Who's the stupid now?

Capítulo 24.

P.O.V. Liam.

Quizá era gilipollas, pero me sentía bien al volver a besar a Zayn.

La última vez que lo hicimos realmente no sentí nada más que rabia y frustración.

Mas esta vez volví a sentir aquel cosquilleo en la boca del estomago que no había sentido hacía mucho tiempo.

Fue algo inocente, yo acariciaba la mejilla del moreno y él había decidido sentarse en mi regazo y rodear mi cuello con sus brazos. Nos limitamos a repartir pequeños besos en nuestros labios a la par, haciendo unos pequeños ruiditos que nos hacían algo de gracia ya que más de una vez tuvimos que parar para reírnos tontamente.

Cuando dejamos los besos a un lado, simplemente nos quedamos en silencio mientras nos mirábamos a los ojos, dedicandonos pequeñas sonrisas.

Me sentía como en una burbuja.

Una burbuja que explotó en el momento en el que sonó el timbre.

Dejé a Zayn en el sofá y en el momento en el que no lo tuve delante algo en mi cabeza hizo click.

¿Qué estaba haciendo?

Abrí la puerta y sin verle la cara a quién timbró, sentí como me abrazaban.

-¿Cheryl? -Pregunté confundido, obviamente le devolví el abrazo. -¿Qué ha pasado?

La futura madre de mi osito estaba a un minuto de un ataque de ansiedad.

-Dios, cariño. Tranquila. -Susurré ya que no obtuve ninguna respuesta de la chica.

Abrazándola, la guié conmigo hacia el sofá para sentarla.

Debía hacer algo para que se calmara, tanto por ella como por mi hijo.

-Zayn, ¿te puedes ir? -Pedí sin mirarlo siquiera. Lo que me importaba ahora era mi bebé.

P.O.V. Zayn.

Yo entendía que era la madre de su hijo y que se preocupaba.

Pero estábamos tan bien y ahora me quería echar sin siquiera mirarme.

¿Es que acaso quería volverme loco?

-Pero, Liam... -Murmuré sin levantarme aún y entonces me miró.

Ahí estaba esa mirada llena de asco otra vez.

Me sentí empequeñecer en el momento en el que volvió a pedirme que me fuera, pero le hice caso.

Yo ya no sabía cómo controlar esta situación. No sabía qué hacer.

P.O.V. Liam.

Realmente no sabía que haría con Zayn, pero eso no me importaba ahora.

Cheryl decidió callar su silencio y me contó entre sollozos que Kimberley la había dejado por otra chica más joven.

Si os digo la verdad lo que quería hacer en ese momento con Kimberley era bastante denunciable.

Me parecía tan hija de puta como Zayn en su momento.

-Liam... ¿puedo quedarme aquí por un tiempo? No tengo sitio donde quedarme. -Confesó Cheryl aún con las lágrimas corriendo por sus mejillas.

-Claro que puedes quedarte, boba. Eres la madre de mi hijo. -Resalté la última frase para que entendiera que no la dejaría quedarse en otro lugar que no fuera mi casa.

Me lo agradeció mil veces, y esa noche le preparé una cama al lado de la mía.

Cuando se tranquilizó decidí que lo mejor sería distraerla.

-Vamos, cuéntame algo que no sea de esa hija de puta. -La animé sentándome en su cama con las piernas cruzadas como los budas.

-Li... No la insultes, por favor. -Pidió con una mirada suplicante y entonces asentí desganado. Realmente me gustaría insultarla a gritos en la cara si la tuviera delante. -En realidad me gustaría preguntarte algo... -La miré con curiosidad, esperando a que soltara la pregunta, mas no se veía con suficiente seguridad.

-Vamos, puedes preguntarme lo que quieras, seré tu apoyo durante mucho tiempo así que tenemos que saber cosas el uno del otro. -La animé con una gran sonrisa, intentando aportarle confianza.

-¿Qué tienes con Zayn? -Finalmente soltó dejándome algo descolocado. Mi sonrisa desapareció en el momento en el que escuché su nombre y le contesté sincero.

-Ni yo lo sé, Cheryl...