va a decir, yo se que seguiste investigando, tú Tienes más influencias que yo. Ayúdame. - Pidió Sam.

Amanda es una respetable periodista del pueblo, dueña del periódico "Lo regional", Amanda es una persona eficiente, responsable y tiene alma de detective, ya que suele ser muy entrometida. Porque le gusta meterse en investigaciones policiales, pero gracias a eso, la Policía ha aumentado su porcentaje de éxito, ya que con su ayuda han podido resolver más casos. Obviamente obteniendo como recompensa información de primera mano para publicar en su respetable periódico.

Ella es una mujer muy amable y cariñosa, pero con templanza y carácter cuando se necesita. Amanda conoce a Sam desde pequeña, y ella es ahorita la última carta de Sam, casi que su recurso más desesperados.

- ¿Que vas a hacer con esa Información Sam? – Preguntó Amanda - ¿De qué te sirve saber lo que pasó y como pasó si ya no puedes devolver el tiempo y evitarlo?

- Amanda, yo necesito cerrar ese ciclo, necesito superarlo y nunca lo voy a hacer con esas preguntas rodando por mi mente - Mintió, y de una manera muy convincente, porque Amanda le estaba creyendo, sin embargo, aún dudaba.

- Sam no estoy segura de que puedas afrontar la información, por algo tu madre no te ha dicho nada ¿no crees? - Sam negó con su cabeza.

- Mi madre aún sigue creyendo que soy una niña, pero no lo soy, pronto me graduare, iré a la Universidad y empezaré una nueva vida - Mintió nuevamente - Y merezco por lo menos irme sabiendo la verdad - La periodista suspiro pesadamente en forma de resignación, ya la había convencido. Sam 1- Amanda 0.

- Está bien - accedió - Pero dame tiempo, eso fue hace casi dos o tres años y realmente aquí hay muchos papeles, dame tu dirección, yo te mando los documentos apenas los encuentre, tratare que sea lo más pronto posible. – Aseguró.

- Me estoy quedando en casa de los Ferreira ¿Sabes dónde es?

- Si, Si se, te los haré llegar, lo prometo.

-Gracias - dijo Sam por primera vez diciendo la verdad - Muchas gracias. 

- Nah, está bien no es nada - Amanda le guiñó  el ojo- Sólo ten en cuenta que me voy a tardar un tiempo.

- Ok - dicho eso se despidieron con un beso en la mejilla y Sam se fue sonriendo victoriosa.

Al día siguiente en clases estaban viendo Psicología, una de las materias favoritas de Sam y de las pocas en las que no se sale a la mitad de la clase. El tema de ese día era sobre el perfil psicológico de los psicópatas y los asesinos seriales.

- Quiero que tengan en cuenta - Explica su profesora - No todos los psicópatas son asesinos seriales, todos tenemos ciertos rasgos característicos psicópatas en nosotros. Algunos tendrán todas las características, es decir, un 100% de personalidad psicópata y otros tendrán ciertas características, que equivaldrían a un porcentaje que se saca dependiendo de cuantas características cumpla, y aun así pueden haber unos que no posean ninguna características o rasgos psicóticos en su personalidad.

-¿Cómo podríamos identificar si un Asesino tiene rasgos de psicopatía? - preguntó un alumno.

-Responde Sam - Quiso burlarse un valiente que habia entrado ese año...

-Uuuh - Fue lo que exclamó todo el salón y se voltearon a ver como Sam iba a reaccionar. Especialmente Alice que no entendía todo aquello. El ambiente se tensó se pronto.

Sam sonrió cínicamente, Pero no hizo falta que ella actuara, ya que la profesora intervino a tiempo.

- Gonzáles, acabas de suspender mi materia, asi que sal mi clase por favor - Habló severamente la profesora.

No Soy Una Buena InfluenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora