La flecha sombría [Zed x Ashe]

Una declaración

Obviamente, este pequeño problema no iba a desaparecer.

Tras ese incómodo momento, básicamente se estan fulminando con la mirada. La comodidad está rebosando en este mismo instante.- Bueno, Tryndamere, tenemos cosas que hacer, luego te visitaré.- decidí romper el silencio.- Gracias, pero me gustaría poder hablar contigo más tarde.- dijo firme. Zed se retiró y yo lo seguí. Un absoluto silencio se hizo.- Nos vemos luego, Hans me llama.- dijo Zed dándome un beso en la frente.

Necesito hablar con Akali, hace días que no la veo. Me dirijo velozmente a su habitación, tocando, para ver si está ahí. No está. Recorro casi toda la fortaleza. Nada. No la encuentro.

Ante esta situación, decido recurrir a Karma su dúo. Pero como temía tampoco aparece. Empiezo a ponerme nerviosa. ¿Les ha pasado algo? Necesito encontrarlas.

Nadie. Nadie las ha visto. ¿Esto es una cámara oculta? ¿Desaparecer es tan fácil? ¿Podría hacerlo yo también? En ese momento caí al suelo. Una lagrima recorre mi rostro. A lo lejos veo a Zed de espaldas. Ansiedad. Siento ansiedad. Quiero ir con él. Pero mis piernas entumecidas no me dejan. Noto como alguien me levanta y me lleva. Veo borroso. Estoy en el exterior, puedo oler los cerezos y la brisa. Mi vista se vuelve nítida. Veo una silueta a mi lado.- Tryndamere...- dije intentando levantarme.- Veo que ya despertaste, princesa.- dijo él con una media sonrisa. Caí de nuevo, pero encima de él. De manera que nuestras caras quedaran muy cerca. Estoy tranquila. ¿Eso es bueno?- Me gustaría quitarme de encima.- dije calmada.- C-claro.- dijo él.- ¿No querías hablarme de algo?- dije recordándole lo que me dijo.- Sí.- dijo. Lo miré curiosa.- Freljord está ahor...- lo interrumpí.- No quiero saber nada de eso. No me interesa.- dije seca.- No puedo hacer nada.- continué.-... Siempre has sido así de testaruda.- dijo él suspirando.- Si no me vuelves a ver, no llores, ni te sientas culpable.- dijo él bárbaro marchándose. ¿A qué se refería?- ¿Qué quieres decir?- le pregunté agarrándolo levemente de su ropa.- Seré ejecutado.- dijo indiferente.- ¿P-porque?- dije un tanto alterada, había sido mi compañero, para bien o para mal.- Al final te preocupas por mí.- dijo esbozando una gran sonrisa. Acto seguido me abrazó dulcemente.- ¿Q-que haces?- pregunté un poco aturdida.- Te quiero.- susurró en mi oído, dejó de abrazarme y sonrió.- Si accedí a formar una unión contigo, no fue solamente por dominio, si no por amor. Me quedaré por aquí durante un tiempo.- dijo con una gran sonrisa. Corre, me dije a mi misma.

Recordé lo que estaba haciendo antes de llegar a esto. Tengo que seguir buscando.