Capítulo IX

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Capítulo 9

Su visión era borrosa, le dolía la cabeza y hacía mucho calor, más de lo habitual. Lentamente se fue levantando incorporando. Sintió como su cabeza le daba vueltas y el dolor se intensificaba. Se sujetó la cabeza gimiendo masajeando sus sienes. Una fuerte arcada hizo que saliera corriendo hacia el baño de la habitación.

Por suerte le dio tiempo llegar al retrete y vomitar todo lo que tenía en el estómago. Estuvo allí durante unos minutos. Se limpió su boca con el dorso de su mano, su boca le sabía a vómito y su aliento apestaba alcohol. No aseguraba cuantas copas había tomado la noche anterior pero debían a ver sido muchas para tener resaca. Si ella tenía mucha resistencia al alcohol. No volvería a beber más.

Tanto bebió que no se acordaba de nada de lo ocurrido de la noche anterior. No recordaba absolutamente nada. Y por suerte para ella, no recordaba que intento acostarse con Zoro, por el simple hecho que no podía aguantar más. Tan difícil es reconocer lo obvio.

Después de unos minutos y asegurarse de que no iba a vomitar se levantó y se dirigió a al espejo del baño. Se sorprendió un poco al verse medio desnuda. Pero más le sorprendió que no tuviera ninguna marca que indicara que había tenido relaciones sexuales. Era sospechoso e intento recordar la noche anterior pero cada vez que lo intentaba recibía un golpe en la cabeza. No le dio mucha importancia por el hecho de que no le dolía nada, aparte de la cabeza, y no tenía ni una marca en su cuerpo, cuando siempre que ocurría eso las tenía por todo su cuerpo. Pero la curiosidad que le daba era ¿con quién llega, casi, hacerlo?

No le dio más importancia. Acaricio sus mejillas y frente, estaba un poco caliente. Dedujo de que podía ser por dormir con la ventana abierta y en bragas, mejor dicho, la parte inferior del bikini.

Volvió a su habitación buscando alguna pista que pudiera encontrar a su invitado nocturno. Pero no encontró nada, esto le alivio, no tendría que tomar medidas. También percato de que no había rastro de Zoro. Por un momento pensó de que Zoro podía a verlo escuchado o mucho peor, pillado, pero nunca descubriría que ella casi le viola.

Seria mentir, decir que esa posibilidad no se le había pasado por la cabeza, pero la rechazaba, nunca se atrevería tocarle y más que ahora parecía que le interesaba otras chicas y ella no entraba en el lote. Reconocía que eso le daba más ganas de jugar y bueno ya sabéis que más quería con él.

Miro la hora en el reloj de la habitación, ya era tarde, muy tarde. Nunca se había levantado tarde, deberían estar desayunando ahora mismo. Rápidamente se dio una ducha y se vistió para ir corriendo a la cocina de la mansión.

Sorpresa fue de que cuando llego a la cocina, no fue que no había nadie, era lo más común siendo la hora que era, sino que en la cocina se encontraba sirviéndose un café en bañador, la única persona que no quería ver en su vida. Todas menos esa.

El chico noto la presencia de la chica. Sonrió de medio lado con un toque de malicia. Se sirvió el café con toda la tranquilidad del mundo, mientras la morena se quedó inmóvil, no se encontraba bien y se sorprendió de verle delante de sus narices.

-Buenos díasNico-ya.-utilizo un tono a Robin se le puso los pelos de puntas y atrayéndola a la realidad.

-¿Qué haces aquí?- le encaro enfadada al cirujano de la muerte. Aun no se le había olvidado lo que intento hacer en la tienda de ropa. Por qué no olvida eso de ver de olvidar lo de la noche anterior. Maldecía un montón de veces por lo injusto que era la vida.

Law se acercó a ella que retrocedía hasta chocar contra la pared. Robin le fulminaba con la mirada pero a él no le intimidaba. Esto le recordó lo del probador. Apoyo una mano por encima de su cabeza atrapándola.

 ‼️Que empiece el juego.‼️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora