• Los juegos de mi PRIMO • © COMPLETA.

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~Anahi~

Alfonso: ¿Porque te niegas a lo que quieres? No te entiendo Anahí ¡Mirate! Tu cuerpo te delata, pero tu estas empeñada a decirme que no.

Mi adorado primo me tenia acorralada contra la puerta de mi habitación con mis piernas alrededor de su cadera. Había salido de la ducha con ropa interior para vestirme y cual fue mi sorpresa al encontrarlo esperándome sentado en la cama, en MI cama.

Anahí: Por favor .. –hable casi suplicante– Esto esta mal.

Alfonso: Pero tu lo deseas, igual que yo –sentencio él para luego sallar nuestro labios.

Sentí sus manos volver a posarse en mis caderas para apretarme en contra de su notable erección. Segui su beso, en realidad quería hacerlo, quería pero no podíamos ¡El era mi primo!

Anahi: Para por favor –rogue una vez más. Mi autocontrol esta a punto de abondonarme.

Alfonso: Mira como estas, húmeda para mi, te gusta Anahí y no voy a parar hasta que lo admitas.

Sus dedos bajaron hasta mi entrepierna donde empezó a masajear lentamente ¡Por dios! Tenia que volver a controlarme, tenía que alejarme de esta dulce tortura porque simplemente esto no podía ser. De un momento a otro sentí como todo daba vueltas y ahora mi espalda estaba en él colchón de mi cama y mi primo encima de mi, mas específicamente, entre mis piernas.

Alfonso: Vamos nena, dímelo, dime que te gusta.

Mordí mi labio hasta hacerlo sangrar, estaba evitando que mi traicioneros pensamientos salieron a flote, esto no me gusta ¡Me encanta! Él movió mis bragas negras de encaje a un lado e introdujo un dedo en mi interior mientras con su pulgar flotaba mi adolorido clítoris...Mmm.

Anahí: Oh por dios.. – gemí al sentir como algo dentro de mi gritaba por ser liberado.

Alfonso: Dime que te gusta nena, admitelo y dejare que te llegues.

No podía mas, quería explotar... Quería gritar... Queria... Introdujo un segundo dedo y sentí como me derretía bajo él. No me importaba nada, no me importaba que detrás de mi puerta se encontraba toda mi familia esperándonos para la cena de navidad y en cualquier momento, mamá podía entrar por mi, en estos momentos solo quería ser egoísta y pensar en las hermosas sensaciones que estaba sintiendo.

Anahí: ¡Si! –grite cuando sentí que aceleraba él movimientos de sus dedos –Si me gusta.

Alfonso: Vez lo sencillo que era ¡Oh nena!

Movía sus dedos, adentro y fuera, cada vez mas rápido. No podía respirar. ¡Alerta! Viene órgasmo.

Alfonso: Eso es nena, vamos dámelo.

En estos momentos dos preguntas asaltaron mi alborotada mente. ¿Porque diablos tenía que ser tan endemoniadamente sexy? Y la mas importante ¿Porque tenia que ser mi primo?

Alfonso: Quiero que gimas mi nombre cuando llegues, vamos Anahí dilo.

Él siguió introduciendo sus dedos una, dos, tres veces más y yo estaba lista para desgarrar mi garganta en un fuerte grito con su nombre ¡Oh! Ya esta... Ya viene.

Alfonso: Quiero escucharte nena.

Anahí: Oh dios.

**beep,beep,beep*

¿Pero que...? ¡Mierda!

Él despertador sonó sacándome de mi húmedo sueño, o mas bien recuerdo. Pase una mano por mi cara sudada y sonrojada para alejar las últimas sensaciones.