Good Girl «h.s.»

Capítulo 14

Llegó la tarde y sobre las ocho mis padres. Para entonces Nana y yo ya habíamos terminado de contratar al abogado. Claro, todo a escondidas de mis padres. Después de su llegada Nana acomodó sus maletas en su cuarto, bueno la de mi madre en uno y la de mi padre en otro, volvían peleando, como hacían por costumbre.

Yo cené entre sus discusiones y fui a la habitación pensando, como había hecho desde que ocurrió, bueno, lo que ocurrió. Fui hacia mi cuarto. Empecé a pensar un poco en todo. ¿Estaba segura de lo que hacía? Todo pasaba demasiado rápido. Y sobre todo, cuando pensaba saber todo sobre Harry, y... Darle un beso. Ocurre esto. Provocó que le temiera, ahora tengo miedo de Harry. No me creo que apretara ese gatillo, a decir verdad. Y aún seguía en mi cabeza, quién era esa tal Maddie. Quizá sabía algo de eso Nana. O puede que no. Estaba bastante nublado cualquier tema que tuviera alguna relación con Harry, como la noticia de que mi Nana es su madre.

Después de seguir dando vueltas al asunto, quedé profundamente dormida.

 ☯☯☯

Llegó el nuevo día, en el que Nana se encontraba de los nervios. Hoy, decidimos ir a la cárcel, donde estaría Harry hasta el día del juicio. Ella, estaba muy ansiosa. Mañana vería a su hijo después de muchos años. Solo sabía cómo era gracias a fotos, y en el periódico lo conoció por la sudadera, que días antes yo había traído, cuando me la prestó por el frío y Nana reconoció su olor.  Claro que le había recordado a algo, a su hijo. Además,  recordaba que su nombre era Harry, y también el apellido de su antiguo marido, Styles. Todo apuntaría que fuera él, además que ella lloraba al ver la foto, diciendo que esos eran los ojos de su padre. Y estaba deseando ver su sonrisa. Yo le aseguré, que era la más preciosa del mundo.

Entonces, según nos informamos ayer, a las seis comenzaba la hora de visitas allí. Así que, ya listas, a y media estábamos saliendo de casa. A mi madre, le comentamos que iríamos a la ciudad a comprar ropa.

Nana arrancó uno de los coches, el Toyota, que había en nuestro garaje, y nos dirigimos hacia nuestro destino.

En menos de media hora llegamos allí, justo a las seis menos un minuto habíamos conseguido entrar allí, y quedar en la sala de espera, en la que poco después sonó por un pequeño altavoz, que podían entrar las visitas.

-Ve. -Le dije a Nana, mientras ella se mordía las uñas, debido al nerviosismo.

-¿No vienes conmigo? -preguntó. Yo negué con la cabeza, no quería ver a Harry. No sé si nunca más, o tan solo por un tiempo. Pero ahora lo veía como un chico impulsivo, que solo me había traído problemas. -No puedo entrar allí sola, te necesito. -Me dijo como una amiga. Lo que ella era, a veces como una amiga, otras como una hermana mayor, y en ocasiones como una madre.

-Bueno... Vale.

Entramos entonces en la sala. A Harry le comunicaron que tenía visita, y se extrañó mucho. Cuando nos vio a las dos sentadas en las sillas que había junto a una mesa, se le iluminó el rostro. Se acercó a nosotras, y se sentó en una de las sillas restantes al rededor de la mesa. Estaba en frente de las dos.

-¿Qué haces aquí? ¿Ya no estás...?

-Sí. -Le corté secante. -Sigo así.

-¿Entonces? ¿A qué se debe tu visita?

-Vengo por ella. -Miré a mi Nana, quien observaba a Harry de arriba a abajo. - Harry... Ella es mi Nana. Y la cuestión es que llegamos a una conclusión, y es cierta. -Él se hizo todo oídos. Hice un gesto a Nana para que continuara ella.

-Verás... Yo no soy solo su Nana. Me llamo Anne Cox, y resulta... -se trabó un poco por la emoción. -Es que, tú eres mi hijo. -Harry abrió la boca perplejo, mientras caía alguna lágrima por las mejillas de Anne.

-Eres mi... ¿Madre? Pero, si es imposible. Mi padre me alejó de ella hace tanto tiempo... Qué... ¿Qué? -estaba anonadado. -¿En serio eres mi madre?

Ella asintió.

-Has crecido, la última vez que te vi te podía coger en brazos. -Se rió, y Harry esbozó una pequeña sonrisa.-Cuando _____ me dijo que tenías una sonrisa preciosa, no mentía. -Le di un codazo y me sonrojé, entonces Harry rió.

-¿En serio te dijo eso? -preguntó con una sonrisa pícara. Yo me mantuve seria, este asunto no era para divertirse.

-Por cierto, ¿qué es de Maddie? Debe estar preciosa. -Comentó Anne. Harry bajó la cabeza, y Anne me miró. Yo me encogí de hombros, no sabía nada de ese tema, así que no podía contestarle. -Bueno, no pasa nada. Ya mantendremos esta conversación más tarde. Ahora, tienes que contarme muchas cosas.

Ella y Harry empezaron a hablar, y hablar sin parar. Me sentía bien y mal a la vez al verles felices. Puede que hacía años que no se veían, pero se notaba que Anne le quería mucho, como una madre a su hijo. En cambio, mis padres... En fin.

''Ha finalizado la hora de visitas'' 

Comunicaron por el altavoz.

-Bueno, va siendo hora de irnos. Mañana nos veremos después de que te declaren culpable o inocente. El abogado te esperará a las nueve allí, estate listo.

-Claro que si... -Harry con miedo se levantó, al igual que nosotras, y le dio un abrazo a Anne. Vi como le caía una lágrima de felicidad, por tener ahí a su madre que tanto tiempo no pudo disfrutar. Tan solo yo noté esa lágrima, ya que en cuestión de segundos se la secó. Después me miró. Hizo el amago de darme un abrazo, pero me aparté un poco y él entendió que no lo aceptaría. Después el amago de darme un beso en la mejilla, pero sucedió tres cuartos de lo mismo. Entonces, me estrechó la mano.

-Hasta la próxima. -Dije yo bastante seria.

-Si la hay. -Contestó.

Le miré fijamente, y él separó su mano de la mía lentamente. Observé el gesto, y volví mi mirada a sus ojos esmeralda. La desplacé por sus mejillas y luego sus labios, y volví de nuevo a los ojos. ¿Cómo si había segunda vez? ¿No lo volvería a ver? Bueno... Si salía culpable, puede que no. Pero, ¿qué? No podría dejar de verle.

Continuará...