La noche en la que caímos enamorados

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Había 2 habitaciones y éramos 4 personas. Algo no cuadraba. Haríamos parejas de dos. Akali propuso al ver mi cara roja que durmiéramos nosotras dos juntas. Pensé como Zed dormiría con Karma, lo cual parecía darle igual. Me molestó, por lo que rechacé la oferta de Akali, teniendo en cuenta mis claros celos infundados. Como era de esperar, las habitaciones se dividieron por dúos. Intenté estar lo más cómoda posible, pero, lamentablemente, con el único chico que había estado en la misma habitación, era Shen.

Decidí romper el silencio.- Me daré una ducha, estoy cansada así que no tardaré en dormirme.- le dije abriendo la puerta del baño.- Está bien.- respondió intentando acomodarse en un sillón.

Salí del baño con SOLAMENTE una corta toalla. Miré a ambos lados, intentando evitar chocar con Zed. de puntillas y observando todo alerta, fui hacia el armario con la intención de encontrar unas mudas limpias. Pero antes de poder llegar a dicho armario, choqué con el pecho de Zed. Miré hacia arriba a 1 o 2 centímetros de su pecho. Estaba mirándome extrañado. Sin su yelmo tapando su hermosa cara. Era indescriptible. Me quedé embobada observando todas y cada unas de sus facciones, sus cicatrices, hasta que me encontré con sus ojos, no pude ocultar mi cara de asombro. Me miró incómodo. Volví en mi. Miré inmediatamente hacia el suelo alejándome de él. Cogí rápidamente las mudas y me metí en el baño con la respiración agitada.

Me vestí y salí del baño, aún mojada. Zed estaba sentado en la cama, mirando por la ventana y dándome la espalda. No tenía atuendo en la parte de arriba, dejando a la vista su trabajada musculatura y su blanca piel llena de cicatrices. Me escabullí bajo las sabanas intentando llamar poca atención.

Durante unos segundos me quedé mirando la gran y cálida espalda desnuda de mi compañero, haciéndome recordar la escena del caballo. En un impulso puse la palma de mi mano en su espalda, lo cual hizo que se girara y me viera roja cual tomate. Se acostó en la cama mirándome directamente a los ojos y yo a los suyos. Repentinamente Zed, acaricia el cabello casi seco de Ashe, acercándola con su mano a su pecho, ya que veía que tenía frío. Ashe se dejó llevar y abrazó a Zed.

- ¿Y esas confianzas?- dijo Zed divertido.- Tú me acercaste primero- repliqué sin dejar de abrazarlo.- Supongo que esta vez tienes razón.- me sonrió ligeramente, yo, le devolví la sonrisa.- ¿No tienes frío?- pregunté inocentemente.- Contigo así, pegada a mí, podría hasta tener calor- dijo irónico.- Lo lamento si te estaba agobiando- dije malhumorada, separándome de él dándole la espalda.- Nunca dije que no me gustara- me susurró al oído mientras que el se acercaba a mi espalda. Me di la vuelta quedando a pocos centímetros de su cara. Me sonrojé y acurruqué la cabeza en su pecho, quedándonos así, dormidos.

A la mañana siguiente, cuando aún seguía lloviendo notan fuerte, me levanté de la cama sola, ya que Zed parecía haberse ido. Por unmomento recordé lo que pasó anoche y me estremecí de alegría.     

La flecha sombría [Zed x Ashe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora