Capítulo 8.

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P.O.V. Louis.

Liam no hacía más que pasearse por la casa, acabaría rompiendo el suelo si seguía tan desquiciado.

Ya habían pasado unos seis o siete días desde que nos encontrábamos sin empleo.

La única razón por la que seguíamos así era porque a cada entrevista que íbamos, nos preguntaban por nuestro último empleo. Y por mucho que intentáramos evadir el tema o inventarnos alguna mentira para que no llamaran a nuestra antigua jefa, siempre acababan poniéndose en contacto con ella.

Y no sé muy bien que diría esa bruja de nosotros, pero no era nada bueno, seguro.

Por supuesto, Liam no se veía harto de echarme las culpas. Y con tanta insistencia, ¿quién no se sentiría mal?

Debía encontrar trabajo cuanto antes, aunque fuese con un contrato basura. Solo así Liam se quedaría quieto.

...

P.O.V. Louis.

Llevaba desde las ocho de la mañana entregando currículums como un poseso.

Empecé desde lo más lejos a lo más cercano a casa, recorrí absolutamente toda la ciudad.

Estaba a una calle de mi casa y aún me sobraba un currículo, cuando pensé que ya había entrado en todos los sitios posibles, me encontré con un supermercado.

El local era algo pequeño para el nombre que cargaba, pero bueno. Decidí probar mi suerte entrando en aquel sitio.

Unas campanillas avisaron de mi llegada, y en la caja de aquel sitio divisé a un señor que rondaba los cuarenta años. Su aspecto no era el mejor que digamos; barriga voluptuosa, un uniforme verde manchado de vete tú a saber qué, barba de unos cuantos días y, ¿es que no se duchaba? Ew, cuanta grasa.

Por muchas ganas que tuviera de coger una manguera para rociarlo cual policía, debía ser amable.

Puesto que en aquel asqueroso uniforme, colgaba una chapita con su nombre y el cargo; Dave, Encargado.

Cogí todo el aire que pude antes de acercarme a ese personaje. Para echarle huevos, y por si olía demasiado mal.

-Hola, mi nombre es Louis y busco trabajo, señor. ¿Usted busca a alguien para este maravilloso lugar? -Solté con una sonrisa, mientras le tendía la mano. No podía ser más pelota.

El hombre rió a carcajada limpia, mientras tomaba mi mano para aceptar mi saludo.

No sabía que me ofendía más, si su risa o que me había dejado la palma de la mano llena de sudor.

-Me gustas chico, buscaré algo para ti. Se te ve echao palante. -Y entonces sonreí de verdad.

Aunque no acabé de entender del todo lo que dijo, entendí lo suficiente; tenía trabajo y Liam cerraría el pico.

-¿En serio? -Él asintió sonriente, haciendo que su papada se pronunciara aún más. -¡Muchas gracias señor!

-Llámame Dave, chico. ¿Cuando puedes empezar?

-Pues, ahora mismo si quieres, Dave.

Y así lo hice, mi primer día fue duro. Me encargué de abrir palés de congelados y colocar la mercancía donde tocaba.

A parte de que mis manos se sentían super frías, tenía una sensación rara en el cuerpo, era como si alguien estuviera observando todos mis movimientos.

"Quizá es Dave." Pensé, y traté de quitarme la paranoia de encima.

Dedico este capítulo a Yaniramalfooy.
All the love, Marina x.

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