sentimientos a la luz: derrota aceptada (parte2)

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-veo que he perdido, Toga...-se escuchó decir a sus espaldas, el de cabellos azabaches frunció el ceño levemente y volteó a ver a aquel vampiro.

-ahora que ya lo sabes retírate-dijo molesto.

-eso nunca lo haré...pero veo que Kaien también te quiere, sus ojos me lo dicen, sus sentimientos van dirigidos a ti y no a mi...aunque no sea correspondido no dejaré de amarle...pero, quiero que él sea feliz, así que cuidalo bien...YA-GA-RI-dijo casi deletreando las silabas de su nombre.

-no lo dudes, siempre cuidaré de él-dijo no tan a la defensiva.

-sólo una cosa mas- dijo el vampiro.

-que?-

-Descuídate y te lo robo...-bromeó el sangrepura haciendo que el cazador arrugara mas el ceño pero igualmente sonrió de manera arrogante.

-ten por seguro que si te acercas a MI Kaien recibirás un balazo de mi escopeta-dicho esto ambos se fueron por caminos separados. Estaban a tan solo a dos días de La noche de los vampiros...todo estaba preparado, ya tan solo quedaba esperar, harían caer a aquellos que comenzaron con todo el caos.

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Yagari entró a la casa de su ahora pareja, Kaien se encontraba con un mandil rosa con diseños de gatitos, y Kaito solo observaba como el rubio ponía la mesa para almorzar .

Allí se encontraban reunidos también Kaname y Zero, el azabache observó de mala manera al sangrepura, pero no dijo nada y solo se sentó.

-¿Yagari-sensei?-pregunto el peliplata para asegurarse

-si soy yo...y dime ¿qué hace esta sanguijuela aquí?-lo dijo por el de ojos borgoñas, Zero frunció el entrecejo por el tono que uso su maestro.

-yo lo traje...después de todo es mi esposo-dijo como si nada, Yagari hiso una mueca de disgusto causando risitas al rubio y al Takamiya.

-Ya dejensen de peleas-regañó levemente el de mandil rosa.

Y despues de eso la "familia" almorzó tranquilamente.

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-Sasha-sama...las rosas pirañas ya están listas...-dijo cierto pelirrojo a aquel espectro.

-bien...¿dónde está Shin?-dijo Sasha acercándose peligrosamente al gemelo mayor acariciando su mejilla, pero como era de esperarse este solo se apartó rechazándolo con aquella mirada fría que siempre estaba en sus ojos.

-¿siempre actuarás así conmigo?-dijo burlón, aunque en el fondo se moría de la rabia, tampoco podía siquiera hacerle daño al mayor de los gemelos, ya que solo tiene poder con el menor por ser su revivido, además, el mayor de los gemelos al ser mas fuerte mental y emocionalmente le tomaba ventaja.

-sabes muy bien que en mi solo hay lugar para mi hermano-contestó de manera cortante.

-si supieras lo que tu adorado hermani...-

-callate, tu trabajo solo es resucitarlo y luego largarte-dijo frunciendo el ceño. A lo que el espectro se enfadó pero al tratar de golpearlo el pelirrojo se movió rápidamente esquivando el ataque.

-compórtate como tal, aunque no pueda ponerme a tu nivel sé defenderme así que no me subestimes...Sasha-sama- dijo sin un ápice de emociones saliendo de aquel lugar.

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En uno de los cuarto, oculto estaba el otro gemelo, sentado frente a la chica de castaños cabellos que se encontraba de pie mirando a la nada, sin parpadear y con el semblante neutro, sin emoción, estática como una verdadera muñeca, de sus ojos caían lágrimas, no cesaban, siempre que Shin iba a visitarla para que no se sintiera sola, ella lloraba.

-por favor, no llores...sé que estas triste...pero no muestres tus lágrimas...nadie merece verlas, ni siquiera yo, no ensucies ese bello rostro solo con dolor...-trataba de consolarla, pero le era imposible, sus lagrimas no paraban de caer por sus mejillas.

-debe alegrarse...le prometí que todo estaría bien...además Zero-chan...está embarazado, va a ser tía...el otro día cuando lo visité sentí un palpitar en su vientre...-dijo feliz.

La chica al escuchar eso, sus estáticas facciones mostraron una pequeña sonrisa, pero aun así sus lagrimas no dejaban de caer, tal vez ahora llorara de alegría.

-le prometo que protegeré a los tres, a su hermano, a Zero y al bebé...y usted podrá ver a su sobrino nacer y crecer-

Ambos sonrieron...solo por un instante Yuuki dejó de llorar, pero su mecanismo la obligó nuevamente a derramar lagrimas, pero eran de alegría...después de todo la compañía de aquel niño la hacía sentirse bien...no se sentía sola.

CONTINUARÁ...

SERÉ TUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora