Capitulo 10

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-¿Dónde te habías metido?
-He estado explorando.
-Hay gente poco recomendable rondando por el circo. Hasta que sepas cómo va todo, quédate donde pueda verte.
Ya que ella acababa de prometerse a sí misma que iba a cumplir los votos matrimoniales, se tragó su resentimiento ante las maneras dictatoriales de su marido y se obligó a responder amablemente.
-De acuerdo.
A ________(tn) comenzaron a sudarle las palmas de las manos ante la proximidad del caballo y se encogió contra el remolque.
-¿Es tuyo?
-Sí. Perry Lipscomb lo cuida por mí. Hace un espectáculo ecuestre y transporta a Misha en el remolque de sus caballos.
-Ya veo.
-Entra y echa un vistazo a la función.
Él agitó las riendas y ella retrocedió con rapidez. Luego siseó consternada cuando el resto del cigarrillo comenzó a arder.
-¡Tienes que dejar de hacer eso! -gritó _______(tn), sacudiendo las ropas y pisoteando las ascuas que habían caído al suelo.
Él la miró por encima del hombro con la comisura de la boca ligeramente curvada.
-Ese vicio acabará por matarte. -Riéndose entre dientes, regresó a su lugar en la fila junto al resto de los artistas.
________(tn) no sabía qué encontraba más desalentador: el que Rubius hubiera destruido uno de los cigarrillos con su acostumbrada teatralidad o saber que parecía haberla vencido en cada uno de los encuentros que habían tenido ese día.
Aún se sentía acalorada cuando rodeó a los animales y entró en la carpa por la entrada trasera. Encontró un sitio libre en las gradas. Eran tablones de madera blanca, duros y estrechos, sin otro lugar donde apoyar los pies que el asiento de los espectadores de la fila de abajo. Pero rápidamente olvidó la incomodidad al ver la excitación de los niños de alrededor.
Le encantaban los niños. Aunque nunca se lo había dicho a nadie, su sueño secreto había sido dar clases en una guardería. No creía que aquel sueño se fuera a hacer realidad algún día, pero le gustaba pensar en ello algunas veces.
Las luces se atenuaron y un redoble de tambores sonó en crescendo mientras un foco iluminaba al maestro de ceremonias en la pista central.
-¡Señoooooras y señores! ¡Niños de tooooodas las edades! ¡Bienvenidos a la emocionante edición número veinticinco del circo de los Hermanos Quest!
La música estalló, tocada por una banda que constaba de dos músicos con tambores, un sintetizador y un ordenador. Comenzó a sonar una animada versión de "I'd like to teach the world to sing" y en la pista entró un caballo blanco con una chica que portaba la bandera americana. Los demás artistas la siguieron portando coloridos estandartes, sonriendo y saludando con la mano a la multitud.
La trouppe de acróbatas de Brady Pepper fue la que captó la atención de ________(tn); la componían tres hombres guapos y Heather, que estaba ataviada con lentejuelas doradas, mallas brillantes y espeso maquillaje. Sobre el pelo de la chica, ahora suavemente rizado, había una diadema de brillantes y rubíes de imitación que brillaba como un cometa. ________(tn) no tuvo ninguna dificultad en identificar a Brady Pepper entre sus hijos. Era un hombre musculoso y de estatura media, que le recordaba a un chico duro de la calle. Los seguía un grupo de jinetes, payasos, malabaristas y perros adiestrados.
Rubén entró solo en la arena, a lomos de su feroz caballo negro, y a diferencia de los demás artistas no hacía gestos con las manos ni saludaba. Mientras daba vueltas por la pista, parecía un ser tan distante y misterioso como su corazón ruso. No era ajeno a la presencia de la gente, pero de alguna manera permanecía aislado y le daba una extraña dignidad al colorido despliegue. La multitud se animó cuando los elefantes cerraron el desfile.
La función comenzó y, según avanzaba el espectáculo, ________(tn) se sorprendió ante tanto talento. Salió un trío de rumanos, unos trapecistas llamados los Tolea Voladores, las luces se apagaron y la música se desvaneció. Un foco azul iluminó al maestro de ceremonias, el único que ocupaba la oscura pista central.
