Una vida sin resentimientos

487 30 12
                                    

Una buena recuperación por parte de Zed era suficiente para hallar mi máxima felicidad en ese momento. Y así fue, más feliz que nunca-y por supuesto, aliviada- paseaba por los largos pasillos del palacio decidida ver a mi amado.

Desagradable fue mi sorpresa al advertir a una peligrosa enfermera con las manos en la masa-es decir, Zed- sin ningún tipo de pudor a lo que le pudiera venir después. El peliblanco, incómodo por la presencia de la enfermera intentaba desviar la mirada hacia el lado contrario, esperando algún tipo de salvación divina. Fue entonces cuando recordé que no tenía de qué preocuparme. Aún asomada por la puerta, sonreí complacida por la seguridad que Zed me proporcionaba al abstenerse de caer en ese tipo de tentación.

Entré ignorando lo que estaba sucediendo, percatándome de que la enfermera ya no era tan atrevida coma hace 10 segundos atrás.
Una mirada que desprendía alivio estaba plasmada en el rostro de Zed. Eventualmente la incómoda enfermera se retiró.- Siento que ya me puedo mover. ¿Cuanto tiempo falta para salir de la cama?- el peliblanco se quejaba.- No lo sé, simplemente no te preocupes por nada y descansa.- puse mi mano en su frente comprobando su temperatura-la cual era normal-.

Unos dos o tres días más tarde, el alta le fue dada a Zed.

Talon, destrozado por la casi-muerte de Katarina, yacía dormido a su lado a la espera de su despertar. No quisimos interrumpir, y simplemente nos fuimos, dejando atrás aquella bonita escena.

Nos dirigíamos a despedirnos del reino, de su agradecida gente y de su rey, el cual nos deseó un buen viaje.
Finalmente, recorrimos el camino a casa, Ionia.

______________________________________

-En el fondo estoy algo triste- reconoció Zed.- ¿Qué quieres decir?- apoyé mi espalda en la pared.- Ya no vendrás diariamente a cuidarme.- Plantó uno de sus brazos a mi derecha, dando lugar al famoso acorralamiento, solo que esta vez era deseado. Nos miramos a los ojos intentando descifrar lo que el otro pensaba. Respondí con un cariñoso y casto abrazo, sorprendiéndolo. No tardó en corresponder, creando una sensación de seguridad y protección a ambos, transmitiendo todo el dolor y ansiedad sufridos, dejando libres de resentimiento nuestras almas.

N/A

Sinceramente me disculpo por terminar esta historia así, no me gustan nada los últimos capítulos, por no decir la narración en general. En algún momento perdí mi objetivo de vista y ya era demasiado tarde para redireccionar la historia.
Quería terminarla, ya no me sentía entusiasmada ni inspirada para continuar, y si lo hacía tan solo daría lugar a una obra peor que mediocre.

La editaré en algún momento de lucidez hasta que esté satisfecha, pero por ahora intentaré trabajar en nuevos conceptos.

Si me queda algo que aclarar, escribiré un epílogo, el cual solamente crearé para resolver dudas.

Akali se perdió en el abismo, al igual que Karma y todos los demás.
Triste historia.

La flecha sombría [Zed x Ashe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora