Capítulo 28.

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P.O.V. Liam.

Estaba en el coche camino al hospital.

¿Qué se me pasó por la cabeza cuando hice lo que hice? Por primera vez lo tenía claro.

Zayn era mío y no iba a dejar que nadie más lo tocara.

Si mi orgullo y mis celos se pesaran en una balanza sabía bien cuál de los dos pesaba más.

Quizá no tenía las cosas del todo claras, pero de momento sabía que al tonto del culo de mi lado, no lo tocaba ni Dios.

Cuando llegamos al hospital y vi a Bear por primera vez sentí que podía llorar en ese momento.

Cheryl me quería matar por dejarla sola, pero esperaba que se le pasara en cuanto le contara la situación.

Cogí a Bear en brazos por primera vez. Pesaba tan poquito y se veía tan delicado. Tenía la carita arrugada haciéndolo ver igual de feo que todos los bebés pero sus ojitos me miraban con tanta curiosidad, tenía una nariz pequeñísima. Bostezó de tal forma que realmente parecía un pequeño oso gruñendo. Me había enamorado.

No sabía que estaba llorando hasta que sentí un dedo de Zayn secándome alguna lágrima, entonces sonreí.

-Mira Zayn, este es Bear. -Murmuré presentándole a mi hijo con toda la ilusión del mundo. Zayn se limitó a darle la mano susurrándole un "encantado mini Liam".

Sentía que todo era tan perfecto. Nunca pensé que esta situación iba a ocurrir pero ahora que pasó, no quería a otra persona a mi lado que no fuera Zayn.

-Sí, con dos cojones. Tú ahora hazte el súper papá. -Louis me arrebató a Bear de los brazos para dejarlo con cuidado en la cuna. -¿Sabes lo que me has hecho pasar? Hijo de puta. -Me dio un manotazo en la barriga haciendo que soltara un gruñido. -Ni una vez más.

Y asintió cruzándose de brazos. No podía reclamarle nada, la verdad es que debería haber estado en el parto en vez de... Bueno, eso.

...

Después de que Cheryl se durmiera por primera vez durante todo el día, Zayn y yo nos quedamos en la habitación cuidando de Bear.

Louis decidió plantarle cara a Harry y se fue con su bebé a la casa.

-Dios, Li. -Susurró mirando al pequeño bebé.- Hiciste a una personita perfecta, míralo. Es guapísimo. -Sonreí mirando a Bear. -Tiene tu nariz pero en miniatura.

Y es que realmente se parecía a mí. Si no fuera porque es imposible, cualquiera diría que lo parí yo.

-Es un caballerito. -Suspiré imaginándolo vestido con todos y cada uno de los disfraces que había decidido comprar a escondidas de Cheryl.

-Es perfecto como tú. -Murmuró poniéndose colorado y solté una pequeña risita.

Vaya dos bebés tenía.

P.O.V. Louis.

Decidí ponerle nombre al bebé en el trayecto desde el hospital a casa cuando sonó una canción de Queen en la radio, recordándome lo fan que llegué a ser de Freddy Mercury.

El pequeño Freddy soltaba una que otra risita cuando lo desaté de su sillita para cogerlo en brazos.

-Si tu otro papi no te quiere, buscaremos a alguien mejor aunque me cueste. Te lo juro, bebé. -Susurré antes de darle un beso en la frente.

Cuando timbré sentí que me entraban ganas de llorar, sobretodo cuando Harry abrió la puerta y se fijó en Freddy.

-¿Y este señorito quién es? -Sonrió ampliamente y empezó a hacerle mimitos haciendo que mi pequeñín se riera.

-Es mi hijo... -Murmuré asustado. Harry dejó de prestarle atención para mirarme asombrado.

-¿Has adoptado a un bebé? -Negué con los ojos aguados. Él pestañeó varias veces. -¿Quién es la madre?

-Mi ex jefa... -Susurré con la voz entrecortada. -No quiere saber nada de él así que es mío del todo. -Traté de sonreír para no ponerme a llorar. -Entiendo que me quieras dejar, es normal. Esto es demasiado.

Y giré sobre mis pies para irme, al menos no me veía llorar.

Pero me paró cogiéndome del codo.

-¿Cómo te voy a dejar, tonto? Si adoro a los bebés. -Me giré para verlo con una gran sonrisa cuando le dejé a Freddy entre sus brazos. -Hola chiquitín, soy papi.

P.O.V. Liam.

Cuando volví del baño me encontré una escena bastante adorable.

Zayn decidió hacer tiendecitas con sábanas que Dios sabrá de dónde las había sacado y con el flash del móvil estaba contándole historias al pequeño Bear. Este lo miraba atentamente como si realmente lo escuchara.

Decidí no interrumpirlo y me senté a su lado.

-... Entonces papá Liam decidió entrar en mi habitación de la universidad y pintó en un papel gigante "¿Me besarías otra vez?". -Susurró haciendo que el bebé riera. Ya no me acordaba de aquella historia, que vergüenza. -Yo también me reí de él. -Trató de picarme y me miró buscando alguna reacción por mi parte.

-Cállate, camorrista. -Recordé cuando nos peleamos y empecé a reír recordando cuando se desmayó. -Con lo delicado que eres, bebé.

Y entonces decidí coger a Bear en brazos para dejarlo en la cuna.

Estuvimos durante horas hablando de nuestros recuerdos juntos entre besos y risas.

Who's the stupid now?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora