Era un día nuevo, y hoy a pesar de lo que me dijera mi madre; pasaría el día con Harry. No podía dejarle dos días seguidos porque si no seguro que lo encontraba con unos prismáticos detrás de un matorral espiándome.
Decidimos ir a dar un paseo por los alrededores.
-¿Y qué harás cuando acabe el verano? -preguntó Harry mientras caminábamos. No sé cómo pensaba en eso, era Agosto.
-Pues normalmente marchaba a mi casa de Londres, pero ahora no lo sé. Según lo que le contaron a mi madre, ahora esa casa es propiedad de mi padre; así que a saber.
-Sea donde sea estaré contigo. -Dijo seguro mientras miraba el camino. Yo le miré, pero él no lo hizo de vuelta. Sonreí; que, que así era él. Me encantaba.
-¿Y tienes pensado hacer algo? -le pregunté. Él asintió.
-Pues seguramente trabajaré.
-¿Trabajarás? -pregunté asombrada. -¿No harás universidad?
-No fui a clase a partir de segundo de secundaria, ¿en qué universidad entraría?
-No sé, ¿pero de qué trabajarás?
-No lo sé; ya veré.
Me inquietaba la forma tan relajada en que hablaba, no era un tema para dejar a la ligera, si no todo lo contrario. No quería verlo diez años a delante viviendo en las condiciones que hasta hace semanas vivía.
Cambiamos de tema, y comenzamos uno más llevadero.
Seguimos caminando; hasta que decidimos parar a descansar un poco en un banco.
-Mira, ¿quieres que alquilemos una? -preguntó él señalando un alquiler de barcas que había a pocos metros nuestros.
-No sé, como tú quieras.
-Venga, vamos. Una vez subí a uno de pequeño, son divertidas. -Reí y negué con la cabeza.
-Vale, vamos.
Nos acercamos allí y pagamos al señor que había en el puesto. Nos acercó a la barca número veinticuatro, y nos cedió un par de remos, junto a un empujón para salir del muelle. Harry empezó a remar y nos alejamos un poco de la costa hacia el centro del lago.
-Que cara de concentración. -Comenté riéndome.
-Si quieres puedes remar tú. -Rió. -Aun que dudo que puedas tan solo con un remo.
-Oye, que no soy una inútil. -Dije con los brazos cruzados. -Dame uno de esos cacharros ahora mismo.
-¿Seguro? -dijo entregándome uno de los remos. Me senté a su lado. La verdad es que pesaba bastante el remo, pero no quería que pensara que era una completa inútil. Intenté remar un poco, costaba. Él se rió.
-¿De qué te ríes? -pregunté.
-Solo viendo tu cara de sufrimiento y que no avanzamos nada, me da la risa. -Le miré con el ceño fruncido, pero acabé riéndome también. -A ver, ven aquí. -Me cogió una mano e hizo mi remo a un lado. Con un movimiento me puso encima de su regazo y paso sus brazos por mis alrededores, juntado cada una de sus manos con las mías. Cogimos el remo y él empezó a enseñarme como se hacía para que fuera más sencillo. -¿Ves? Se hace así. -Quitó una de sus manos para apartar todo mi pelo hacia un lado y que no le molestara, volvió a ponerla encima de la mía y siguió remando. Yo más bien solo movía los brazos, ya que toda la fuerza la hacía él. Acabamos llegando más o menos al centro del lago, y él paró.
-Qué bonito es. - Comenté mirando los alrededores. Él soltó el remo, y me cogió por la cintura rodeándola con sus fuertes brazos.
-La verdad es que si. Nunca lo había visto así. -Dijo con su ronca y sexy voz.
-¿Cómo así? -pregunté, girándome un poco para poder verle la cara.
-Antes veía todo tan oscuro y gris. Todos los días rondando de un lado a otro, comiendo cuando podía, enfrentándome a esos idiotas, soportando burlas de chicos corrientes, y bueno. Cosas por el estilo. Encontraba esto asqueroso.
-¿Ahora ya no?
-No, hiciste que todo cambiara. -Sonreí, y él se acercó a darme un pequeño beso en los labios, con una pequeña risa sorda de por medio. -Gracias. -Murmuró.
-No hace falta que las des.
-Eres la mejor persona que jamás conocí. -Dijo en un tono bajo.
-No te creas. Guapa no soy para nada, y soy bastante irritable en comportamiento.
-Para mi eres perfecta, con todos tus defectos. Eres preciosa, para mí por lo menos. Y ese comportamiento te hace única y especial, y me encanta.
Harry desde luego, era un auténtico encanto en algunas ecuaciones. Era como el chico perfecto, pero no solo en físico; si no también en carácter. Te decía lo que muchos otros muchachos corrientes nunca te dirían. No podía dejar de sonreír, y decidí darle un beso.
Continuará...
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Good Girl «h.s.»
Fanfic''-No te acerques a él, todos dicen que solo trae problémas. -Me da igual lo que digan los demás, quiero conocerle.'' ¿Te atreves a leerla?