Capítulo 17

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Pasó una semana, aproximadamente desde que Harry se había incorporado al hogar. Mi madre, apenas le veía a las horas de comer, cenar o desayunar. Pero cuando lo hacía, lo veía como despreciadamente. Le parecía un chico pobre, sin casa, nada más. El hijo de la criada. Un insecto venenoso, que había que aplastar rápidamente. Creía, que era una mala influencia para mí. Pero por eso, no había ningún problema a decir verdad. Yo no tenía el más mínimo interés que entablar una conversación con él, no quería. Por lo menos por un tiempo. Aunque, notaba como muchas veces él intentaba justo lo contrario. Quería hablar conmigo. No sabía el qué, pero prefería hacer oídos sordos e ignorarle. Hablé lo más mínimo con él. Igualmente, el fue lo más amable posible con todo el mundo, y me daba incluso pena. A lo largo de estos días me había dado cuenta de que no parecía mal chico a fin de cuentas, pero mi mente seguía cada noche nublada, con la imagen de Harry apretando el gatillo. A veces, incluso, con pesadillas.

Como esta noche, por ejemplo. Estaba reviviendo ese momento, en el que estaba atada observando la escena de ambos chicos discutiendo, cuando, ¡Pum! Entonces me desperté de golpe, gritando debido al miedo. Oí unos pasos corriendo hacia aquí, y me asusté más. Abrió la puerta exaltado Harry.

-¿Estás bien? -preguntó él. - He oído que gritabas.

-Estoy bien. -Contesté, fría. -Tan solo fue una pesadilla. -Se apoyó en el marco de la puerta, y dejando su peso en éste. Cruzó sus brazos, y lo miraba, como él fijó su mirada en mí. Notaba como esos ojos color esmeralda taladraban los míos. Estuvo así unos segundos, hasta que yo me quejé. -¿Piensas quedarte ahí toda la noche? Solo fue una pesadilla, puedes irte. -No dijo nada, pero se acercó a mi cama y se sentó en un borde de ésta. Yo observaba cada gesto que hacía, ¿en qué pensaba este chico? ¿No podía dejarme dormir tranquila?

-Es por si vuelves a tener otra.

-Harry, no voy a tener otra pesadilla. Puedes irte. -Él buscó con su mano mis piernas. Después empezó a acariciarlas, por encima de las sábanas. Yo me tensé en ese momento. ¿Estaría medio dormido? Pensé.

-No quiero que sigas ignorándome.

-Harry...

-No, déjame hablar. Puede que no me comprendas en este momento, y que tengas dudas en tu cabeza sobre mí. Pero, estoy dispuesto a decírtelas.

-¿En serio? -me extrañé. Me incorporé y me senté a su lado. -¿Todas?

-Eso intentaré. Si con eso consigo que entiendas la situación por la que pasé la semana pasada será así. -Yo asentí para que continuara. -La primera supongo es que no sabes quién es Maddie. Pues ella, era mi hermana. Mayor que yo.

-¿Y qué pasó con ella? ¿Qué tiene que ver con Tom?

-Pues un día, poco después del incidente con la madre de Tom, él la pagó con ella. Le hizo lo mismo que contigo. Se la llevó, abusó, y luego bueno... Ya sabes. Yo estaba durmiendo, y cuando desperté sus amigos me tenían pillado. Era mucho menos fuerte y no pude hacer nada. Eso sí, oí un grito en la casa de al lado poco después de despertar entre esos tres chicos, en cuanto pude corrí hacia allí y no te imaginas el horror de escena que vi... Me costó bastante superar esa imagen. Por eso, actué así cuando discutí con Tom. Sabía sus intenciones. Él quiere, o quería, siempre deshacerse de personas importantes para mí. -Se le notaba que su voz ronca, estaba más grave de lo habitual. Tenía los ojos cristalizados, pero no derramó ni una sola lágrima, se mantenía admirablemente fuerte. Había juzgado a Harry como un impulsivo peligroso cuando tan solo me protegía para no revivir su pasado. Me sentía mal.

-Lo siento mucho... Pero, ¿por qué no querías contarlo?

-No estaba seguro. Podrías asustarte, o pensar que estoy loco, o una mala influencia. Pero también no quería recordarlo, desde entonces nunca antes tuve gente con la cual me llevara bien. Y bueno, no había vuelto a tocar el tema tras superarlo.

-No te preocupes, no volveré a sacarlo si no quieres. Y gracias por contármelo. -Él acercó su mano a mi muslo y empezó a acariciarlo, hasta llegar a mi mano. - Siento haber actuado así, -dije mientras nuestras manos jugueteaban- pero sentí miedo.

- No me extraña, y te comprendo. Pero solo lo hice por ti, no quería que ese estúpido te hiciera daño. Ahora eres bastante importante en mi vida, ¿sabes? Gracias a ti pasé de vivir en ese callejón, solo; a estar en una casa enorme, encontrar a mi madre, y contar con alguien muy especial. Tu. -Me sonrojé y sonreí, pero me vino una duda más a la cabeza.

-Un momento, ¿y por qué Tom siempre te tenía miedo cada vez que le amenazabas? Por ejemplo, algunas veces le decías algo de 'hacer lo de la otra vez' -dije en tono grave, intentando imitar su voz ronca.

-Es que, después de lo de Maddie pues bueno... Al principio estuve atemorizado, pero acabé dándole su merecido. Un día me metí en una pelea con él, y bueno. Supondrás quién pudo con quién. Aunque, de aquella tan solo tenía catorce o quince años.

-Bueno, ahora todo pasó y podemos estar tranquilos. -Finalmente nuestras manos se entrelazaron y esbocé una leve sonrisa. Alcé la vista y él hizo lo mismo. Mantuvimos la mirada un buen rato, mientras sonreía tal cual lo hacía su madre, eran muy parecidos. Puso su mano libre en mi cuello, pero alcanzando con su pulgar una de mis mejillas. Tragué saliva, y con el silencio que manteníamos creo que se escuchó. Se acercó un poco a mí, hasta el punto que podía sentir su respiración. Me dio un beso en la mejilla lentamente. Se volvió a alejar unos milímetros de mi, tan solo milímetros; para humedecerse los labios. Miré el gesto, y volví a alzar la vista. Recordé la noche en la playa, antes de todo el alboroto de Tom.  - Harry. -Le susurré. - ¿Tu me quieres?



Continuará...

Good Girl «h.s.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora