SHE

10.

Por favor... No llores delante de mi, porque me haces sentir mal.

Me haces sentir culpable por algo que tú mismo buscaste y quedo como la mala persona en esto.

Cuando sé que tú, Mendes, puedes ser todo menos la persona que has estado mostrándole al mundo.

Me sobresalto ante el impacto de la puerta cerrándose.

Mis manos temblaban, y no encontraba la forma de ordenarle a mi cuerpo que reaccionara.

Se lo había dicho...

Busque mi celular debajo de las almohadas, debajo de la cama, incluso hasta por la alfombra pero no lo encontraba.

Golpeé mi frente mientras murmuraba unas cuantas palabras indecentes.

Cuando lo encontré marque el número de Camy.

Uno.
Dos.
Tres.

— ¿Bueno? ¿____? —

— Camy... Camy — susurré.

— ¿Estás bien? ¿Por qué me llamas a las dos jodidas de la madrugada? —

En otra ocasión podía apostar a que estaba tallando sus ojos con el ceño fruncido.

— Shawn... Yo... —

— A ver, respira —

Justo como me ordenó, lo hice.

— ¿Recuerdas que cuando llegue a tu casa te dije que debía contarte algo? —

— Lo hago, ¿pero no podías aguantar hasta más tarde? —

— Camy, le pedí el divorcio a Shawn... Y le dije que lo vi con Zoe —

— ¡¿Que mierda?! — medio grito.

Alejé el aparato de mi odio hasta que se calmó.

— No grites —

— Estoy feliz por ti... Te has puesto los pantalones ____ —

— Tengo... —

— Lo siento... —

Alcé la vista, para encontrarme con Shawn, recargado en el umbral de la puerta.