Capítulo 10.

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Dedicado a: GabrielaSolrzano9



POCHÉ POV

Estaba decidida a volver a tenerla, a recuperarla cueste lo que cueste. Así que tratare de hablarle hoy en el Instituto porque en serio la extrañaba y la quería conmigo lo más rápido posible.

Salí de mi casa rápidamente porque Calle ahora llegaba muy temprano y quería hablar con ella antes de entrar al salón. Caminé muy rápido para encontrarla afuera del Instituto y ahí estaba y puedo jurar que ella me volvía loca, cada cosa de ella y así como en la primera vez hacía mi corazón acelerarse con tan solo una vista porque esos ojos color cafés que me parecían extremadamente hermosos y grandes que me enamoraban una y otra vez. Eran tan profundos que con tan solo una mirada estoy segura que caería una y otra y otra vez. Me encantaban. Tuve que dejar mis pensamientos de lado y caminar decidida hacía ella para hablarle y pedirle una oportunidad para volver a estar juntas y que no importan las circunstancias. Cuándo estuve muy cerca de ella la tome del brazo y ella se dio medía vuelta y cuándo me vio, abrió los ojos como platos.-Po-Poché... ¿qué quieres?- dijo tartamudeando y cuándo la escuché todos mis sentidos se hicieron débiles porque en serio que esa voz era una que nunca podía superar. Era tan hermosa, tan delicada y suave, era música para mis oídos y me llenaba el alma por fín volver a escuchar su nombre entre mis labios. -Necesito hablar contigo, Calle, y no aceptaré un no como respuesta.- ella solo bajo su cabeza y asintió. La vi tomar mi mano y dirigirme hacía su carro y me indicó que entrará a el. Todo el camino fue en silencio hasta que llegamos a su casa y fuimos directamente a su habitación. Ella se sentó en su cama y yo en una silla que tenía ahí. La notaba muy nerviosa y ansiosa, moviendo sus manos así como sobando sus muslos de arriba hacía abajo, una y otra vez así que decidí romper el silencio.- Calle, en serio no sabes cuánta falta me has hecho. Todos los días que he estado sin ti se ha sentido un infierno para mí. No sabes cuántas fueron las noches en las que no pude dormir por pensar en tu hermosa sonrisa y tus hermosos labios. Se que pasamos por un momento difícil pero no quiero que algo como esto arruine todo lo que siempre soñé. Eres todo lo que quiero, todo lo que necesito y todo lo que he necesitado. Se que los prejuicios van a existir pero créeme que si quieres podemos superar esto juntas, no es algo con lo que no podamos manejar. Si me das la oportunidad prometo hacerte feliz, vamos mi amor, no sabes todo los planes que tengo contigo. Solo dame una oportunidad.- y con eso lo solté todo y solo vi que las lágrimas rodaban por su cara, vi cuanto dolor había en esos ojos tan hermosos y me sentí culpable por ser yo la que mi hizo, soy la causa de ese dolor. Me duele verla así. Me acerqué lentamente hasta quedar al par de ella y la abracé y así nos quedamos unos minutos más así hasta que sentí bel vacío cuándo la vi alejarse y secarse las lágrimas.-Poché, sabes que es difícil hacer esto, ya nos arriesgamos una vez, no quiero terminar todo por algo así pero en serio me duele que algo nos pase solo por amarnos. Sabes que es algo que no esta aceptado por mucha gente y nos vamos a arriesgar y va a ser muy difícil estar contigo mientras estoy con Mario.- y ahí cuando entendí porque no podíamos estar juntas, había otro y muy rápidamente me aleje de ella y tomé el valor de preguntar quién era Mario.
-Calle, ¿quién es Mario?- y ella se quede en blanco unos segundos. -Es mi novio.- esas palabras tuvieron un impacto exagerado en mi. Yo sabía que tenía a alguien más no era necesario que lo dijera pero todavía existía la esperanza que estuviera conmigo, de yo hacerla feliz, de tenerla para mí. -Calle, si me respondes esto con sinceridad, te dejaré hacer lo que quieras.- y ella solo asintió con la cabeza. -¿Lo amas?- esa era toda mi pregunta. -Lo quiero, Poché.- respondió sin aún decirme lo que quería saber realmente. -No, escucha la pregunta, ¿amas a Mario?- silencio. Eso fue lo que recibí de ella y eso me mostraba que no lo amaba y me daba una esperanza increíble así que decidí hacer algo y besarla. Me acerqué hacía ella y tomé su cara, la bese y era de esos besos que transmitían un reencuentro, amor, palabras que no podíamos decir pero si darnos de esta manera. Enredé mis dedos en su hermoso cabello y a medida de que el beso pasaba se volvía más rápido e intenso. Se notaba que ella quería estar conmigo tanto como yo con ella. Todos era maravilloso hasta que sentí un par de lágrimas saladas en mis labios y me aleje lentamente y tomé su cara en ambas manos. -Hey, hey, Calle, mirame.- ella seguía llorando pero levantó la mirada y me vio un segundo y le regalé una cálida sonrisa. -Hey, mi amor, no te pongas así, las dos podremos superar esto. Tienes que saber que eres todo lo que quiero y no te dejaré ir así de rápido ¿entendido?- y ella solo asintió y siguió llorando por no se cuanto tiempo más pero quería que se desahogara del todo de su sistema. -En serio que no sabes cuanto miedo me da esto. Me da miedo que la gente no sepa entendernos. Me da miedo que tanto amor pueda crecer por ti y que no pueda controlarlo por que no se como hacerlo y sinceramente no se si quiero controlarlo sólo se que quiero estar contigo. Sé que te amo y sé que estos días han sido un total infierno para las dos y no te quiero dejar por que significas mucho para mí y solo quiero estar contigo. Pero tengo miedo Poché.- ya ahora entendía porque ella actuaba así. Ella tenía miedo y no voy a mentir yo también. Pero yo se que si la quiero tener conmigo. -Hey, hey, entiendo, se que es difícil y me duele mucho que estemos pasando por esto pero solo quiero estar contigo y si tu también quieres estás totalmente bienvenida a ser parte de mi vida y corazón aunque literalmente lo tienes todo para ti solita.- ella soltó una risita con eso que dije al final y no hubieron más palabras, no las necesitábamos. Solo estuvimos abrazadas todo el tiempo y cuándo vi que las lágrimas de Calle desaparecieron y que su respiración empezó a ser más pesada pude notar que estaba dormida y un poco después yo también caí rendida con ella. Y después de tanto tiempo por fín pude tener una noche en paz y feliz. Ya la tenía a ella y estaba completamente segura que la amaba.

En Tus Ojos (Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora