SHE

12.

Me cuesta admitir que extrañaba sentir tu piel haciendo contacto con la mía. Y sé que he sido débil ante ti el día de hoy, pero no volverá a pasar, lo prometo.

Ahora puedes plasmar una sonrisa triunfal en tus labios, y decir que ya me tienes de nuevo en tus manos aunque estés totalmente equivocado, Shawn... Esa fue una despedida definitiva para ti.

Soy consciente de que mis manos justo ahora están temblando, y solo estoy colocando la llave en el cerrajero de la puerta principal.

He estado fuera de casa por muchos días, y es una lástima que todo lo bueno tenga que terminar.

Agito mi mano en forma de despedida hacia Zack, quien se encuentra recargado en su auto esperando a que yo entre.

Un hombre muy atento cabe destacar.

Recibo una sonrisa de su parte, que fue trabajo fácil devolver.

Inhalo y exhalo unas cuantas veces, no hay siquiera una vela encendida en toda la casa, y eso me da a entender que estoy sola.

Es un alivio.

Arrastrando la no tan pesada maleta subo las escaleras hacia la habitación que él y yo compartimos.

Me es inevitable no detenerme y observar los cuadros y fotos de nuestra boda, él lo había prometido, había prometido serme fiel... Pero prometer y cumplir no es lo mismo.

Suelto la maleta en medio de la puerta para caminar hacia el baño porque escucho un ruido proveniente de allí.

Mi respiración se detiene.

Él está aquí.

Me debato entre salir corriendo y quedarme en algún hotel, o quedarme aquí y enfrentar las cosas.

Segunda opción.

— ¿Quien está ahí? — pregunta en un tono de voz alto.

— Es una pena que yo no sea Zoé, ¿no? — respondo cruzándome de brazos, supongo que eso me da un toque más de seriedad.

— Oh, ya haz decidido volver a casa... Conmigo —

— No empieces, por favor — pido, no he apartado la vista de su cuerpo desnudo.

Y siento los colores subir a mis mejillas cuando él se da cuenta de lo ocurrido.

Coloca una toalla al rededor de su cintura con lentitud, mientras que una coqueta sonrisa está en sus labios.

Mierda, ¿por qué no termino de superar a este hombre?

Giró sobre mis talones, y salgo del baño.

Agradezco que el aire acondicionado este encendido, porque tengo mucho, pero mucho calor.

Busco una ropa más cómoda en el closet, y doy un pequeño salto al sentir sus frías manos en mi cintura.

— Me has extrañado, eso me gusta — susurra en mi oído.

Pestañeo varias veces, tratando de entender su actitud.

Aclaro mi garganta para responderle con rudeza.

— Créeme que no te extrañé ni un poco —

— Cierto... Pero hay algo que él nunca va a lograr ___ — asegura.

Muerdo mi labio inferior por unos instantes.

— Él ha logrado cosas que tú no Mendes —

— No te creo absolutamente nada hermosa —

— ¿Sabes? Hay algo que también ella nunca va a lograr... —

— ¿Que? Según tu —

Corto la distancia entre nosotros, juntando nuestros labios.

Colocó mis manos en su pecho, y siento como su corazón late desenfrenado.

Le permito sacar mi blusa, y dejarme tumbar en la cama, sintiendo mil y una cosas a la vez.

Me concentro en su respiración, ahora es mucho más calmada, y me doy cuenta de que se ha dormido.

Con cuidado salgo de la cama, y enrollo mi cuerpo en la toalla que él estuvo utilizando tiempo atrás.

Unas dos horas después para ser exacta, termino de empacar todas mis cosas y me doy una ducha rápida.

Me sorprendo al escuchar la voz de Sean desde el otro lado de la línea, pero el tiempo sigue corriendo, le pido que pase lo más rápido posible por mi.

Lo que ella nunca va a lograr Shawn, es sacarte de su vida.

Sin embargo, yo si.

_______.

Dejo la nota en el lado que solía dormir, y salgo de allí cuando recibo un mensaje de Sean.

Todo va a mejorar para mí, lo sé porque he decidido sacarlo de mi vida.