~Anahi~
Alfonso aparca él carro de la entrada de la casa y yo me apresuró a salir y recoger las bolsas. Desde que acepte entrar en su juego he estado evitando los momentos a solas lo mas que puedo. En él supermercado he dividido la lista para no tener que buscar juntos por los pasillos y en él auto he encendido la radio para evitar cualquier conversación, aún así he sentido la mirada burlona de Poncho en mi durante todo él viaje de vuelta a casa.
Alfonso: No vas a huir de mi siempre – me dice abrazandome por detrás, rodeándome la cintura, y pegándome a él.
Anahí: ¡Poncho nos pueden ver! –chille tratando de separarme.
Alfonso: ¿Y? Lo único que verían es un primo abrazando a su prima –susurra en mi oído.
Anahí: Un primo muy cariñoso –sonrei ante sus caricias con su Nariz en mi cuello– Ayudame con las bolsas, vago.
Entramos a la casa cargados de bolsas, mamá y tia Ruth corrieron a ayudarnos, y entre los cuatros llevamos las bolsas a la cocina. Ya había olor a galletas recién horneadas por todo la casa.
Ruth: Demoraron mucho.
Alfonso: Lo siento mamá– se disculpo– Tu sabes como son las filas de supermercado en la caja – tomo una galleta de la bandeja.
Ruth: No seas glotón, espera que se enfríen –lo regaña y él se va de la cocina riendo.
Las galletas me recuerdan a mi abuelo y ya que no lo veo por ninguna parte decido preguntar.
Anahí: Mamá ¿Donde esta él abuelo?
Tisha: Él esta en él estudio, mi amor. Si no estoy mal debe de estar leyendo –esta picando las verduras y de pronto para y me mira – Sabes que su vista cada vez falla mas y él doctor dijo que no debería esforzarla tanto pero, nadie puede quitarle sus libros.
Anahí: Ire a verlo.
Antes de irme tomo un plato y deposito unas galletas, luego saco la leche y la vierto en dos vasos, pongo todo en una bandeja y con cuidado me dirijo al estudio de mi abuelo.
Tisha: Si Anahí y tu siguen patrocinandole comer tanta azúcar luego no lo van a poder controlar. Se pone mas hiperactivo que un niño de dos años –oigo que mamá me dice antes de abandonar la cocina.
Él estudio esta al fonde del primer piso, es una habitación grande con una biblioteca igual de grande. Muchos de esos libros son de mi abuelo, ya que antes él estudio era de él. Aun lo sigue utilizando para leer, pero lo ha cedido a mi padre para su trabajo.
Toco levemente antes de entrar y escuchó a mi abuelo murmurrar algo que traduje como un "pase". Entro y mi abuelo me regala una de esas cariñosas risas que solo él sabe dar. Esta sentado en él sillón con sus gafas puesta y un libro en la mano. Yo me acerco hasta la mesita de centro y deposito ahí la bandeja para luego sentarme en él reposa brazos de su sillón y besar su blanca cabeza.
Abuelo: Veo que Anabelle no es mi única aliada – dice y alarga su mano derecha para coger una galleta.
Anahí: ¿Que estas haciendo abuelito? –le pregunto acariciando su cabecita.
Abuelo: Leyendo uno de los mejores libro –dice mientras moja su galleta en la leche.
Anahí: ¿Ah si? ¿Y como se llama? – le preguntó tratando de ver la portada del libro.
Abuelo: "Amor en los tiempos del cólera" ¿Lo has leído, palomita?.
Anahí: No abuelito, no en realidad ¿De quien es?.
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• Los juegos de mi PRIMO • © COMPLETA.
De Todohot 🔥 (+18) [Aclaración: Esta historia no es mía todos los derechos quedan reservado a la autora Nanita ]