Capítulo 31

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Anna le mostró varias fotos a Sam de diferentes hombres. Sabía que Sam no iba a ser del todo sincera, pero para ser justos, ella tampoco lo estaba siendo y si todo salía según lo planeado, ya no iban a ser necesarias las mentiras. Anna divagaba en su cabeza hasta que se dio cuenta como Sam se le quedaron los ojos fijos en uno que creyó reconocer.

Sam por su parte recordó entonces la cara de uno de los tres que había arrojado el escáner y fue cuando obtuvo al ganador. Ahora solo necesitaba saber dónde encontrarlo.

- Reconociste a alguien - Inquirió Anna a pesar de que ya ella sabía la verdad.

- No - Mintió Sam, pero Anna no le creyó, ha estado trabajando durante mucho tiempo en la unidad de investigaciones especiales, y los años de experiencia no eran por el gusto, una niña de 17, no la iba a engañar tan fácilmente, todo iba según lo planeado. Quería ver hasta donde era capaz de llegar

La conversación fue interrumpida por una videollamada inesperada que Anna recibió.

- ¿Qué pasa? - Preguntó extrañada ante aquello

- Quiero reportar que Amanda no apareció en todo el día. Dejaste que involucrara mucho - Reclamó enojada aquel chico - Creo que puede estar secuestrada, ya que tampoco fue a su periódico, la llamo y no contesta... Todo se ha adelantado

- Tienes razón – Reconoció preocupada y se levanto del asiento - Rastreen su teléfono y Manden patrullas de policías locales a revisar los barrios, hagan eso y esperen a que llegue - Ordenó y el chico hizo un gesto de respeto y la llamada se cortó. - Sam lo siento no puedo ayudarte más - volvió a hablar Anna.

- Está bien no importa -dijo indiferente y apuntó de irse - Sólo le pido que este pendiente de Alice, yo... no puedo explicarlo, pero tengo un mal presentimiento. - Aconsejo Sam y se fue.

Una vez en la calle volvió a sacar su teléfono y leyó la información del hombre que había reconocido. Juan José Martínez, 26 años, callejón San José, Alias Cráneo. Tenía todas las redes sociales públicas, como alguien que está seguro de que nunca nada le va a pasar, Sam ahí tenía un punto de ventaja. Tenía una dirección pero sabía que no le iba a servir de nada. Estaba de noche, ya eran las seis y los barrios eran más peligrosos a esa hora.

Entonces se le ocurrió una idea. Muy arriesgada.

- Ya Ale, me tengo que ir - Dijo Alice viendo la Hora, ya era las 6:30 de la tarde.

- Te acompañara, pero ya esta tarde para volver sola a casa, sorry- Se disculpó Alejandra.

- Está bien, no te preocupes - Alice le restó importancia – Son solo cuatro calles, no estoy lejos.

Alice se despidió de su amiga y a paso decidido camino hacia su casa, ella como siempre iba metida en sus pensamientos... pensaba en Sam, y en lo fácil que era la vida en Caracas, Sam no hacia muchas preguntas, ella había tenido una buena vida en Caracas antes de llegar ahí, y justo en ese momento sentía que quería volver, pero Altagracia de cierta forma ya se había convertido en su hogar. Al ir por la calle tan distraída no se percato de que dos hombres la seguían y de manera fácil y rápida estos la agarraron. Alice no entendía que pasaba, quería gritar pero le pusieron un trapo con una droga para dormirla y ella quedó inconsciente en el acto.

Por otro lado, Sam estaba sentada en los bancos de un parque tratando de rastrear con su GPS el celular de Amanda, sabia obviamente que no lo tenía con ella, pero con un poco de suerte podría recorrer el lugar donde tiraron en celular, tratando de descubrir adonde la habrían llevado.

El GPS detecto que el celular estaba en el "Chala" una zona de vendedores ambulantes en el pueblo. Eso había sido muy inteligente, aquel era un lugar donde había mucha gente caminado y comprando, pero nada se daba cuenta de nada.

No Soy Una Buena InfluenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora