Capitulo 6

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El viernes volvió llegar más rápido de lo que esperaban y Nuevamente todos se encontraban en la Canaria, y Alice había vuelto a ir con Orlando, quien creía que la tenía comiendo de su mano.

- Oye mmm será que ¿podrías traerme algo de beber? - Pide Alice con intenciones de alejarlo.

- Claro -responde el - ¿Qué quieres?

- Lo que sea - dicho eso Orlando se apresuró en buscar una bebida.

Alice buscaba con la vista a Sam y a su grupo, necesitaba hablar con ella sobre el trabajo de matemática, a lo lejos los diviso, estaban apartados de todos, a lo mejor no querían que nadie los molestará, pero ella tenía que ir.

Sam se encontraba recostada de una pared escuchando a sus amigos hablar, no les prestaba mayor atención, estaban hablando de una fiesta, a la que ella no va a ir, porque simplemente no le interesa.

-Sam - la llama Alice y todos se voltean.

- Hola - saludan seductoramente Manuel y Adrián. Sam la miraba confundida, ¿porque la buscaba? ¿Qué hacia ahí? ¿Estaba loca?

- ¿Qué quieres?- Pregunto bruscamente, tal vez más de lo que pretendía, lo que hizo que Alice se pusiera nerviosa.

- Mmmm, yo pues... es sobre Matemática.

- No estamos en hora de clases niña - dijo Jade con desdén.

- Paredes - Sam la regaña - No te metas y tu sígueme - se dirigió a Alice está vez y empezó a caminar lejos de ahí.

- Habla - le ordenó.

- No me hables así - le contesto Alice de repente, Sam se sorprendió un poco, la verdad nunca nadie ha tenido el valor de hablarle así - Sólo quiero decirte que mañana en la tarde debes ir a mi casa para hacer el trabajo de Matemáticas.

- ¿Dónde vives?

- Bueno, es por la plaza Bolívar, por la calle que está a mano izquierda de la alcaldía, al final, es una casa Beige.

-Vale está bien - Alice al notar que entendió quiso marcharse pero Sam la agarró por el brazo para impedirlo - Necesito pedirte que no me busques o te acerques a mi fuera del contexto del Liceo, no es prudente ni para ti, ni para mí.

Alice estaba en un punto donde creía que todo el pueblo estaba loco, es que ella simplemente no entendía a ninguno, pero en definitiva a la que menos entendía era a Sam, no importa cuánto se desvelará tratando de hacerlo simplemente no lo lograba.

- ¿Porque? - Fue lo único logro salir de su boca.

- Porque aquí la gente habla demasiado y nosotros y mucho menos yo, tenemos buena fama en el pueblo, lo mejor y más prudente para ti es que ni siquiera nos relacionen - Sentenció.

- ¿Y porque para ti no es prudente? - le recrimina.

- Por otras razones completamente diferentes, razones que, y me disculpas si sueno muy grosera, no son de tu incumbencia - Ambas chicas se miraban fijamente, Sam sabía que acababa de arruinar cualquier trato cordial con ella, y Alice, estaba confundida es que no había otra palabra, bueno también estaba enojada, pero antes de decir cualquier cosa, dio media vuelta y se fue.

Al día siguiente, a eso de las 2 de la tarde Sam llegó a la casa de Alice, "Ding, Dong" resonó el timbre dentro de la casa y la chica se ojos amarillos abrió la puerta.

-Hola - Sam la saluda tratando de ser amable, Alice sólo la miro de arriba abajo

- Puedes pasar - dijo ignorando su saludo, Sam suspiro pesadamente, había logrado que la odie, y por primera vez en mucho tiempo sintió culpa, sin embargo trató de ignorar el sentimiento y pasar a la casa.

No Soy Una Buena InfluenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora