Who's the stupid now?

Capítulo 19.

P.O.V. Liam.

Ya se me había pasado un poco la borrachera y había decidido llevar a Cheryl a su casa en coche.

Me parecía muy guapa y amable, pero por muchas miradas coquetas que me mandara solo podía pensar en el puto Zayn.

Una vez llegué a mi casa decidí que hacía demasiada calor como para llevar pijama, así que simplemente me quedé en boxers.

Cuando ya había evacuado en el lavabo todo lo que había bebido, decidí tirarme a mi cama.

La sensación cálida de que me abrazaba era lo mejor del mundo.

Mi momento de paz fue interrumpido por el timbre.

El maldito Louis seguro que había perdido las llaves.

Con un gruñido me levanté y al abrir la puerta lo único que pude hacer es rodar los ojos.

-¿Y ahora qué quieres? -Bufé amargado de ver a Zayn de nuevo delante mía.

-¿Que qué quiero? ¡Eres un imbécil! -Intentó pegarme una hostia pero le paré la mano antes de que chocara contra mi piel. -¡¿Quién te crees que eres viniendo a mi casa a rechazarme por una zorra?! -Gritó con tanta rabia que sus ojos se llenaron de lágrimas y su vena del cuello se hinchaba a momentos. -¿A qué mierdas juegas, Liam? -Sollozó apoyando su mano en la frente.

-¿Y tú quién te crees que eres para venir a echarme en cara nada, Zayn? -Lo solté con tranquilidad. No iba a negar que una sensación cálida recorrió mi pecho al reconocer a Zayn celoso. -No tienes ningún derecho.

-¡Imbécil! -Volvió a gritar como un loco e intentó pegarme otra vez. Tuve que cogerle los puños y me acerqué a su cara para deletrearle lo que era.

-Hijo de puta. -Gruñí cuando una imagen de él con aquel gordo follando inundó mi mente.- ¿Te gustó cuando te follaba el gordo ese? Pues mientras tú abrías el culo yo estaba llorando porque me habías roto por dentro, has sido un hijo de puta y no tienes ningún derecho, ¿entiendes?

Se dedicó a desafiarme con la mirada y yo no iba a ser menos, quizá nos quedamos cinco minutos en silencio, pensando todos los insultos del mundo el uno hacía el otro.

Sin embargo de un salto atrapó mis labios en un beso.

Y toda la rabia que sentía la desquité arrancándole la ropa.

De lo demás no estoy muy orgulloso como para contarlo.

P.O.V. Louis.

-Louis, despierta bebé. -Sentí un susurro chocar con mi oído, haciéndome salir de mi profundo sueño.

-¿En qué año estamos? -Gruñí al escuchar aquella voz tan conocida. ¿Lo había soñado todo?

-Vamos Lou, llegamos tarde a la tienda. Nos van a despedir. -Murmuró sin contestar a la pregunta con una mueca.

Entonces abrí los ojos alarmado.

-¡¿Qué hago aquí?! -Chillé alarmado mirando a mi alrededor. Mi cuerpo ya no tenía la misma ropa de anoche, sin en cambio llevaba una especie de pijama cinco tallas más que los que suelo usar. -¡Me has violado! -Acusé al ojiverde mientras me tiraba encima de él para darle manotazos por todo el cuerpo.

-Louis, cálmate, te lo cuento por el camino. -Rodó los ojos. Él ya llevaba el uniforme y parecía haberse afeitado porque tenía pequeñas heridas en el mentón. Olía bien.

-No pienso ir con un violador a ningún lado. -Me crucé de brazos e hice caso omiso de sus replicas y de un momento a otro me encontraba flotando por la habitación.- ¡Sueltame!

-Lou, vamos a trabajar quieras o no, necesito el dinero. -Accedí cuando lo miré a la cara, tenía un precioso puchero en sus labios y una mirada de súplica.

...

Una vez estábamos en el trabajo se dedicaba a mirarme con algo que no lograba descifrar. Quizá era diversión o quizá cariño, no sabía bien.

Cada vez que pasaba por su lado me explicaba algo nuevo de anoche.

Vomitaste en tu pijama después de llamarme guapo.

...

Me cantaste una nana a las tres de la mañana para que me durmiera.

...

Intentaste dormir desnudo pero no te dejé, imagínate si te dejo.

...

Tuve que levantarme más de una vez para aguantarte porque querías ir a pegar a Zayn de la nada.

...

Estabas muy gracioso borracho.

A cada frase nueva me sentía a morir de la vergüenza, en el descanso quiso contarme más cosas a solas.

-¿De verdad hice eso? -Recé para que la tierra me tragara. Que vergüenza.

-Estabas tan gracioso... -Murmuró sonriente. -¿Lou? -Llamó y alcé la mirada avergonzado. Cogió aire y en un suspiro me soltó:- Yo querría que me dieras otra oportunidad, de verdad quiero estar contigo. -Hice una mueca para verlo, su carita de cachorro quizá era más efectiva hacía un año.

-Harry, te dije que no. -Él asintió como si supiera ya que le iba a contestar eso.

-Yo solo quiero una cita Louis. Sé que aún no estás preparado porque fui un hijo de puta. -Bufó como sofocado. -Hoy es día lunes, cada lunes te pediré una cita para conquistarte, nunca me cansaré de intentarlo, pero tampoco quiero agobiarte, por eso dejaré que pase una semana de margen.

Al notarme sonrojado aparté mi mirada. No me iba a conseguir con dos frases bonitas.