Capitulo 16

194 14 3
                                    

El sábado llegó tan rápido como Alice lo ansiaba y como Sam temía. Sam temía de la influencia que Alice tenía en ella. No le gustaba en absoluto, pero a la vez se sentía tan bien, Alice se había metido poco a poco en su mente y ahora no lograba sacarla.

Como aún les faltaba "Bastante" por terminar el trabajo, Alice invito a Sam a su casa desde temprano, con una invitación también para almorzar. Sam dudo un poco, pero al final terminó aceptando, al fin y al cabo, era la excusa perfecta para pasar más tiempo Juntas, aunque a Sam aún le costaba trabajo aceptar que gustaba de Alice.

A las 9:30 cómo siempre puntual estaba Sam tocando el timbre de la casa de Alice, y Alice por su puesto estaba esperándola detrás.

- Hola - saludaron enérgicamente al unísono y ambas sonrieron involuntariamente ante la coincidencia.

- Pasa - ofreció Alice antes de que ambas quedarán atrapadas ante un silencio incómodo.

- ¡oh! Hola Sam -Saludó la madre de Alice al salir de la cocina y percatarse de su presencia - Que gustó verte de nuevo, ¿cómo está tu Madre?

- Hola señora Anna, mi madre ya está mejor - dijo sin ofrecerle otro tipo de explicación y mirando a Alice de reojo.

-Oh, me alegra - Dijo genuina - Y no me digas señora, para ti soy sólo Anna - Le guiñó un ojo antes de irse

- Lamento la impertinencia de mi madre - Se disculpó Alice apenada.

- No déjala, sólo se preocupa, además ya me acostumbré a ti. – Dijo de manera divertida.

- ¿Soy así de impertinente con mis preguntas?- Frunció el ceño realmente preocupada.

- La verdad si - Confiesa - Pero no te preocupes, no me importa - le guiña el ojo - Creo que deberíamos empezar ya si queremos terminar hoy.

Alice suelta un suspiro, y camina a la sala junto a Sam para empezar a trabajar.

Las chicas empiezan no sólo a terminar el trabajo que debieron haber terminado la semana pasada, sino que también descubren cierto software que podrían hacer que su sistema sea más efectivo en su búsqueda y a la hora de dar resultados.

- En definitiva también tiene que funcionar en teléfonos, en cualquier aparato electrónico en general - Propone Sam.

- Pero hay cosas que tendríamos que eliminarle para que no sea tan pesado. - Observa Alice.

- Exacto, y esas cosas que le dejaríamos son cosas que ya trae el celular, como un procesador de imágenes o un escáner – Argumenta Sam, reforzando su idea

-Bien - contesta ella - ¿Tú lo harías?

- Por supuesto, el lunes pasaré todo lo que tenemos en nuestra computadora a un Pendrive para empezar a hacerlo - Se ofreció Sam, la verdad, aquel ofrecimiento era más por un interés personal que por cualquier otra cosa, pero en definitiva iba a hacer que funcionara.

Siguieron trabajando en silencio para terminar rápido porque en serio, en serio se estaban empezando a hartar de los números, procesadores, software, computadoras y otros términos informáticos los cuales les daba hasta flojera pensar. Justo unos 15 minutos antes del almuerzo ambas quitaron su vista de la computadora, se recostaron del sofá y suspiraron aliviadas, habían terminado.

- ¿Aún piensas quedarte a almorzar? - Preguntó Alice algo insegura

¿Quedarse a Almorzar con Alice? Por su puesto que no, Sam tenía que estar lo más lejos de ella, porque simplemente no se reconoce a si misma cada vez que la tiene cerca, no puede ni siquiera pensar con claridad lo que va a decir o hacer. Lo más lógico y racional en su cerebro es ignorar todas aquellas emociones e irse lo más pronto de ahí.

No Soy Una Buena InfluenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora