La distancia entre tu y yo. (Heo Young Saeng y Tú)

Capítulo 7. "Confesión"

Desde aquella noche, he estado pensando. He puesto mis sentimientos en claro, y he llegado a la conclusión de que.. estoy.. enamorada, de nada más y nada menos que de mi mejor amigo, Heo Young Saeng. No entiendo, ¿porque el? Pero como decía antes mi abuelo, "El amor llega rápido, pero se va despacio". Sin duda ciegamente me enamoré de el, ya pasó un mes, no puedo creerlo, sabía que algo estaba mal.. desde que lo miré en el parque, hasta que le dije que viviera conmigo, "Vaya, ¡Que tonta eres TN!", me decía a mi misma, aún no podía creerlo, yo, enamorada de mi mejor amigo, ¡Que idiotez! ¿Cómo pude hacerlo?.

En fin, estaba en mi habitación, y como siempre, Young-Saeng estaba conmigo, todo hacia que me enamorará de el.

—TN, vayamos a desayunar~—

—Claro, vamos—

Dije con una sonrisa, el tomó mi mano, nos levantamos de la cama.

—Ve a darte un baño~—

—Esta bien, como diga jefe—

Bufé mientras sonreía, el solo río levemente, sin duda, su risa, era la mejor. Yo entré al cuarto de baño, me saqué la ropa, y me duche, veinte minutos después sali del cuarto de baño, envuelta en una toalla.

—Has tardado mucho, ¿Qué tanto hacías?—

—¿Eh? Solo me duchaba.—

Dije con una sonrisa, después el entro al cuarto de baño, y se dió un baño, mientras yo me arreglaba y me vestía. Media hora después ya estábamos por llegar a aquel restaurante de mariscos. Al llegar un mesero abrió la puerta.

—¿Mesa para dos?—

—Por favor—

El mesero me miró con una sonrisa, algo seductora, al llegar nos sentamos, pude notar que aquel mesero miraba mis pechos, algo me decía que no tenía que ponerme esa blusa con escote.

Young-Saeng notó lo que hacía el mesero, y tomó mi mano con una sonrisa.

—¿Qué pediras amor?—

Al escuchar sus palabras, no pude evitar sonrojarme, el mesero solo hizo un gesto, y nos dió los menús. Yo lo tomé y lo mire, Young-Saeng hizo lo mismo.

—Pediré un cóctel.. ¿Y tú TN?—

—Eh.. lo mismo—

El mesero anotó en una libreta pequeña, y después se retiró. Young-Saeng me miró.

—Se lo que te estaba mirando ese idiota, por eso te dije eso—

—Vale..—

Dije un poco desanimada, comenzamos a hablar y de pronto salió el tema de Rebecca me tiene muy preocupada. Después llegó el mesero, y puso nuestra comida en la mesa, los dos comenzamos a comer. Una hora después ya estábamos fuera de aquel restaurante, Young-Saeng y yo caminamos varios minutos, hasta que llegamos a la playa, los dos nos sacamos los zapatos y comenzamos a caminar por la arena, al cabo de 15 minutos el y yo nos sentamos, en la arena, podía notar que el estaba nervioso. El tomó mi mano y se acercó a mi, tomando de mi mentón.

—TN..—

Dijo con un leve sonrojo, al igual que yo, mis mejillas ardían, estábamos a solo milímetros de distancia.

—¿S-Si?—

Respondí un poco nerviosa.

—Me gustas...—

Dijo para que tomarme de las mejillas y darme un tierno beso en los labios, no lo podía creer, por fin pude probar sus labios, tan suaves, no me resisti y correspondi a su beso. Era como un sueño. Después, el se separó de mí, con una sonrisa seductora.

—Tu... También me gustas..—

Dije sonrojada, el sonrió.

—¿Quieres... Ser mi novia?—

Dijo sonrojado, yo asentí y me lance a él abrazándolo, el correspondió. Dos horas después ya estábamos en casa, el estaba en su habitación, durmiendo, yo no podía dormir, después de lo que pasó, no podía, aún no lo podía creer minutos después caí en un profundo sueño.