18.

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La verdad debo agradecerte por el mejor regalo de todos Shawn.

No sabía que tan profundo era el amor hasta que supe de él, no sabía lo que era temor hasta que vi la pequeña cruz en la prueba de embarazo, no sabía que era amar con tanta intensidad.

Hoy por primera vez mi pequeño ha visto la luz del día.

Si, Shawn, ha nacido Nathan Thomas Mcquenzie.



Suelto un grito desde lo más profundo, sintiendo como se desgarra mi garganta.

Camy debió advertirme sobre esto.
Debió hacerlo.





No pasa mucho tiempo cuando un Zack todo adormilado se asoma a la cocina.

— ¡Ya viene mi bebé! — medio grito para despabilarlo.

Entonces, sus ojos se abren y sale corriendo.

Golpeó mi frente mientras me repito una y otra vez que Dios permitió que las féminas diéramos a luz porque los hombres son muy estúpidos en ocasiones.

No me muevo de mi lugar, porque temo que mi bebé salga, aunque sé que es algo exagerado.

Suspiro de alivio cuando veo a Sean bajando las escaleras con Cassedy.

Ya pasó por esto una vez, dos serán pan comido.

Pero me equivoco.

Camy aparece en mi campo de visión con la pequeña maleta que he preparado para el momento y me pide que de pequeños pasos hasta que llegamos a la cochera.

Inhalo y exhalo en secuencia, justo como la experta Camy me lo ha pedido, pero eso no impide que apriete fuerte la mano de Zack.

Sigo las indicaciones del doctora, y juro que me gustaría tan siquiera tirar de su coleta.

No es fácil traer un bebé al mundo, ella parece no entenderlo porque pide que me esfuerce un poco más.

— No puedo — susurro mirando a Zack.

Mi chico sonríe, y aleja los mechones que nublan mi vista.

— Claro que puedes, confió en ti — dice.

Las contracciones vuelven, y escucho el grito de la doctora Kim una vez más pidiéndome que puje.

Siento paz cuando por fin tengo a mi bebé en mis brazos, y me sorprendo cuando su llanto cesa al ponerlo en mi pecho.

Me siento completa.

Dentro de mi no cabe un poco más de emoción.

— Bienvenido al mundo cielo, donde las sorpresas son a diario. Te amo — le susurro.

10 de septiembre, a las 10:34 am. De 7 lb 8 oz

Conocí el verdadero significado de la palabra amor.

Despierto, dándome cuenta de que ya ha caído la tarde.

La habitación en la cual me encuentro está llena de globos y osos de peluche.

— ¿Entonces el papá de Nathan es Zack? ¿Dónde está tío Shawn? ¿Ya no lo quieres? — pregunta Mandy, la niña más curiosa del mundo.

— Así es, Zack es el padre de Nathan, y ya no preguntes más sobre el tema ¿si? — interviene Nick, mi hermano mayor.

La niña mueve su cabeza de arriba hacia abajo, y pide disculpas alejándose.

— Le será difícil acostumbrarse a la ausencia de Shawn — digo sin apartar mi vista de ella.

Nick suspira, y aunque no lo diga sé que también le será difícil.

— ¿Piensas decirle algún día la verdad o perdonarlo? — pregunta.

Son pocos los momentos en los que puedo verlo serio.

— No lo sé... Tal vez en un futuro — respondo en susurro.

Mamá no ha dejado de sonreír mientras arrulla a Nathan, quien parece a gusto en sus brazos.

Y me prometo a mí misma ser como ella.
Una mujer valiente que ha sabido sacar a su familia adelante, que no necesitó un hombre a su lado para ser feliz.

Lo haré, porque ahora tengo una prioridad.

Mi ángel.

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