Capítulo 30

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Sam caminó por el pueblo, decidió no estar enojada, más bien se sentía decaída y apaleada, pero eso era normal después de haber peleado el día anterior con Marcos. Además sabía que si pensaba hacer algo tendría que estar calmada, las emociones fuertes no eran buenas para ella. Caminó hasta la cafetería Toledo's, donde había tenido su segunda cita con Alice, y se sentó a tomarse un café mientras meditaba bien aquel asunto, todo era muy confuso, pero a la vez igual de probable. Ella sabía que su padre era un buen hombre y dudaba mucho de que supiera con quien estaba trabajando, lo que si era seguro fue que al enterarse de quienes eran, su padre tratará de alejarse... Y si su muerte estaba relacionada con la de Beatriz ¿Quién estaba detrás de todo esto? ¿Quiénes eran estas personas? De pronto Sam empezó a sentir que todo esto era mucho más grande que ella, y no se equivocaba, pero tampoco se iba a echar para atrás.

Lo que si en verdad agradecía de Amanda era que no haya Publicado sus conjeturas, al final eran sólo eso. Entonces se dio cuenta que para tener más respuestas necesitaba llamar a aquel número, al que estuvo tentada a marcar desde anoche mismo. Sin embargo se contuvo y lo que hizo con su teléfono fue navegar en Internet. Sam busco la foto del tatuaje que recordaba con claridad y que para su fortuna era uno bastante comercial y como aún tenía el EscaSam-Ce lo utilizo para buscar al tipo que atormentaba sus noches con pesadillas.

Para su desgracia el escáner dio 3 personas posibles y los 3 eran hombres, hubiese sido más fácil si le hubiera visto la cara, ya se hubiera vengado de hecho y en ese momento no estaría allí. Pero los tres eran posibles candidatos, y aunque consulto sus nombres, con los nombres que figuraban en el documento, no encontró relación en ellos.

Alice lejos de aquella tortura mental, al terminar de almorzar aviso a su madre que iría al último ensayo ya que quería que todo saliera perfecto... Su madre sabía que mentía, pero prefería no presionarla

- ¿A qué hora vuelves? - Preguntó su madre

- No lo sé, después del ensayo me veré con Alejandra por ahí por el pueblo, cualquier cosa te estoy avisando - respondió Alice, sin mirar a su madre.

- Está bien, trata de regresar antes de las 7 - Pidió su Madre y Alice simplemente asintió.

Al mismo tiempo que aquella escena transcurría, Amanda estaba cerrando la puesta de Casa para dirigirse al periódico y fue sorprendida por detrás poniéndole un trapo en la nariz la cual contenía una droga para dormirla, eso la dejó inconsciente y fue llevada a una bodega. 30 minutos después despertó amarrada a una silla

- Hola - Saludo un hombre alto y de aspecto siniestro al ver que despertaba. - Amanda ¿no? Es un placer conocerte al fin... Espero no te moleste que no te diga mi nombre, pero me puedes decir Cráneo.

A diferencia de cualquier persona, Amanda no lucia angustiada o desesperada, aunque internamente se estaba muriendo del miedo. Aparentaba estar tranquila y Serena, por el bien de plan de la operación. Necesitaba no morir en el intento

- El placer es todo mío Juan José – Habló con seguridad y le regalo media sonrisa en el rostro.

El hombre la miraba fascinado, les sorprendía que tuviera aquella información, pero a la vez no, de todos modos, esa mujer se caracterizaba por entrometerse donde no la llamaban... y esa sería su perdición.

- Bueno... Ahora que estamos en confianza, imagino que podrá decirme de manera amable, para quien trabaja Amanda – Dijo de forma galante y amenazadora a la vez

- Puedes matarme de una vez, porque no hablaré - Sentenció Amanda y ante aquello el hombre le paso sutilmente una navaja por el cuello de forma amenazante, Amanda contuvo la respiración y cerró los ojos, pero el hombre lo le hizo nada.

No Soy Una Buena InfluenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora