Capítulo 16.

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Han pasado tres semanas desde la última vez que Harry y yo hablamos muy bien. Ahora es un poco más distante conmigo, entiendo que es por Raquel. No estoy celosa, debo de aclarar, la cuestión es que... Es con el único que hablo en las tardes, no tengo amigos cercanos o en quienes pueda confiar.
Nos vemos en clases y nos saludamos, compartimos unas charlas pequeñas y eso es todo. Con sus amigos no se junta en el descanso.
Le he comprado el disco de vinilo edición ilimitada de David Bowie, lastimosamente no puedo dárselo porque no ha venido a casa y no hemos coincidido mucho en el vecindario y obviamente no se lo daré en la universidad.

Los fines de semana suelo salir con Liza a alguna fiesta o simplemente a comer. Otros días acompaño a mi madre a su empleo, en donde charlo la mayor parte del tiempo con Nick. Él es bastante lindo y divertido.

—¿Como te ha ido en la universidad?—preguntó Nick acomodando sus papeles.
—Excelente.—recogí algunas hojas que se habían caído.—Y tu ¿como vas con tu trabajo?
—Honestamente me va muy bien, de verdad me gusta mi empleo.
—Que bueno que lo veas así.
—¿Te gustaría volver a Noruega?
—No lo creo.—pensé un rato.—¿Eres de chicago?—me senté en su silla.
—No, yo soy de Beverly Hills.
—¡Que genial! ¿Qué haces aquí?—pregunte riendo.
—Obtuve un trabajo bueno y rápido.—rió.
—¡Alyssa!—escuché a mis espaldas la voz de mi madre.
—¿Pasa algo?—le pregunté cuando estaba en el marco de la puerta.
—Tenemos que irnos, iré a arreglar algunos asuntos.
—Vale ya voy.
—Apresurate.—dijo entre dientes.—Nos vemos luego, Nick.—dicho eso salió.
—Bueno Nick, creo que tengo que irme.
—Descuida. Nos vemos pronto.
Nos despedimos de beso y salí hacia el estacionamiento en donde esperaba mi madre impaciente.

—Alyssa, haré algunas cosas urgentemente. No sé si quieras acompañarme o te dejo por la entrada del vecindario.
—Déjame en la entrada.
—Bien, quizás llegue a las siete. Después de los deberes iré con algunas amigas.
—Vale.

-:-:-:-

—Adiós.—estaba apunto de salir del auto cuando se detuvo.
—Gracias, Alyssa.—me dijo.
—¿Gracias, de que?
—Por haberme ayudado hoy.
—Ah okay, no es nada.
—Bien, nos vemos.
—Claro, diviértete.

Mi madre me dijo "gracias" eso es extraño, pero conmovedor.
Cuando voy caminando hacia mi casa noto que Harry se encuentra a fuera jugando con una pequeña niña.
—¡Hola Alyssa!—se acerca a mí dándome un pequeño abrazo.
—Hola Harry. ¿Qué tal?—le digo una vez que nos separamos.
—Muy bien. ¿Y tú?—me sonríe.—Tiempo sin verte.—dramatiza.
—Jajaja ridículo.
—¿Qué? Es verdad.
—Solo tres, cuatro días.

Mierda. Pensará que cuento los días que no lo veo.
—¿En serio?—pregunta sorprendido.
—Sí... bueno, no sé. Creo.
—La universidad, eso es.—Mira hacia la pequeña —Mira Alyssa, ella es Emma, mi prima.
—Hola pequeña, yo soy Alyssa.—le saludo alegremente.

Es una niña hermosa. Sus ojos son verdes pero no son iguales a los de Harry. Incluso tiene positos.

—Hola Alyssa.—Me sonríe ampliamente.

Nos sentamos en el porche de la casa de Harry mientras veíamos a Emma jugar, por otro lado Harry y yo charlamos de otras cosas y entre ellas incluía a Raquel, cosas buenas y malas para él.

Una semana después. Miércoles.

Las cosas siguen un poco igual. Mis padres entran a las 9:30 a su empleo lo cual ellos no pueden ir a dejarme a la universidad siempre.
A veces lo hace mamá otra veces Edward y rara vez mi padre ¿Por qué? Tiene el sueño pesado. Mi madre puede porque se levanta más temprano al igual que Edward.
Está vez voy optar por un taxi.
Salgo de casa y por más extraño que parezca Harry también lo hace, solo que él tiene sandalias y una playera negra con un pantalon de vestir, al principio me pregunté si iría así a la universidad, pero no, recogió el periódico y el correo.

Gracias por ser parte de mi vida. HSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora