One Shots |Marvel|

Peter Parker

Me encontraba en mi habitación, veía un maratón de Dr. House en la televisión.

Estaba ligeramente preocupada, ¿la razón? Peter Parker. Hace unas semanas, me contó la verdad, él es el Hombre Araña. Me puse loca de felicidad cuando me lo dijo, porque, seamos sinceros, ¿quién no ama al Hombre Araña? Y aún mejor ¿Quién no amaría a Peter Parker? Una vez tuve la oportunidad de ver cómo salvaba a unas personas de un edificio que se incendiaba; estoy orgullosa de él, siempre lo estaré, pero igual me preocupa su seguridad, tengo miedo de que alguna vez, él no regrese.

Esperé una, dos, tres, hasta cuatro horas, el sol bajó, la estrellas comenzaban a brillar, el cielo era de un tono azul ligeramente oscuro y la luna se asomaba.

Seguía esperando a Peter, se supone que vendría para que comiéramos, a las 4, pero, tenía que hacer su trabajo.

Me quedé en mi cama, viendo mi celular, el maratón de Dr. House ya había terminado.

Había prendido de nuevo la televisión, para ver si estaba en el noticiero el reportaje de lo que se está enfrentando el Hombre Araña, y así era, ahí estaba aquel chico con un traje azul y rojo.

Después de que terminó de salvar la ciudad, el reportaje acabó y dieron el pronóstico del tiempo, lo cual realmente no me interesaba, así que apagué la tv.

Después de 10 minutos, oí unos golpes en mi ventana, fui a asomarme, afuera se encontraba el chico que tanto esperaba, al que tanto quería, pero inevitablemente lo odiaba, sólo un poco, era... Idiota a veces. Pero MÍ idiota.

Abrí la ventana, se quitó la máscara y vi que tenía una cuántas heridas profundas, sonrió al verme. También traía una caja de pizza consigo.

-Perdón por llegar tarde- pasó por el barandal de la terraza y se paró en ella

-Eso no importa ahora, pasa, estás sangrando- lo hice pasar, cerré la ventana, le quité la pizza de las manos y la puse en la cama. Me dirigí al baño y saqué un poco de alcohol, algodón, crema médica, agua normal y un poco de papel.

Salí del baño y me acerqué a Peter.

-Buen trabajo, Peter- le susurré mientras comenzaba a limpiar sus heridas con alcohol

-Auch!- se quejó cuando puse el alcohol en su herida -Te dejé plantada...- bajó la cabeza

-Eso no es cierto, estás aquí, es lo importante- cerré el alcohol, agarré el agua y empecé a limpiarle la cara -Además, aún podemos cenar-

-¿No estás enojada?- negué con la cabeza mientras una sonrisa se formaba en mis labios -¿En serio?- volví a negar con la cabeza y ésta vez reí.

-Obviamente me molestó un poco esperar tanto, pero, haces tu trabajo, y, realmente te gusta, te hace feliz, con eso basta, aparte, ¿qué sería de ésta ciudad sin nuestro héroe arácnido?- añadí divertida y continué sonriendo, empecé a aplicarle la crema en las heridas.

Cerré la tapa de la crema y volví a llevar las cosas al baño, al compartimento de medicinas.

Me dirigí nuevamente a mi cuarto y me senté de piernas cruzadas en la cama, frente a Peter. Él imitó mi acción, quedando en frente mío.

Besó mi frente, le sonreí, después besó mi boca, seguí el beso; era tan tierno. Después de unos cuantos segundos, nos separamos por falta de aire. Ambos sonreímos.

Abrí la caja de pizza y encendí la TV, poniendo Netflix.

Empezamos a comer mientras veíamos caricaturas, vaya día.