La flecha sombría [Zed x Ashe]

Ansia de venganza

Esta mañana me he dejado claro que no puedo seguir dependiendo de Shen. Debo hacer cualquier cosa, por degradante que sea. Iré a la ciudad, dónde probablemente pueda conseguir dinero para simplemente; vivir.

Esta vez me negaba a ir de nuevo andando, por lo que monté en una carreta que llevaba a varias personas hacia la ciudad. Entre ellas había uno especialmente extraño, me llamó la atención lo misterioso que era. Por primera vez en mucho tiempo alguien despertó mi lado más curioso. Su yelmo no dejaba ver su cara, por lo que más curiosa aún me sentía. Repentinamente pareció estar observándome. -¿Me... está observando?- preocupada por si me reconocían, solté un susurro lo suficientemente audible como para que él lo escuche.- Llevas haciendo lo mismo desde hace un rato.-dijo de manera frívola y desconfiada. -Intenté conservar la calma pero no podía evitar sentir como él desprendía un aura misteriosa.- No realmente.- respondí intentado restarle importancia a la tensión que se había hecho presente. El resto del viaje fue tranquilo, dentro de lo que cabe.

Tras ese inquietante encuentro, cada uno fue por su lado. Me dirijo a una taberna donde parece haber borrachos en cada rincón. Me asomé en la barra cuando una voz masculina me sorprende- ¿desea algo, señorita?- dijo el dueño de la taberna mientras limpiaba un vaso.- Me preguntaba si conoce a alguien que necesite que le realicen un trabajo, cualquiera...- respondí segura.- Los trabajos que tengo no son para señoritas como usted.- replicó- ¿Por quien me toma? Puedo realizar cualquier trabajo.- Le insistí impasible- De acuerdo... - farfulló entre suspiros-. Lo sigo instintivamente. Me encuentro en una habitación dentro del bar dónde hay barriles de cerveza agotados y por agotar. Inmediatamente veo como el tabernero saca una foto de un hombre, que parece militar. Le dirigí una mirada interrogante- Debes asesinar a este hombre, un corrupto coronel que acecha la seguridad de Jonia.- Me explicó qué no debía hacer y que situaciones debería evitar, lo cual pienso que fue totalmente innecesario, supongo que el que avisa no es traidor. Acto seguido cogí la foto y la guardé en un bolsillo de mi vestimenta.- Y bien... ¿Cuánto me va a pagar?- pregunté ansiosa- Eso depende de qué tan bien hagas tu trabajo.- dijo él con semblante desconfiado.

Salí de aquella taberna decidida a buscar información sobre el supuesto militar que debía asesinar. Incluso si se suponía que el tabernero debía darme información, no ha sido así.

Fui a todas y cada una de las tabernas en busca de información, pero la poca información que recibía no me era de utilidad. Ya frustrada, solo quedaba una taberna. En el grande letrero de la entrada aparecía una escritura casi ilegible:

Taberna de Gragas.

Entré desesperanzada a la taberna, mi trabajo dependía de lo que el señor supiera. Casi sin aliento, me acerqué lentamente a la barra, lo cual llamó la atención de un hombre obeso, con abundantes tatuajes de color blanco en su piel. -¿Qué la trae por aquí, señorita?- Preguntó con una voz grave- Con poca esperanza le enseñé la foto de el militar, y acto seguido le pregunté- ¿Sabe algo sobre este hombre?- Observó la foto atentamente, me pareció apreciar que lo reconoció al ver su cara estremecerse. Seguido de su gesto pregunté casi segura- Lo reconoce, ¿cierto? Espero que me pueda ayudar- Me miró curioso pero a la vez ligeramente triste.- ¿Qué deseas saber sobre este hombre?- preguntó desconfiado. -Me gustaría saber principalmente su apellido y si conoce, alguno de sus antecedentes...- le dije ansiosa por información.-... Su nombre es Jonh, Jonh Héinz.- Hizo una pausa, y en su rostro se hizo una mueca de clara tristeza.- Exterminó hace exactamente 14 años a todo el barrio pobre de Jonia- Hizo una larga pausa, como dejándome sentir lo que fuera que pensara. Mi cara cambió completamente al escuchar lo que el hombre pronunció desde su boca. Sentía tristeza, desesperación por sangre... Interrumpiendo mis pensamientos el hombre siguió.- En esa misma época mató a mi esposa e hijo en su masacre.- En ese mismo instante pude observar como una lágrima recorría su mejilla. Inmediatamente intenté recobrar mi compostura, al igual que él. -Muchas gracias por la información...- dije con una mueca de tristeza.- Y mi más preciado pésame.- dije casi sin voz.- El hombre viendo mi expresión, intentó cambiar de tema.- ¿Me podria decir su nombre, bella dama?- dijo- Mi nombre es Gragas.- continuó.- Me llamo Ashe, señor.- dije recuperando mi expresión de indiferencia.- Ha sido un placer, espero que nos volvamos a ver.- Me dijo Gragas antes de salir de la taberna.

Pensé por un instante en la manera que ese hombre ha tenido que aguantar la nostalgia y tristeza mientras me ofrecía la información. Realmente estoy agradecida, y como recompensa, vengaré a su mujer e hijo.