Capítulo 27

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La semana Santa, pasó bastante rápido y la semana después de esa estaba transcurriendo algo extraña, Alice y Sam ya tenía un mes de estar saliendo, pero gracias a que las chicas empezaron a salir en épocas de exámenes, y que al menos Sam al principio trataba de ser lo más discreta posible, nadie más que sus amigos se habían dado cuenta.

El lunes al llegar a la escuela de la mano, todos las miraban mientras cuchicheaban por los pasillos, y así mismo sucedió martes y miércoles, ellas ni se dieron cuenta ya que la mayoría de las veces entraban hablando y mientras hablaban ignoraban el mundo a su alrededor. Cuando les tocaba separarse a Sam no le preguntaban nada, ya que la mayoría le tenía miedo y a Alice tampoco ya que les daba vergüenza molestarla, el único capaz de hacerle frente fue, Orlando.

- Así que eres novia de Sam - Acusó Orlando mientras Alice caminaba por el pasillo con Alejandra.- Sabía que siendo hetero no podrías rechazarme, pero ¿En serio Sam? – Habló de manera arrogante, como si estuviera por encima de todos ahí y eso a Alice la molesto.

- De ser hetero también te habría rechazado - Aclaró - Y sí, estoy saliendo con Sam ¿Algún problema? - dijo desafiante. Sus ojos amarillos estaban tan furiosos que parecían a punto de freír a Orlando con la mirada.

- No princesa - habló de manera cínica - El problema lo vas a tener tú. Sam es inestable y tiene un pasado... muy oscuro - Quiso acariciar su rostro pero Alice se apartó - Te apuesto a que ni siquiera sabes cómo murió su padre, o como se hizo esa cicatriz. - Quiso meter cizaña Alejandra quien estaba al lado de Alice, lo fulmino con la mirada, odiaba lo que el ego de un machito herido pudiera hacer en la mente de su mejor amiga. - puedes estar tranquila, pronto te enteraras de todo princesita - Aseguró maliciosamente.

Alice se quedó con las ganas de gritarle 4 cosas. Pero lo que le había dicho acerca del padre de Sam y su cicatriz era verdad, ella no sabía nada al respecto. Y por un momento se sintió insegura.

- Escucha Alice - Alejandra llamó su atención - No escuches nada de lo que te diga, esas son cosas de las que sólo Sam tiene derecho a hablar, así te lo diga mañana o dentro de un año, es su pasado y sólo ella tiene derecho sobre él.

- Tranquila yo no le haré caso – Aseguró un poco dubitativa - El sólo sigue molesto porque lo rechace. –

- Bien, vamos apúrate, llegaremos tarde a su pelea - Le recordó Ale, por lo que siguieron caminando en dirección al gimnasio.

Alice, aunque le había asegurado Ale que no le había hecho caso a las palabras de Orlando, no podía negar que sus palabras habían penetrado como un dardo envenenado en su cabeza. Alice sabía que con Sam había que tener paciencia, pero ¿Cuánto en realidad tendría que esperar para que Sam confiara completamente en ella? Aun tenía muchas preguntas sin resolver en su mente, pero tenía que confiar en Sam, y eso iba a hacer. Muy aduras penas Alice apartó aquellos pensamientos y se concentró en le pelea que tendría Sam.

Sam no peleaba en campeonatos, pero a menudo era desafiada por alumnos de otros colegios del pueblo, e incluso de pueblos vecinos de Altagracia.

- Hola Jesús, Hola Alex - Saludaron Alice y Alejandra al mismo tiempo.

- Hola chicas – saludaron ambos el alegremente.

- ¿De dónde es el chico? - Pregunto Alice al notar que ya se estaban dando el saludo para iniciar a pelear.

- De San Rafael creo... - Contestó Jesús algo inseguro - Lo que sé es que va a perder. Sin importar lo buenos que sean Sam siempre les gana.

- Eres novia de una ganadora invicta - Bromeó Alejandra.

- Calla - la regañó entre risas - No es mi novia.

- Aún - Recalcó Alejandra por lo bajó.

En el ring Sam estaba en posición de defensa y su contrincante estaba en una posición ofensiva, rápidamente el chico lanzó un golpe a la cara y al ver que Sam se cubría la cara y dejaba el abdomen descubierto con el otro brazo atacó aquella zona. El chico iba a obtener un punto demasiado fácil. Sin embargo Sam rápidamente desvío el golpe que iba a su cara y antes de que el otro hiciera contacto con su cuerpo, soltó un rápido golpe que inmediatamente impacto contra su barbilla.

No Soy Una Buena InfluenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora