Capítulo 16.

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P.O.V. Louis.

Tenía una mezcla de sentimientos encontrados tan grande que no sabía qué hacer.

Mi conciencia me decía que esas excusas no bastaban, pero mi corazón me pedía a gritos que lo besara, que lo abrazara hasta que dejara de llorar.

Finalmente decidí mezclar ambos pensamientos y lo abracé hasta que se calmó.

-¿Podrías perdonarme, Lou? Por favor. -Susurró ya separándose para mirarme a los ojos.

-Te perdono, Harry. -Suspiré para disipar el nudo en mi garganta.

-Gracias. -Rió entre el llanto y volvió a abrazarme con fuerza, casi dejándome sin respiración. -Te haré el hombre más feliz del mundo, lo prometo.

Y entonces me separé de él para mirarlo a los ojos.

-Dije que te perdonaba, no que volvería contigo. -Me deshice de su agarre para después alejarme poco a poco mientras hablaba. -Lo siento Harry pero la cagaste mucho y yo eso no lo puedo olvidar tan fácilmente. -Solté con una mueca dolorosa mientras veía como se rompía delante mía. -Debo irme.

Y entonces salí corriendo de allí sin importarme el trabajo.

Creía realmente que Harry no me seguiría, pero no fue así.

Pude entrar a casa antes de que me alcanzara y me dejé caer al sofá en cuanto pude ver que se rendía.

Se fue hablando por teléfono.

Posé mis manos sobre los ojos y finalmente me dejé llevar; lloré todo lo que tenía que llorar en esos momentos. Porque está situación no era fácil para mí.

Al menos Liam estaba dormido y ni siquiera se había dado cuenta de mi llegada. Así que pude estar horas y horas pensando en la situación.

...

P.O.V. Liam.

Cuando desperté me encontré con que Louis había dormido en el sofá.

El pobre vendría demasiado cansado del trabajo como para llegar a su cama.

Lo miré con una pequeña sonrisa y decidí taparlo un poco para que estuviera más cómodo.

Tras haberme hecho mi café, empecé a mirar el periódico en busca de algún empleo ya que aunque Louis tenía un sueldo medianamente bueno, yo también tenía que poner de mi parte.

Mi dura actividad de subrayar los posibles puestos de trabajo fue interrumpida por el horrible ruido de un vehículo marcha atrás.

El tedioso pitido despertó mi curiosidad e hizo que asomara mi cabeza por la ventana de la cocina para saber qué estaba pasando.

Mudanzas Pepe.

Fruncí el ceño al leer aquel ridículo nombre pintado en el camión blanco.

¿Tendríamos nuevos vecinos? Me pregunté tratando de recordar si había visto a alguien vivir en la casita de al lado.

Mi memoria no recordaba haber visto a nadie ni viviendo en dicha casa ni yendo a visitarla para comprarla.

Estaba tan confundido que decidí dejar todo lo que estaba haciendo para ir a alistarme.

Averiguaría quiénes serían los nuevos vecinos aunque tuviera que hacer un teatrillo.

...

Tras haberme duchado y vestido, abrí unas galletas Chips Ahoy y las puse en un plato para tener la excusa de bienvenida.

Y dejando a un Louis dormido en el sofá, salí de casa con la curiosidad en mi pensamiento.

Ding-dong.

El timbre anunció mi llegada y cual fue mi sorpresa cuando el que abrió la puerta era nada más y nada menos que Zayn Malik sonriendome con burla.

-¿Qué coño significa esto, Zayn? -Gruñí apretando el plato de galletas imaginandome el plan del imbécil este.

-¿Que va a significar, bebé? Pues que somos vecinos. -Me guiñó el ojo para después quitarme el plato de las manos. -Aw, que mono. Nos hiciste galletas. ¡Ven Harry, saluda al vecino!

Un vergonzoso Harry asomó por detrás de Zayn y me saludó levantando su mano con algo de vergüenza.

-Hola Liam... -Murmuró lo suficientemente alto para que lo escuchara.

Sentía que me ardía la sangre así que con un puñetazo al marco de la puerta me fui de allí sin decir nada, oyendo como Zayn trataba de reñirme por haber cascarillado la pintura de su precioso marco.

Who's the stupid now?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora