"Te espero en el tejado"

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Bajé ya lista, dispuesta a buscar a los demás. Pude divisar a Akali en una mesa haciendo un gesto con la mano para que me sentara. Acto seguido fui hacia ella y me senté a su lado.- ¿Dónde están los demás?- pregunté al no ver ni a Zed ni a Karma.- Fueron a apañar a los caballos.- dijo Akali, señalando por la ventana dónde estaban los caballos siendo atendidos por los dos. Los llamamos una vez terminaran su trabajo para acordar el plan que íbamos a seguir al pie de la letra al llegar al Noxus.

Karma buscaría un refugio en el propio pueblo, mientras que Akali, Zed y yo buscaríamos la base de los bandidos, esperaríamos a que Karma llegara y nos infiltraríamos, cubriéndonos los unos a los otros. En caso de que los encontráramos antes de lo previsto, yo cubriría a Akali, mientras que Zed iría por detrás de ellos, acabando así con sus vidas, Karma estaría ayudando en caso de heridas graves entre los nuestros.

Partimos hacia nuestro destino, no tan rápido, ya que aún estaba lloviendo y los caballos podrían resbalar. Una vez nos encontrábamos en el pueblo, que de hecho, estaba desierto, como en el primer plan, fuimos en busca de la base de los bandidos, mientras que Karma buscaba una posada. El plan seguía tal cual. Encontramos su base a unos 100-200 metros de la entrada del pueblo. Eran aproximadamente unos 20, todos ellos armados, y según todos, con gran habilidad. Nos infiltramos como buenos ninjas. ¿El problema? Que nos han visto.-¿Qué hacemos ahora?- dije susurrando de modo que solo mis compañeros lo podían oír. Se acercaban a nosotros, cada vez más rápido.- Dividámonos.- Dijo Zed, que me cogió de la muñeca y me llevó unos metros, separadnos de Akali y Karma, ahora, los bandidos estaban repartidos a partes iguales. Nos miramos entre nosotros y asentimos. La sinergia entre nosotros era increíble. Yo podía cubrirlo de imprevistos y el a mí de los temerosos que se acercaban. Nos hicieron heridas, algunas de ellas graves, pero nuestra sed de sangre no se podía detener. Acabamos uno a uno, cada uno de ellos fueron cayendo al suelo sin vida tras recibir una flecha por mi parte, o una cortada por la suya. Akali y Karma parecían estar manejándolo.

Finalmente, exhaustos, terminamos la rigurosa batalla. Necesitábamos que nos atendieran las heridas. Fuimos a duras penas, apoyándonos literalmente entre nosotros. Llegamos a la posada y la recepcionista nos miró horrorizada, llamo a un médico y nos vendo todas la heridas.- Gracias, doctor.- Dije sonriéndole.- No es nada. Debéis descansar, todos ustedes, les recomiendo quedarse aquí unos días hasta recuperarse totalmente. Gracias por librarnos del terror.- dijo el médico, y se despidió.- Misión realizada con éxito- dijo Akali intentando elevar el ánimo. Todos estábamos callados, pero orgullosos por el éxito de nuestra misión. Tras cenar la comida que amablemente nos preparo la señora del comedor, nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones. Esta vez sin problema, alquilamos dos, ya que ya no tenía problema en dormir con mi dúo, aparte de que mucho dinero no nos quedaba.

Tras haber descansado, y recuperado casi totalmente, nuestra última noche en Noxus se acercaba, decidida a despedirme de Noxus, bajamos a un bar dónde estaban celebrando la muerte de los bandidos. Todos nos reconocieron y nos dieron las gracias. Abrumada por el agradable ambiente, me senté en la barra y ofrecí un brindis en bendición a la seguridad de este pueblo.

Pude sentir como un hombre que ocultaba su cara trasuna capucha miraba hacia nosotros. Por pura curiosidad, me dirigí hacia él. Memiró, y yo a él. Me agarró de la muñeca, me acercó a él, y me susurró al oído.-Te espero en el tejado- me soltó, me echó una última mirada y se fue.    

La flecha sombría [Zed x Ashe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora