Necesidad

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Ahora me encuentro de camino al santuario donde vive Shen. Espero encontrarlo allí. Shen transmite tranquilidad y equilibrio, por lo que suele ayudar en situaciones tensas.
Escucho un leve crujido entre las ramas de los árboles. Me pongo en posición de defensa, pero me relajo inmediatamente cuando veo que es Shen.- Te estaba buscando.- dije acercándome.- ¿Necesitas algo?- preguntó, curioso.- Consejo...- dije cabizbaja, ya que me recordaba a la horrible situación.- Consejo, ¿con qué? ¿Hay algún problema?- preguntó inquisitivo.
Le describí la situación con detalle.- Según lo que sé, ese hombre era un asesino, ¿es así?- preguntó Shen.- Así es.- respondí.- Debería tomar consciencia de lo que Héinz hizo, los asesinatos, masacres y sangrientos mandados, así debería entrar en razón.- explicó.- ¿Cómo?- pregunté esperanzada.- Con testimonios. ¿No conociste a un tal Gragas? Aparte del barrio probaré en sí- dijo.- Cierto, aunque no será nada fácil.- suspiré y agradeciéndole a Shen, le dije que nos volviéramos a ver.

Estaba en esa fortaleza, de nuevo, estaba en el mismo lugar que ese convenido y caprichoso hombre, Hans. Juro que recibirá su merecido, pero tendrá que esperar.- Señorita Ashe, Hans la llama.- emitió una de los sirvientes, interrumpiendi mis pensamientos. ¿Qué querrá ahora?
Fui desconfiada a la gran sala. Hans estaba como siempre, ahí, sentado, mirando a los demás por encima de los hombro, con aire de superioridad.- Pareces no querer hablar.- dijo Hans acariciando a sus querido cuervo. No respondí. No quería hablar con él.- Parece que tú dúo está en problemas.- dijo sonriendo maleficamente.- ¿De qué hablas?- alcé una ceja. Apareció una serie de imágenes, dónde Zed estaba mal herido.- Hans.- intenté mantener la calma.- ¿No irás a por él?- dijo extrañado.- Ambos sabemos que no dejarías que tu mano derecha estuviera en ese estado.- dije, mirándolo desafiante.- ¿Cómo estás tan segura?- preguntó sonriendo.- Está aquí mismo, en esta misma sala.- dije, ya que había notado su presencia.- No esperaba menos de ti, querida.- dijo riendo, de una forma extraña.- No juegues conmigo, Hans, no te conviene.- dije saliendo por la puerta. Los guardias me detuvieron.- Aún no he terminado.- dijo con clara arrogancia. Me giré y lo miré.- ¿Que piensas hacer?- preguntó sonriendo.- No te incumbe.- dije cortante.- ¿Crees que no sé de tu relación con mi discípulo?- dijo riendo, finalmente. Me sorprendí. Lo sabía todo, de mi vida pasada y de mi presente. Guardé silencio. De nuevo, estaba ocurriendo de nuevo. Los ' altos mandos' están haciendo que me revele.- No lo conseguirás.- dije, zafandome esta vez del agarre de los guardias. Salí indignada pero firme de aquella sala. Lo que más quería en ese momento era ver a Zed. Pero no lo pude ver, estaba ocupado. ¿No se suponía que los dúos debían estar juntos? Necesitaba un abrazo de su compañero y amante. Aún que no se le olvidaba todo el tema de Héinz. Su suerte era horrible, justo cuando creía haber encontrado una nueva vida, todo se derrumba, de nuevo.

Estaba paseando por los amplios jardines, de madrugada, todos trabajaban y entre ellos pude distinguir a Zed. Sin pensármelo dos veces salí corriendo hacia él, para abrazarlo por detrás, sorprendiéndolo.- Zed~- dije inchando mis mejillas.- Me tienes abandonada.- formando finalmente un puchero. No tenía intención de ocultar mis sentimientos, Hans ya lo sabía.- Estoy muy ocupado, Ashe, no puedo hacer nada.- dijo levantando su yelmo. Mis impulsos eran fuertes. Necesitaba su consuelo, un beso, un abrazo. Me lancé a sus ahora descubiertos labios. Él no tardó en corresponder.

- Punto de vista de Zed -

Sus labios me transmitían necesidad, necesidad de mi persona. Quería estar a su lado más tiempo, cada momento, vivirlo junto a ella. Sin embargo, la felicidad tiene un precio, y ese precio es estar atado a mi pasado, a Hans. Sonreí y ella devolvió una de sus brillantes y alegres sonrisas. Me volvía otra persona totalmente distinta, me modificaba al punto de no acordarme de los motivos para ser como era, estar con ella era encontrar mi buscada paz interior. Nunca pude experimentar esa, ahora maravillosa sensación. Ansiaba escaparme de allí y llevarla conmigo, huir de todo junto a ella. Pero por muy fantástica que sea esa idea, mi pasado es tan oscuro que ni si quiera su tan luminosa y pura luz es capaz de hacer que lo olvide.

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No chic@s, no, no he muerto y resucitado mágicamente. ¡El bloqueo me puede! Y por primera vez en años... ¡El punto de vista de Zed! WAO. Me parecía que estaba tomando un papel secundario en la historia y no es eso lo que quiero. =^=
Para los pocos que estáis enganchados, ¡Lo siento mucho! 7_7
Yo también odio cuando l@s autor@s tardan en subir capítulos. Me come la ira fuertemente, y por poco no nace la hater interior.

Espero que me perdonen,

¡Saludos!
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La flecha sombría [Zed x Ashe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora