Capítulo 28

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- Jesús, tenias que haberlo visto, esa amenaza sonó tan real- Dijo una desesperada Sam caminando de un lado al otro.

- Cálmate - Trató de tranquilizar Jesús – Ese hombre lo único que quiere es meterse en tu cabeza.

- Si tal vez, pero ¿Y si no es así? ¿Y si por mi culpa le pasa algo? Luis no me da buena espina. Todo se está volviendo un tanto raro, están pasando cosas raras que aun no me terminan de cuadrar...

- Escucha Sam – Intervino Jesús para hacerla entrar en razón – Tienes que calmarte y tienes que dejar de ocultarle cosas a Alice, simplemente cuéntale lo que pasó y lo que pasa con tu vida, ella es el único ser humano de este pueblo que no lo sabe y te ha demostrado confianza suficiente como para que le cuentes.

- ¿Y si no le gustó después? – Preguntó Sam dejando ver toda su inseguridad.

- Imposible - Respondió su amigo - Realmente dudo que eso pase, y si pasa, no es para ti, una persona debe quererte con todo lo que hay en tu vida, y una relación debe empezar siempre por la verdad - Aconsejó.

Jesús tenía razón, puede que simplemente Sam este siendo dramática, y tras pensarlo mucho tomo la decisión de contarle todo a Alice después de su presentación de baile, quería al menos vivir dos semanas más de normalidad con ella.

Sin embargo las peores cosas pasan cuando menos te lo esperas y mientras Sam trataba de llevar una vida adolescente normal, pronto un evento desafortunado de hechos le iba a demostrar que ella no era, ni seria nunca una adolescente normal.

Una semana después, exactamente el martes como a eso de las 10:30 de la mañana Amanda se apareció por las oficinas privadas del Departamento Privado de Investigación a planear una idea que tenía desde hacía mucho, pero no fue sino hasta ese día que tenía la certeza de llevarlo a cabo.

- Amanda ¿estas segura de que quieres arriesgarte de esa manera? Es muy peligroso - Advirtió Anna.

- Yo no tengo nada que perder - Aseguro la pelirroja - Y si no hago esto, este caso acabará igual al de Iván, sin resolver.

Anna quería infiltrarse en la organización de la mafia como una rehén, publicando información falsa en su periódico, quería hacerle creer a las personas detrás del cartel que ya la policía lo había averiguado todo, que tenían nombres, evidencia y hasta ordenes de arresto, ella sabía que eso iba a ser suficiente para que la mandaran a secuestrar y una vez dentro actuar.

- Pero tú podrías acabar como él y no nos sirve de nada – Objetó Anna, que se rehusaba poner la vida de otro civil en peligro.

Usar a Sam era diferente a usarla a ella, Sam se iba a meter a la boca del lobo con o sin su ayuda, pero ayudar a Amanda a hacer esta locura era como ayudar a que se suicidara.

- Pueden colocarme una cámara, todo lo que grabe lo verán en vivo y en directo, si ven señal de peligro mandan una patrulla - Amanda realmente estaba motivada con la idea.- Al menos una persona muere a diario, la vida es así, es un riesgo y la guerra se gana sacrificando peones, no quiero que me maten y sé que tu tampoco lo quieres, pero nos tenemos que arriesgar, confió en ti, confía en mí. – La pelirroja sí que sabia como ser persuasiva, Anna escudriño su mirada, pero como la vio tan decidida suspiro resignada.

- Bien – Acepto de mala gana, algo le decía que era una mala idea, pero acepto – Tienes 3 días para aprender a usar una pistola.

Las noches a Amanda le parecieron ideales para practicar tiro al blanco, la pelirroja sentía que en las noches podía ser más productiva que en todo el día. Para Sam las noches eran frías y despreciables, por culpa de aquella noche donde murió gran parte de su alma junto a su papá. Para Alice, las noches significaban descanso, y pensar mucho, generalmente pensaba mucho de día, pero era de noche, cuando su mente se hacía más creativa y les dedicaba sus pensamientos a las personas más importantes de su vida. Para Anna la noche era incertidumbre, ella sabía que en esas horas "muertas" cualquier cosa podía pasar. Para Sarah la noche era algo tan común como el día, todo era lo mismo para ella que vivía en una rutina eterna, sin embargo la mayoría del tiempo realmente las noches para ella, significaban fantasmas, significaban culpas, significaban ciclos sin cerrar. Pero para Luis, La noche era incluso mejor que el día, porque mientras todos dormían, el podía hacer lo que quisiera, matar, robar, secuestrar, beber unas chelas, salir con amigos... incluso todo junto y más.

No Soy Una Buena InfluenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora