Favor Pedido

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A la mañana siguiente los cinco hombres se hallaban desayunando, todos en completo silencio.

-Kaname, quiero pedirte un favor-dijo de manera seria Kaien.

-¿de qué se trata?-respondió el castaño dirigiendo su vista al rubio

-Hoy partiremos hacia el consejo de vampiros, veremos si podemos formar una alianza para poder enfrentar este problema de los ataques tanto a vampiros como a cazadores.-dijo Yagari explicando.

-Tal vez tardaremos algunas semanas, ya que si no aceptan nuestro pacto partiremos a buscar a otros aliados que nos puedan ayudar.-dijo Kaito desinteresadamente.

-Por eso, te pido que cuides a Zero por este tiempo que nos ausentaremos-

Kaname quedó callado, pero igualmente aceptó cumplir aquél pedido del rubio, después de todo ese hombre hizo mucho por él, le había ayudado a proteger a su hermana Yuuki, le debía mucho, y negarse al favor que le estaba pidiendo sería muy descortés por su parte. Ademas no dejaría a Zero a su suerte.

..........................

La tarde llegó y los tres cazadores estaban a punto de marcharse.

-Kaname éstas son las medicinas que usa Zero para los ojos, es para evitar futuras complicaciones...Y debes ayudarlo a vestirse lo demás el puede hacerlo solo...ah y alimentalo bien...-decía el de anteojos como una madre que daba intenciones antes de dejar a su hijo con una niñera. -si me entero que algo le paso te cortaré la cabeza - dijo el rubio sonriendo como siempre mientras un aura negra lo rodeaba. Kaname tragó saliva ante esa amenaza pero hizo lo posible para mantener su porte inmutable.

-descuide...haré lo posible para que Kiryuu este cómodo -dijo para sonreír.

-se que lo harás bien, Kaname -

Partieron a su nueva misión, ambos chicos se quedaron solos, el silencio inundaba la sala, estaban incomodos.

-...Kuran...necesito subir a mi habitación...-dijo Zero algo apenado. El castaño ayudó al peliplata, ambos entraron al cuarto del menor. Zero se dirigió al baño que allí había y estuvo encerrado allí por un rato y luego salió.

Toda la tarde pasó en total silencio, pero ya no incomodo, ese dia estaba tranquilo. Eso extrañó a Zero un poco, no sentía la presencia extraña llamándole como siempre.

-¿crees que acepten la alianza?-dijo el peliplata.

-No lo sé...Pero hay una posibilidad-

-espero salga todo bien-dijo el peliplata, un pequeño ladrido se escuchó, eso hizo sonreir a Zero- tu tambien Kiku-chan?-dijo alegremente a lo que el perrito comenzó a mover su colita.

La sonrisa encantadora que formó el peliplata dejó embobado al mayor, el cual se le quedó viendo.

Zero sintió una mirada sobre su persona y eso le hizo sonrojar tenuemente.

-etto...¿ocurre algo?-preguntó nervioso.

-ah...no, solo estoy ¿pensando?, si eso, pensando-dijo algo exaltado al ser descubierto.

La noche cayó, Zero se encontraba cansado y bostezaba, el castaño se percató se eso.

-¿Tienes sueño?-preguntó mientras observaba el rostro somnoliento del contrario.

-si...pero primero voy a bañarme-dijo escondiendo un sonrojo, se sentía nervioso, si bien ambos eran hombres, le daba vergüenza dejarse ver por el castaño, ya que ellos solo eran conocidos, no llegaban a ser ni siquiera amigos, pero no tenía de otra o terminaría poniéndose la ropa todo mal.

-Te llevo-dijo el mayor, el peli plata se levantó y fue guiado por el castaño.

Al llegar, Zero hiso lo mismo, se encerró en el baño, dejó su ropa en el cesto el cual tanteó , abrió las llaves midiendo el agua con su tacto y se dio una ducha tibia, se secó y colocó una bata de baño, se cepilló los dientes, y después de varios minutos salió.

Kaname ya había escogido un pijama para el ex -cazador y también ropa interior, esa situación era incómoda y extraña para el tambien.

La puerta se abrió dejando ver al chico ciego.

Kaname esperó a que el otro se acercara.

-¿Me ayudas?-dijo nervioso.

-si...-dijo el sangrepura acercándose.

Zero soltó el cinturón amarrado que sostenía la bata y la deslizó por sus hombros, la bata cayó al suelo haciendolo quedar desnudo frente al de ojos borgoñas, quien observaba sorprendido el cuerpo ajeno, era delgado y bien trabajado, lo raro era que era delicado siendo el kiryuu un hombre. Era realmente hermoso, su vista se dirigió a cierta parte privada de Zero, pero rápidamente apartó su mirada.

Tomó la ropa y comenzó a vestirlo, rozaba sin querer su piel notando lo suave y tersa. Al terminar recostó a Zero en su cama, arropándolo cuidadosamente.

Si en unos meses anteriores le hubieran dicho que estaría en aquella situación con Zero se hubiera reido por tal "tontería", pero ahora estaba pasando, estaba cuidando a su ex -rival, y no solo eso, lo hacía con una total delicadeza, como si temiera que el menor se rompiera. Cuanquiera que lo viera no creería que él fuera el vampiro sangrepura que todos conocen, hasta juraría que se burlarían de él. Pero allí estaba, cuestionándose el por qué se esmeraba tanto en cuidarlo, por qué en estos últimos días su relación con el de cabellos platas había mejorado tanto...el por qué cada vez que veía la angelical sonrisa de zero hacía que su corazón palpitara de aquella manera desemfrenada.

-Buenas noches...Kaname-pronunció débilmente el peliplata, era la primera vez que decía su nombre, y se escuchó muy bien venir de aquellos delicados y finos labios, cerró los ojos lentamente.

-Buenas noches, descansa...Zero-susurró, inconscientemente besó suavemente su frente, al darse cuenta se apartó, para su suerte, el chico ciego estaba profundamente dormido.

Se dirigió a la puerta y salió del cuarto...estaba confundido, sentía una calidez agradable en su pecho...¿qué era aquello que estaba sintiento?...no lo sabía pero le agradaba ese calor que sentía en su pecho.

-debo...estar volviéndome loco-murmuro dando un suspiro.

CONTINUARÁ...

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