"Te pido perdón de ante mano Mendes pero... Tú me obligaste a hacerlo, me obligaste a ser perfecta como ella."
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» Originalmente mía.
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No puedo dejar de reír, porque papá me hace cosquillas.
Lo veo tres días a la semana, y me encanta pasar tiempo con él.
Le he preguntado a mamá porqué ella y papá no están juntos como los demás papás de mis compañeros en la escuela, dice que no voy a entenderlo porque solo tengo seis años.
Pero que me alegre porque papá Harold ya no está solito y nos tiene a nosotros, y papá Shawn ya tiene la compañía de Rosalie.
Ella no es mi mamá, y nunca lo será. Porque cuando cae la noche y papá no está me dice cosas feas.
Y mi mamá es maravillosa, y siempre nos hace felices a todos.
Pateo el balón con fuerza, logrando anotar un gol.
Papá da unas cuantas palmadas, y yo sonrío. Soy el mejor del aula, eso es porque mis papás me han enseñado mucho.
Hago una mueca cuando Rosalie me ordena ir a lavar mis manos porque ha llegado la hora de la merienda.
Pero no me quejo, voy al baño y con ayuda de papá lavo mis manos.
Tomo un sorbo de jugo sin apartar la vista de ella, me ha preguntado sobre mamá, pero no le respondo porque la escuche hablando con una amiga suya cuando pasó a visitar esta mañana.
¿Como se llamaba? ¿Zu? ¿Zou? ¡Zoé!
Decía que ______ no le caía del todo bien.
¿Existe otra _____ en nuestras vidas?
Tal vez tenga seis años, pero se muchas cosas.
La tía Camy a escondidas de mamá me dice que si Rosalie me alza la voz y papá no está que le muestre mi dedo del medio y salga corriendo.
No sé qué significa, pero lo hago.
Alzo mi dedo asegurándome de que papá está en su teléfono.
Rosalie alza una ceja.
- Nathan, ¿por qué tan callado? - pregunta papá.
- Me duele el estómago, ¿podrías llamar a mamá para que pase por mi? - miento.
El mueve su cabeza, y entiendo que es un sí.
No paso mucho tiempo esperando a mamá, y veo cómo Rosalie gira los ojos.
Que horrible.
Junto a mamá canto a todo pulmón nuestra canción favorita, y aunque me guste estar con papá paso mejores momentos con mi mamá.
Miro su abultada panza, y vuelvo a hacerle la pregunta:
- Mamá, ¿Por que te comiste a mi hermanito?-
Ella ríe.
- Cielo, ya hemos hablado de eso, no me lo comí -
- ¿Y porque está allí? - señalo su barriga.
- Nathan, no estoy preparada para hablarte sobre eso -
Me dejo caer de nuevo en el asiento del carro, y cierro mis ojos para descansar en lo que llegamos a casa.
