Ese día fue el peor. Todo mi mundo se derrumbó en un par de minutos. Sin embargo, Young-Saeng, pudo reunir los pedazos de el, y reconstruirlo poco a poco, con delicadeza.
Llamada telefónica.
TN: ¿Diga?
Rebecca: ¡Eres una maldita!
TN: ¿Rebecca? ¿Qué pasa?
Rebecca: ¡Cómo te atreves a salir con él! ¿¡No lo entiendes!? ¡El es solo mío!
TN: ¿Qué? ¿De qué estás hablando?
Rebecca: ¡De Young-Saeng idiota! ¡Aléjate de él! Si no lo haces en tu vida vuelvas a buscarme, tienes dos días para sacarlo de tu casa, si no, ¡Enfrenta las consecuencias!
TN: Lo siento Rebecca... Pero Young-Saeng.. es lo único que tengo ahora, ¿Cómo quieres que lo deje cuando el fue único que estuvo conmigo cuando tú te fuiste a España? El.. es todo para mí, así que.. lo siento, pero no. Yo no sé qué es lo que tengas con él, pero yo no lo dejaré, ni hoy, ni mañana, ni nunca.. así que.. perdóname.
Rebecca: Si es así, entonces no me vuelvas a buscar en tu vida, ¡Te odio TN! Yo me encargaré de que no seas feliz ningún día de tu vida, ¿Entendiste? ¡Nunca volverás a ser felíz! ¡De eso puedes estar segura!Fin de la llamada telefónica.
Al terminar, no pude evitar llorar, escuchar eso, de mi mejor amiga, lo esperé de todos, pero de ella jamás, no podía dejar de llorar... De repente, sentí una presencia, era Young-Saeng que estaba en la puerta, ¿Había escuchado todo? De repente corrió a abrazarme sin decir nada, yo solo correspondi y oculte mi rostro en su pecho, no podía dejar de llorar... El acariciaba mi cabello.
—No importa lo que haya dicho Rebecca, yo estaré contigo aunque me odies, nunca voy a dejarte aunque me lo pidas, solo recuerda eso, no te cambiaría por nadie...—
Me lo dijo en un tono suave, y después beso mi frente, me sentía segura, yo alcé mi mirada y lo besé, sus labios eran tan suaves, el correspondió, yo solo sonreí sin cortar el beso. Al cabo de unos segundos el se separó de mi y secó mis lágrimas.
—Anda, ve a ducharte, te llevaré a un lugar—
Dijo con una sonrisa tierna. Yo solo sonreí de igual manera y asentí, ya eran las 11 de la mañana, Young-Saeng ya estaba vestido.
—Prepararé el desayuno, tómate tu tiempo—
Dijo para después guiñarme su ojo derecho, y salió de mi habitación. Yo fui al cuarto de baño, me saque la ropa y me duche, al cabo de 30 minutos, ya estaba en mi habitación, frente a mi armario. Me puse unos jeans ajustados, un suéter color beige con franjas azul marino, y rosa pastel, con unas converse blancas, y una bufanda beige. Amarré mi cabello en una coleta, y me maquille natural. Al cabo de una hora, ya estaba lista, baje y fui a la cosina, y miré a Young-Saeng sirviendo el café.
—¿Ya estás mejor?—
Dijo en un tono de preocupación mientras me miraba, yo asentí y sonreí levemente.
—Si, gracias por preguntar—
Dije segura, y me senté en la mesa a desayunar. El hizo lo mismo, después de desayunar salimos de la casa. Subí a su auto, el hizo lo mismo, yo sonreí y el comenzó a manejar.
—¿A dónde vamos?—
Pregunte curiosa mientras lo miraba, el solo sonrió.
—Es una sorpresa—
Dijo sin quitar su mirada del camino.
—¿A sí? ¿Porque?—
Dije con una sonrisa tierna, y en un tono insistente.
—Por que sí—
Yo solo hice puchero y miré por la ventanilla. Después de diez minutos, se estacionó. Bajo del auto, yo salí de el, y miré el lugar a donde el me había llevado, yo solo sonreí con un brillo en los ojos. El tomó mi mano y comenzó a caminar, yo lo seguí. Después se detuvo yo sonreí y miré aquel lugar. El me abrazó por la espalda, mientras los dos mirábamos aquel lugar, me había llevado a aquel parque, en donde lo mire por primera vez, y mi vida dió un giró inesperado, desde ese día supe que Young-Saeng estaría siempre conmigo.
—Te amo—
Susurró dulce en mi oído, yo sonreí.
—¿Lo prometes?—
—Lo prometo—
Dijo en mi oído para después darme un dulce y tierno beso, el cual yo correspondi con ternura. Al cabo de dos horas ya estábamos en casa. No podía creerlo, poco a poco, comencé a sentirme atraída por el. Fue lo mejor que me pudo haber pasado.
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La distancia entre tu y yo. (Heo Young Saeng y Tú)
Fanfic"Sin ti aquí me pregunto si puedo seguir, incluso en mis sueños más profundos estamos tú y yo, juntos. . . Otra vez, por tí, resistiré"