One Shots |Marvel|

Wade Wilson

—Vamos, acéptalo, soy hilarante —Dijo todavía riendo

—Eso no fue gracioso —Sequé mis lágrimas y sentía cómo mi cara ardía de enojo —Wade, te apuesto a que no te gustaría ver a la persona que amas muerta, ni de broma; me asustaste, más que eso... sabes qué, se acabó, he soportado todas tus locuras, mentiras, y que te acuestes con prostitutas sin siquiera enseñar tu cara —Me miró tratando de decir que eso no era cierto —No te hagas, lo sé. Pero esto no lo soportaré, esta vez no. Te amo, Wade, pero no lo valoras, soy una más para ti. No te vendría mal perder a una persona que te ama sin importar qué, porque ¿Cuántas personas así encontrarás en tu vida? —Lágrimas volvieron a brotar —Llegaste al colmo. Pensé que después de lo ocurrido, podrías tratar de pensar en algo que no solamente fuera sexo y "bromas", pero no, me equivoqué, aún así te sigo queriendo, y eso no es justo.

—Vamos, debiste ver tu cara... Y... estás exagerando —interrumpió

—No, no lo hago, digo la verdad. Ponte en mis zapatos Wade, ¿qué harías si vieras a alguien que amas con todo tu corazón, tendido en el suelo, con sangre alrededor de su cuerpo que se camufla con su traje, pensando que está muerto? Sé que tienes una gran habilidad de regeneración, pero no te impide morir, y Wade, yo... —Interrumpió

—Vamos, nena —susurró a mi oído después de acercarse a mí y poner sus manos en mi cintura —Te ves tan sexy cuando te frustras... Quisiera foll- —Ahora yo lo interrumpí

—¡YA BASTA! —Grité empujándolo —¿Así es como solucionas las cosas? ¿Sólo piensas en eso, verdad? Te da igual cómo me sienta o si quiero gritar a los cuatro vientos —me miró triste —Se acabó, me voy.

Me sequé las mejillas que estaban empapadas y a gran zancada me acerqué a la puerta, iba a girar la perilla, pero Wade habló antes

—_____, no... —me detuve a pensarlo un momento y giré mi cabeza —Sé que soy un idiota... Y un bastardo, y un animal... Y... Bueno, ese no es el punto. Perdón por lo que hice, sé que me pasé de la línea, pero es lo que mejor sé hacer. También piensas que no te amo, y que sólo soy un cerdo que sólo piensa en sexo, -aunque por una parte lo soy-, pero no... —suspiró —No quiero perderte. He perdido mucho, y ya no quiero perder más. Nadie me querrá como tu lo hiciste, y menos con esta cara... —Se acercó a mí —No me pidas cambiar porque sabes que no podré. Pero te juro, por mi vida, que nunca te cambiaría por nada ni nadie, te valoro y te quiero más de lo que crees, no quiero que te alejes de mí... Yo... Te amo —concluyó, y por primera vez en mi vida, lo oí arrepentido de verdad

No pude decir más, sólo lo abracé rápida y fuertemente, lo quería... Más que eso, lo amaba con toda mi alma. Era el idiota que más adoraba.