-Están a punto de presenciar un número jamás visto en ningún otro lugar del planeta más que en el circo de los Hermanos Quest. Por primera vez, voy a contarles una historia asombrosa. -Su voz se volvió dramáticamente baja y una folclórica y embrujadora melodía rusa comenzó a sonar de fondo.
»Hace casi treinta años, en las estepas heladas de Siberia, una tribu errante de bandidos cosacos se tropezó con un niño muy pequeño que sólo vestía harapos y llevaba un colgante esmaltado de valor incalculable en el cuello. Los cosacos llevaron al niño a su pueblo y le enseñaron las habilidades que habían aprendido de sus padres. Sólo el colgante que llevaba puesto daba alguna pista de su verdadera identidad.
Las extrañas notas de la popular melodía rusa se fundía con la voz baja del maestro de ceremonias, y cuando la luz se volvió más brillante, el público escuchó, embelesado.
-Durante años, se forjó una leyenda sobre ese hombre, una leyenda que incluso a día de hoy sus rescatadores insisten en que es cierta.
La música se hizo más estridente.
-Creen que es el único descendiente directo del asesinado Zar Nicolás II y su esposa Alexandra. -La voz del hombre se volvió más fuerte. -Señoras y señores, ese hombre está aquí esta noche... -un redoble de tambores. -¡El heredero de la corona imperial rusa!
________(tn) sintió un estremecimiento de excitación, a pesar de que no se creía ni una palabra de la historia que había oído.
La voz del maestro de ceremonias resonó en la carpa.
-¡El circo de los Hermanos Quest se enorgullece en presentar... al incomparable Rubén Doblas el Cosaco!
Las luces subieron de intensidad, la música resonó y Rubén entró en la pista a todo galope a lomos de su caballo negro. Las mangas de su camisa blanca ondeaban y las joyas de la cintura parecían gotas de sangre roja. El poderoso alazán se elevó sobre las patas traseras. Desafiando la gravedad, Rubén levantó los brazos por encima de la cabeza, permaneciendo montado sólo con la presión de las poderosas piernas.
El caballo bajó y Rubén desapareció. _________(tn) quedó boquiabierta al verle reaparecer, de pie sobre la silla de montar. Mientras su montura galopaba alrededor de la pista, él realizó una serie de proezas diestramente ejecutadas que eran a la vez atrevidas y dramáticas. Finalmente se hundió en la silla y tomó el látigo que colgaba del pomo, ejecutando un gran arco sobre su cabeza, haciéndolo resonar tan fuerte que la gente de la primera fila pegó un salto.
Habían introducido algunos accesorios en la pista durante la presentación del maestro de ceremonias: una hilera de dianas con cintas y coronadas con globos púrpura. Dando una vuelta sobre la pista, Rubén hizo estallar los globos uno a uno, y una brillante explosión roja, como gotas de sangre, surcó el aire con cada chasquido del látigo.
Uno de los focos iluminó un candelabro con seis brazos enormes. Rubén hizo girar el látigo en un hipnótico arco sobre su cabeza para apagar las velas.
El público aplaudió, incluso los de las filas traseras habían podido obtener una buena visión del espectáculo. Rubén bajó con gracilidad a la arena y el caballo se alejó trotando fuera de la carpa. Las luces se atenuaron hasta que sólo el quedó iluminado por el foco. Cogió un segundo látigo y los hizo restallar a los dos al mismo ritmo, arriba y abajo, delante y detrás. Y luego los hizo bailar, realizando movimientos intricados con una gracia tan masculina, que ________(tn) se quedó sin aliento. El baile iba en aumento, con movimientos cada vez más rápidos y, como por arte de magia, los dos látigos se convirtieron en uno solo. Gigante. Con una poderosa torsión del brazo, Rubén lo elevó por encima de su cabeza para hacerlo estallar en llamas.
El público soltó un grito ahogado, se apagaron las luces y el látigo de fuego bailó una mazurca alocada en medio de la oscuridad. Cuando las luces se encendieron de nuevo, Rubén el Cosaco había desaparecido.

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